La revolución se confirma en la Copa Masters: Federer cae contra Tsitsipas en semifinales y se une a Nadal y Djokovic

La vieja guardia ya no está en la Copa Masters. Los maestros de maestros, despedidos por la nueva generación. Bueno, a Djokovic lo echó en realidad Federer, aunque el serbio también había perdido antes con Thiem. El suizo, después de su exhibición, parecía lanzado a por su séptimo título en el torneo que reúne a los ocho mejores del año, pero en las semifinales lo frenó Tsitsipas (6-3 y 6-4), de 21 años. Y Nadal no pasó de la fase de grupos, pese a sus dos victorias. Pagó haber perdido en dos sets contra Zverev en el estreno.

La revolución en el tenis va tomando forma poco a poco, aunque el número uno del mundo es Rafa, con 33 años. Eso sí, no llega el cambio en los torneos de Grand Slam, que siguen siendo para el «Big 3»: en 2019, dos para Nole y dos para Rafa. La última vez que no ganaron uno de ellos dos o Federer fue Wawrinka en el US Open de 2016. Siguen siendo los amos de los duelos a cinco sets. ¿Mantendrán el dominio en 2020?

La derrota de Federer fue una sorpresa a medias. Tsitsipas ya pudo con él a principio de año en el Abierto de Australia, para después sumar dos derrotas en Dubái y Basilea. Simplemente, no fue el día del helvético. Su fantástica derecha fue un lastre ante el griego: 17 errores no forzados para él con su golpe más natural. Incomprensible, cuando contra Djokovic ese tiro había volado. Tampoco supo aprovechar sus oportunidades: hasta la décima pelota de break no logró romper el saque de Tsitsipas, que ya mandaba un set a cero y 2-1 en el segundo. Pero al juego siguiente, Federer volvió a ceder su saque. Su cara lo decía todo: no le estaba saliendo. La resistencia llegó cuando el griego servía para llevarse el primer parcial: un juego de doce minutos en el que el joven de la melena necesitó siete bolas de set para sacarlo adelante. Pero no se pone nervioso ni conoce la presión. Como si nada. Juega con descaro siempre, esta vez más de fondo por estrategia, sin visitar tanto la red como habitualmente. Tiene mucha facilidad para hacer daño sin aparente esfuerzo, y se mueve por la pista de maravilla. Cuando servía para meterse en la final otra vez se vio 15-40. Problemas en un momento caliente. Problemas que también resolvió. Un «ace» le llevó al triunfo definitivo. Federer se quedó con un pobre 1/12 en pelotas de ruptura. Perdió una gran oportunidad, con sus grandes y viejos rivales fuera de juego.