27 nuevos guardias suizos juran este sábado dar su vida por el Papa

La ceremonia, programada excepcionalmente para este 4 de octubre, conmemora la heroica defensa de los 147 soldados helvéticos que perdieron la vida en defensa del Papa Clemente VII durante el Saco de Roma de 1527

Son reconocibles al instante por sus uniformes emblemáticos, su impecable puntualidad y el rigor con que cumplen su misión. Permanecen de pie durante horas, haga frío, calor o llueva, siempre atentos a cualquier señal de peligro que pueda amenazar a la persona a la que protegen: el Papa. Cada gesto, cada mirada está calculada, porque su trabajo no admite descuidos: proteger al Pontífice es una responsabilidad absoluta.

Se trata de la histórica Guardia Suiza Pontificia, un cuerpo militar que va mucho más allá de la tradición o del ceremonial vistoso que muchos reconocen. Desde hace más de cinco siglos, estos hombres han jurado proteger al Papa, incluso a costa de su vida.

Hoy, la Guardia Suiza renueva ese compromiso con el juramento de 27 nuevos reclutas. La ceremonia, programada excepcionalmente para este 4 de octubre, conmemora la heroica defensa de los 147 soldados suizos que perdieron la vida en defensa del Papa Clemente VII durante el Saco de Roma de 1527. Tradicionalmente, este acto solemne se celebra el 6 de mayo, fecha histórica que marca el origen de esta promesa de lealtad y valor.

El ejército activo más antiguo del mundo

La cita comienza con la Santa Misa en la basílica de San Pedro, celebrada esta mañana por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano. Posteriormente, a las 17:00 horas, los jóvenes guardias vestidos con el uniforme de gala con la coraza, se presentarán en el Patio de San Dámaso para dar inicio a la ceremonia.

Michel en el momento del juramento de la Guardia Suiza

Un guardia en el momento del juramento

Ante el Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, monseñor Edgar Peña Parra, los reclutas jurarán con la mano izquierda sobre la bandera de la Guardia Suiza y con tres dedos de la mano derecha alzados, para poner como testigo a la Santísima Trinidad.

Fórmula del juramento (leída por el capellán):

«Juro servir fiel, leal y honradamente al Pontífice reinante, León XIV, y a sus legítimos sucesores, dedicándome a ellos con todas mis fuerzas, sacrificando, si fuera necesario, incluso mi vida en su defensa.

Asumo los mismos deberes con respecto al Colegio Cardenalicio durante la vacante de la Sede Apostólica. Prometo también al Comandante y a los demás Superiores respeto, fidelidad y obediencia. Así lo juro, que Dios y nuestros Santos Patrones me asistan».

Respuesta de los guardias a la bandera

«Yo, Alabardero …, juro observar fiel, leal y honradamente todo lo que en este momento se me ha leído. ¡Que Dios y nuestros Santos Patrones me asistan!»

Fundada en 1506 por el Papa Julio II, la Guardia Suiza es el ejército activo más antiguo del mundo. Entre sus funciones está la protección del Papa y del Palacio Apostólico, garantizar el orden en ceremonias y recepciones oficiales, así como la custodia del Colegio Cardenalicio durante la sede vacante.

Los reclutas que hoy prestan juramento proceden de distintas regiones de Suiza, como el Cantón del Valais (5), Friburgo (4), Vaud (4) y Zúrich (4), reforzando así la identidad suiza que define al Cuerpo.

Cinco siglos después de su fundación, este pequeño ejército mantiene inalterable su misión y el acceso a sus filas está reservado a unos pocos: varones suizos, católicos practicantes y solteros, de entre 19 y 30 años, con una estatura mínima de 174 centímetros, buena salud y una conducta intachable.