La pandemia trastocó, además de vidas y comportamientos, el funcionamiento del mercado laboral de una forma singular. El auge del teletrabajo se ha consolidado como una condición indispensable para una parte importante de los trabajadores, sobre todo en el sector tecnológico, en eso que los expertos en recursos humanos llaman ahora salario emocional. También apareció en Estados Unidos aquella Gran Dimisión que no se trasladó a Europa más allá de un leve efecto contagio registado en Italia. Sin embargo, en Aragón sí se da una tendencia al alza de los puestos vacantes, es decir, las oportunidades laborales que no encuentran candidatos para formalizarse. En el tercer trimestre del año se registró un 51% más de ‘sillas vacías’ sin cubrir que en el mismo periodo de 2019, el último previo a la pandemia.
La cifra en Aragón es sensiblemente superior al incremento medio nacional, que se sitúa en el 38,1% pese a que la tendencia es similar en todo el país. En 14 de las 17 comunidades autónomas hay más puestos sin cubrir ahora que antes de la pandemia. La razón habría que buscarla posiblemente en causas sociológicas y en la buena marcha del mercado laboral en todo el país, que ha registrado cifras imponentes en lo que va de año tras el estacazo del covid y pese a las predicciones apocalípticas para el invierno. De hecho, el paro registró su mejor noviembre de los últimos 15 años en Aragón.
Según los datos extraídos de la última Encuesta Trimestral de Coste Laboral que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), Aragón sumó entre julio y septiembre de este año 3.331 vacantes frente a las 2.200 que había en la comunidad en el tercer trimestre de 2019. Suponen el 2,3% de las 143.876 vacantes que hay en toda España, quedando por encima de Castilla-La Mancha, Asturias, Baleares, Murcia, Extremadura Cantabria y La Rioja. Sin embargo, Aragón queda muy lejos de las autonomías donde hay más puestos de trabajo sin cubrir: Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía, que oscilan entre el 13% y el 20%. Y es el sector servicios el que más vacantes tiene disponibles ahora mismo: 91 de cada 100 puestos de trabajo para cubrir pertenecen al ámbito terciario, con la hostelería al frente.
De hecho, cabe destacar el impacto de las vacantes sobre la cifra de desempleo. En Aragón, las ofertas laborales sin cubrir suponen un 5,71% sobre el total de parados, una situación en la que ahora están 58.300 personas en la comunidad, mientras que en el tercer trimestre de 2019 había 63.900 desempleados. Es más, los territorios donde más ha crecido este dato son Castilla y León (6,09%), a mucha distancia de Asturias (3,16%), la Comunidad Valenciana (3%), Navarra (2,54%), Cataluña (2,52%) y Aragón (2,27%).
Las vicisitudes del sector tecnológico
La creciente demanda de trabajadores cualificados para las nuevas profesiones ha provocado un grave desajuste en el mercado laboral, sobre todo en lo referente a trabajos de índole tecnológica. De hecho, un informe de la consultora Michael Page revelaba que la inversión tecnológica en Zaragoza, Huesca y Teruel, con grandes compañías invirtiendo ingentes sumas de dinero, traerían consigo la necesidad de incrementar la oferta de trabajadores. Por ello se produce en estos tiempos una verdadera pugna entre las compañías, que se quitan de las manos unas a otras a los profesionales del mercado. La escasez de estos perfiles se traduce en una subida salarial en el sectortecnológico este año cercana al 15%.
Por otra parte, el análisis de Estadística apunta que si no hay más vacantes es, en todas las comunidades, principalmente porque no se necesita ningún trabajador, aunque también por el elevado coste de contratación, motivo que supera el 5% en Extremadura (5,60%) y Asturias (5,10%) y el 4 % en La Rioja (4,80%) y Cantabria (4,30%), mientras que se queda en el 2% en Castilla-La Mancha y Murcia.
