Putin ordena un alto el fuego en Ucrania del 6 al 7 de enero para celebrar la Navidad ortodoxa

De un alto el fuego con motivo de las fiestas navideñas, tanto católicas como ortodoxas, ya se habló en Kiev el mes pasado, aunque la idea no cuajó en el Kremlin. Pero ahora, después de que lo pidieran el patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa, Kirill, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el máximo dirigente ruso, Vladímir Putin, sí ha estimado conveniente ordenar un cese temporal de las hostilidades.

La tregua decretada este jueves por Putin deberá tener una duración de 36 horas, comenzará el viernes a las 12, justo medio día antes del inicio de la misa solemne en celebración del nacimiento de Jesús, lo que en España conocemos como la Nochebuena, y finalizará el sábado 7, día de Navidad para los ortodoxos, a las 12 de la noche. Así se lo ordenó el presidente ruso al ministro de Defensa Serguéi Shoigu, según informó el servicio de prensa del Kremlin.

“Ante el llamamiento de su Santidad el Patriarca Kirill, ordeno al Ministro de Defensa de la Federación Rusa que introduzca un régimen de alto el fuego a lo largo de toda la línea de contacto –de frente- entre las partes en Ucrania desde las 12:00 horas del 6 de enero hasta las 24:00 horas del 7 de enero”, anunció el jueves Putin, citado por sus portavoces. Según sus palabras, “basándonos en el hecho de que un gran número de ciudadanos que profesan la ortodoxia viven en las áreas de combate, hacemos un llamamiento a la parte ucraniana para que declare un alto el fuego y les permita asistir a los servicios litúrgicos de Nochebuena, así como también a los del Día de la Natividad de Jesucristo”.

Sin paz a la vista

Horas antes, el Patriarca Kirill, cuyas homilías han puesto de manifiesto que apoya totalmente la guerra desencadenada por Putin en Ucrania y ha llamado a los rusos a defender su país ante la “amenaza” que supuestamente emana de Kiev, lanzó un mensaje a las partes involucradas en la contienda. “Yo, Kirill, Patriarca de Moscú y de toda Rusia, me dirijo a todas las partes implicadas en el conflicto fratricida para pedirles instaurar un alto el fuego y establecer una tregua de Navidad”, manifestó el prelado ruso. A su juicio, el cese de las hostilidades permitirá a los ortodoxos asistir en Ucrania a la misas en la víspera de Navidad y en el día del Nacimiento de Cristo”.

Habrá que ver, sin embargo, la disposición de las autoridades ucranianas a sumarse al alto el fuego. El consejero de la Presidencia ucraniana, Mijaílo Podoliak, calificó el llamamiento a la tregua del Patriarca Kirill de “trampa cínica” y señaló que se trata más bien de “un elemento propagandístico” de consumo interno en Rusia aprovechando las fiestas. Según Podoliak expresó a través de su cuenta de Twitter, “la Iglesia Ortodoxa de Rusia no es una autoridad para la ortodoxia global y actúa solo como propagandista de guerra. La Iglesia Ortodoxa de Rusia ha incitado al genocidio de los ucranianos, ha alentado los asesinatos en masa e insiste en una militarización aún mayor de Rusia”.

Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, declaró el jueves que la idea de Putin de establecer un alto el fuego con motivo de la Navidad ortodoxa pretende lograr un respiro en una guerra que no le está yendo nada bien. “Estaba listo para bombardear hospitales, guarderías e iglesias» el 25 de diciembre y el día de Año Nuevo”, señaló Biden durante un discurso en la Casa Blanca, y añadió que “creo que está buscando algo de oxígeno”.

Se da además la circunstancia de que el Patriarcado de Moscú en Ucrania ha perdido prácticamente toda su influencia tras surgir en el país eslavo vecino de Rusia su propia Iglesia autocéfala. Además, el pasado mes de mayo, en plena invasión rusa, la Iglesia Ortodoxa Ucraniana rompió completamente sus lazos con Rusia. Con la participación de los servicios de seguridad de Ucrania, el SBU, los templos que hasta ahora conservaban su lealtad al Patriarcado de Moscú están siendo puestos bajo el control del clero ucraniano.

A mediados del pasado mes de diciembre, el Kremlin admitió que la cuestión de una posible tregua navideña no estaba en su agenda. Así lo anunció el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, el 14 de diciembre, al sostener que Moscú no había recibido de Ucrania ninguna propuesta en la línea de detener los combates durante las fiestas navideñas.

En el curso de una nueva conversación telefónica, Erdogan también le pidió a su homólogo ruso “un alto el fuego unilateral”, informaba la Presidencia turca en un nota de prensa difundida a través de su página web. Según su texto, el líder turco estima que “los llamamientos a la paz y a las negociaciones deben sustentarse en un alto el fuego unilateral y en una visión más amplia hacia una solución justa”.

El Kremlin también dio cuenta de lo hablado por los dos jefes de Estado, subrayando que Putin hizo hincapié “en el papel destructivo de los países occidentales, que entregan armas y equipamiento militar al régimen de Kiev, así como información operativa e identificación de objetivos”.

El comunicado de la Presidencia rusa incide además en que “el presidente ha reafirmado su disposición a un diálogo serio para alcanzar la paz, siempre y cuando las autoridades de Kiev cumplan con las bien conocidas demandas presentadas –por Moscú- en cuanto a la necesidad de reconocer las nuevas realidades territoriales”, en referencia a las regiones anexionadas por Moscú, además de Crimea, Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, que tendrán que ser parte indisoluble de la Federación Rusa, algo que tanto Ucrania como la mayor parte de los países de Occidente rechazan de plano. De todas maneras y pese a la imposibilidad manifiesta de acercar posturas con tales exigencias, Erdogan habló también por teléfono con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, para informarle de lo tratado con Putin e intentar buscar una fórmula que posibilite el fin de la guerra.