Figuran en las estadísticas del INE con la calificación de “inactivos”, pero tampoco siguen cursos ni realizan tarea alguna
La última Encuesta de Población Activa realizada por el Instituto Nacional de Estadística con datos relativos al según trimestre de este año muestra que la población de 16 y más años ascendía en España a 42.048.500 personas. El resto, algo más de siete millones de ciudadanos tienen menos de 16 años.
De esa primera cifra, 24,82 millones son consideradas personas activas, es decir, están ocupadas (22,27 millones) o paradas (2,55 millones a cierre del pasado mes de junio), pero en disposición de trabajar en cualquier momento. El resto hasta completar los poco más de 42 millones a los que hacíamos referencia en el párrafo anterior son catalogados por el INE como inactivos. En total, a cierre de la primera mitad del año había 17,226 millones. Son 169.700 más que en las mismas fechas de 2024 y 1,050 millones más que en el segundo trimestre de 2019.
El INE dice que el concepto “inactivos” abarca a “todas las personas de 16 o más años no clasificadas como ocupadas ni paradas ni población contada aparte durante la semana de referencia, según los criterios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”. La Real Academia Española de la lengua define el término desanimado/da como “decaído, abatido, desganado, mustio, cabizbajo, abandonado”.
Hay muchas formas de estar inactivo. La más frecuente es estar jubilado o prejubilado. En esta circunstancia se encuentran 7,318 millones de españoles, el 42,48% de los inactivos. El segundo grupo más importante en número es el de los estudiantes, con 3,567 millones (20,71%), seguido de las personas que realizan tareas en el hogar (3,226 millones y el 18,96%), los que perciben una pensión distinta de la de jubilación (1,76 millones y el 10,22%) y los que padecen una incapacidad permanente (837.400 y el 4,86%).
Muchas son las razones por las que un inactivo no busca empleo. Las más normales el cuidado de niños o adultos enfermos, tener obligaciones familiares de otro tipo, estar enfermo… pero hay quienes se atreven a decir que “no hay ningún empleo adecuado disponible” para ellos. No son pocos; en total 127.100.
Pero analizando más detenidamente las estadísticas del INE sobre los inactivos se observa, en otra clasificación relacionada con la vinculación de aquellos con la actividad, que de los 17,226 millones hay apenas 499.100 activos potenciales (que podrían trabajar en cualquier momento si se dan las condiciones adecuadas) y nada menos que 116.500 desanimados, de los que casi 66.000 son mujeres y el resto, 50.600, hombres.
Las razones de los ‘ninis’
Es decir 116.500 españoles ni estudian ni trabajan ni están jubilados; son inactivos, no hacen nada porque están desanimados. Los restantes inactivos, 16,919 millones no tienen intención alguna de incorporarse al mercado laboral en ningún momento.
A lo largo de los últimos años el número de desanimados ha variado sustancialmente sin que se encuentren razones vinculadas a la marcha de la economía para justificar su variación. El dato del segundo trimestre de este año es el más bajo de los últimos veinte años y podría justificarse por la buena marcha de la economía española en la actualidad. Pero no.
En 2008, cuando la economía española vivió sus mejores momentos de esplendor antes del estallido de la burbuja financiera, hubo 196.100 desanimados con una población menor. Se entiende, eso sí, que en 2013, con los niveles de paro más elevados de la historia en nuestro país (27,16% de la población activa), el número de desanimados subiese hasta 504.300, según los datos del INE. La economía no estaba para ilusionarse.
Para no hacer nada no hay una edad específica mejor. El aprendizaje comienza muy temprano. De los 116.500 desanimados de junio pasado, 60.600, el 52%, tienen más de 55 años, lo que podría, en parte, justificar su actitud. Pero hay 4.100 que tienen entre 16 y 19 años; otros 12.800 (el 11%) entre 20 y 29 años; otros 15.100, con entre 30 y 39 años; 5.200 con entre 40 y 44 años y 18.700, con entre 45 y 54 años. ¿Han variado los porcentajes a través del tiempo? En 2024, por ejemplo, había más desanimados de entre 45 y 54 años, y menos jóvenes.