La presidenta reivindica Madrid como «cuna de héroes: aquí sigue sin haber charnegos, ni maquetos, ni forasteros»
Isabel Díaz Ayuso ha cerrado el acto principal con motivo del Dos de Mayo, fiesta de la Comunidad de Madrid, con una intervención en la que ha hecho una constante apelación a la unidad y al respeto por las instituciones. También ha reivindicado el papel de la región en la construcción de la actual España: “Ninguna nación pondría en peligro un patrimonio semejante: estos mil años de cultura en español, y estos cinco siglos de capitalidad, que está más viva que nunca”.
El acto celebrado en la mañana de este martes en la Real Casa de Correos, en la Puerta del Sol, llega a menos de cuatro semanas para la celebración de las comicios autonómicos y municipales del próximo día 28 y cualquier mensaje ya se interpreta en clave electoral. Como, por ejemplo, el que ha lanzado la presidenta madrileña en su discurso: «Lo que pase aquí resonará en toda España. “¿Estaremos los madrileños de hoy a la altura del patrimonio que heredamos, de las generaciones que vendrán? Ilusión no nos falta. Ni trabajo», ha destacado Ayuso en el día en el que tres encuestas, entre ellas la publicada por LA RAZÓN, otorgan al Partido Popular la mayoría absoluta en la Asamblea de Vallecas.
La jefa del Ejecutivo madrileño ha recordado que, recientemente, Madrid ha tenido que enfrentarse a «otros 2 de mayo» como ocurrió en 1808: del golpe de Estado de 1981 y las manos blancas frente a ETA o el rechazo de la barbarie del 11-M y la reciente pandemia. Y es que, a su juicio, Madrid es «cuna de héroes»: “Los héroes del pueblo lo son cuando llega el peligro y son puestos a prueba; mientras tanto, son madrileños normales; y eso ya es decir mucho”.
En la reivindicación que ha hecho Ayuso de la región que preside, ha destacado que «quizá no lo estemos haciendo tan mal cuando, pasan los años, y en Madrid sigue sin haber charnegos, ni maquetos, ni forasteros». También ha destacado que Madrid conforma el “pueblo más igualitario” y el “más dado” a mezclarse. Y ha puesto como ejemplo de ello, precisamente, a los protagonistas de 1808, a Manuela Malasaña, Clara del Rey y otros cientos de madrileños anónimos que “demostraron que el heroísmo puede brotar en personas en las que nadie hubiera reparado”.
La clave de este éxito, ha añadido la presidenta, es un «extraño equilibrio» que Madrid ha sabido conservar: «Es amable con todos, recién llegados o visitantes; y, al mismo tiempo, es capaz de satisfacer las ganas de triunfar, innovar, hacer arte o investigar”, ha concluido.
