La delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, ha solicitado este viernes a los medios de comunicación que eviten dar publicidad a los recursos que presentan los abogados defensores de personas condenadas por abusos sexuales, muchos de los cuales están consiguiendo rebajas de pena para sus defendidos en virtud de la nueva horquilla de condenas de la conocida como ley del ‘solo sí es sí’.
En una comparecencia ante los medios en el Ministerio de Igualdad, Rosell se ha referido a ellos como «abogados de violadores» que, ha dicho, «son de parte, literalmente», y que ahora piden rebajar la condena «como en su día pidieron la absolución, y tienen a sus clientes condenados». En tono aleccionador y mirando a los medios, Rosell ha dicho: «Dejemos de hacernos eco de que las defensas piden las revisiones» ha asegurado mirando incisivamente a los informadores. «Cuando ellos lo piden yo no haría noticia, porque esto alarma mucho a las mujeres» ha rematado su admonición a los informadores.
A juicio de Rosell, los casos en los que las condenas se han reducido y que el Ministerio de Irene Montero considera «erróneas», llegarán al Tribunal Supremo (TS). Ya el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez mostró el pasado miércoles desde Bali su esperanza de que haya una «unificación de doctrina» que impida la reducción de condena para quienes han abusado sexualmente de mujeres, muchas de ellas menores de edad.
Victoria Rosell, magistrada de carrera, ha vuelto a negar que la norma tenga fallo o resquicio alguno. «Todos los órganos jurídicos del Estado no apreciaron ninguna necesidad de añadir otra transitoria a las que ya existen, porque en algunos casos se hubieran rebajado los mínimos» ha señalado. «Ofende a la inteligencia que se proponga una transitoria diciendo que no pueda ser retroactivo, eso nadie lo ha mencionado, salvo bulos, y no es posible constitucionalmente» ha aseverado.
Tanto la delegada como la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, junto a la que comparecía, han asegurado que la norma llega para paliar un sistema «que no funcionaba», algo que han ejemplificado en que, según una encuesta realizada, «el 8 por ciento de las víctimas de violencia sexual denuncia, o sea: ya antes de la puerta de la comisaría se queda el 92 por ciento de las denuncias. Y de ese 92 por ciento, si tú denuncias que te han tocado sexualmente en el metro, o en un lugar de ocio, y las penas mínimas son más altas, se quedan por el camino muchas de ellas» ha precisado.
