¿Por qué un frente cálido en el Polo Norte causa temperaturas de -17ºC en España?

A lo largo del día de hoy y especialmente mañana, veremos buena parte de la Península teñida de blanco. No, no es una ‘performance’ colectiva por el secuestro del libro ‘Fariña’ y tampoco ese «frío siberiano» tan repetido en los medios, sino las consecuencias de un vórtice polar estratosférico que ya ha afectado a gran parte de Europa y ahora viene a por nosotros.

Anoche, este fenómeno atmosférico ya dejó en el noreste de España temperaturas negativas extremas, como los -17ºC registrados en Naut Aran (Lleida) o los -12,3ºC de Alto Campoo (Cantabria) a lo largo de la madrugada.

Para comparar, una vez haya pasado este fenómeno meteorológico las mínimas en la localidad ilerdense estarán entre 0 y -3ºC, casi 20 grados por encima.

La razón de que toda Europa haya pasado dos semanas tremendas de frío y nieve está en el Polo Norte. Concretamente, a entre 10 y 40 kilómetros de altura, en la estratosfera, se forma un ciclón de unos 1.000 kilómetros de diámetro que circula en sentido antihorario. Este vórtice polar comienza a generarse en otoño y se disuelve en primavera.

En condiciones normales, esta masa de bajas presiones permanece en esas latitudes… ¡salvo que algo la perturbe! Ese algo es un fenómeno llamado calentamiento súbito estratosférico, que provoca que el vórtice se desplace o incluso se fragmente, como ha sucedido en este caso, y toda esa masa fría acabe en sitios tan improbables como España.

Nada de «frío siberiano»

En el siguiente GIF, que reproduce un vórtice polar de 2010, puede estudiarse atentamente este fenómeno. El 1 de enero observamos una masa fría (entre -65 y -75ºC) en el centro de la imagen que, tres semanas más tarde, se desparrama por el norte de Europa hasta el punto de que la parte azul más oscura llega a situarse justo por encima de la Península.

Eso es exactamente lo que está sucediendo ahora, aunque los frentes fríos, como se puede observar en la siguiente imagen, estén tomando otras rutas. Una parte del vórtice polar dividido se cierne sobre Europa Occidental, la otra sobre Norteamérica.

Es decir, que por esta vez no se trata del tan manoseado «frío siberiano», aunque el fenómeno contará con la ayuda de un temporal del Atlántico, la borrasca Emma, que aportará humedad, es decir, nieve y precipitaciones. Entre el martes y el jueves, estos dos fenómenos (uno seco y frío que viene del norte, el otro caliente y húmedo que sube desde el suroeste) se encontrarán sobre nuestras cabezas. Según dónde residamos, tendremos nieve, aguanieve o lluvia.

Para los frioleros, lo peor está por llegar. Si miran la siguiente imagen, verán cómo tras la mancha azul que se acerca a España viene una masa aún más fría. Se dejará notar la semana que viene con anomalías de hasta seis grados menos. Los islandeses, actualmente con temperaturas mayores que las de Italia, deben estar partiéndose de risa.