El partido de Merkel aprueba la Gran Coalición

Con solo 27 votos en contra, el congreso extraordinario de la Unión Cristianodemócrata (CDI), el partido de Merkel, ha aprobado el acuerdo de gran coalición firmado con los socialdemócratas del SPD. También ha sido aprobada sin fisuras, con el respaldó del 98,8 % de los delegados y entre grandes ovaciones, la elección de la candidata propuesta por Merkel para sucederla en la secretaría general del partido, Annegrett Kramp-Karrenbauer, en quien recaerá la tarea de reestructurar el partido y prepararlo para ganar las siguientes elecciones. En su discurso como líder del partido, Kramp-Karrenbauer expresó su determinación a «contribuir a recuperar la confianza» del ciudadano, tras los bajos resultados de las pasadas elecciones generales que, como había reconocido anteriormente la canciller, estuvieron por debajo de las expectativas. «Tenemos que dar respuestas al ciudadano, al empresario, al trabajador, a las madres y a los padres», dijo, en un discurso entusiasta interrumpido reiteradamente por vítores y aplausos, incluidos de la canciller. Con esta elección y tras la presentación de las seis figuras que ocuparán los Ministerios que le corresponden a la CDU en el nuevo gabinete, el partido queda reseteado y listo para emprender un proceso de renovación programática con el que espera recuperar confianza en el electorado y conectar con nuevas generaciones de votantes.

«Corresponde a la CDU ofrecer respuestas», señaló Kramp-Karrenbauer, en contraposición al partido antieuropeo y populista Alternativa para Alemania (AfD), formación que ha sobrepasado ya en intención de voto en las encuestas al SPD, que dando como segunda fuerza política alemana y a la que debe combatirse, según el discurso de Kramp-Karrenbauer, «con votos y argumentos», en lugar de resignarse a su presencia en el Parlamento. «Os invito a todos a contribuir a ello», prosiguió, haciendo una llamada a poner todas las fuerzas del partido en la tarea de rescatar votantes que coquetean con la extrema derecha y dejando bien claro que la CDU, ni ahora ni dentro de cuatro años, está dispuesta a llegar a acuerdos parlamentarios ni de ningún otro tipo con ese partido.

Este intenso discurso fue precedido por la aprobación del pacto de Gobierno, que se llevó a cabo a mano alzada y en el que solo 27 de los 975 delegados presentes se pronunciaron en contra.

La formación del próximo Gobierno queda así pendiente de la consulta vinculante entre el casi medio millón de afiliados al SPD, cuyos resultados se conocerán el próximo domingo. Pidiendo el voto para el acuerdo, Merkel ratificó su compromiso con el relanzamiento de Europa y con la necesidad de dar «una nueva dinámica a Alemania», para lo que, dijo, es preciso lograr la formación de «un gobierno estable».

Resurgir de las cenizas

Merkel logró resurgir una vez más de sus cenizas políticas, después de varios y duros meses de negociaciones que han ido debilitándola y durante los que habían surgido en su partido voces que pedían abiertamente un relevo en el liderazgo de la formación política, sin esperar a que finalice esta, que será la cuarta legislatura consecutiva con Merkel a la cabeza del partido y del gobierno de Alemania. La canciller reconoció, en tono autocrítico, que los resultados obtenidos por su bloque conservador en las elecciones generales del pasado septiembre no fueron satisfactorios. La CDU se impuso como primera fuerza en las generales con un 33 % y «no puede haber un Gobierno en Alemania sin contar con nosotros», justificaba Merkel, pero admitiendo que los más de dos millones de votos que se han quedado en el camino, en favor de los liberales y ultraderechistas, «deben volver a casa». «No podemos quedarnos en la decepción ante esos resultados, sino que debemos pensar en por qué ocurrió eso», añadió, señalando como causas de la perdida de votos desde la «preocupación» que generó en la población la acogida de cientos de miles de refugiados, a los desafíos que implica la adaptación a las nuevas tecnologías o la «inestabilidad política» de países vecinos y en Europa.

Merkel subrayaba también ante su partido la necesidad de recuperar la confianza del ciudadano y lanzó una llamada a favor de la renovación de las estructuras y los procedimientos, tarea que corresponderá a la nueva secretaria general de la formación y que debe constituir a su juicio una reinvención del partido para adecuarlo a las necesidades políticas del siglo XXI.