Feijóo ofrece a Sánchez pactar ya un nuevo modelo de financiación autonómica sin premiar a territorios

El PP podría cruzarse de brazos en su tarea de oposición y no pasaría nada, porque ya están los organismos nacionales e internacionales para arrojar todos los días jarros de agua fría sobre el optimismo económico del Gobierno y para alertar de la situación de emergencia que vive España. Así lo reconoció ayer la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, después de un Comité de Dirección, presidido por Alberto Núñez Feijóo, en el que se analizó la «alarma económica» que viven los ciudadanos. Gamarra se refirió al Fondo Monetario Internacional (FMI), al Banco de España, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y Funcas, que han enfriado las alegres expectativas del Gobierno y han alertado de las consecuencias de su política económica

La economía sigue centrando el mensaje político de Feijóo, que mantiene sobre la mesa su plan anticrisis, aquel documento de 41 páginas que envió a Sánchez y del que no obtuvo ninguna respuesta desde La Moncloa. Ayer, la secretaria general del PP invitó al presidente del Gobierno a reconsiderar el rechazo a todas las propuestas que planteó el líder del PP, para aliviar la crisis que se acentúa cada día que pasa. Los populares confiaban en la tramitación parlamentaria del decreto-ley que aprobó el Gobierno gracias a Bildu, para poder introducir enmiendas y algunas de las propuestas de Feijóo. Pero, según denuncian fuentes de Génova, esa tramitación está totalmente paralizada y no ha avanzado en tres semanas. Gamarra lanzó un dato impactante para demostrar esa alarma económica que vive España: «Con su política, el Gobierno endeuda cada día a los españoles en 200 millones de euros».

En esta situación, Feijóo mantiene su estrategia de buscar acuerdos y puntos de encuentro con el Gobierno de Sánchez para mejorar la situación. Esta semana está poniendo el foco en el nuevo sistema de financiación autonómica, que sigue pendiente de aprobar desde que el todavía vigente caducó en 2014. Los populares están dispuestos a sentarse ya con el Gobierno para avanzar en el debate de la financiación ante la «asfixia» de las autonomías, y proponen un modelo basado en las personas, y no en los territorios, para sufragar los gastos de todos los servicios públicos. El PP quiere evitar que Sánchez utilice la financiación para contentar a sus aliados independentistas, y por eso defiende una negociación multilateral, entre las 17 comunidades, que no esté basada en los territorios.

Nacionalidades

Después de unos días en los que el debate territorial ha creado confusión dentro del PP, por la defensa abierta de las ‘nacionalidades’ por parte de Feijóo, y por la afirmación de Elías Bendodo, luego rectificada, de que España es un Estado plurinacional, Gamarra dejó claro que su partido defiende el artículo 2 de la Constitución de forma íntegra. Y como ya hizo Feijóo, lo recitó: «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas». El término ‘nacionalidades’, que gusta muy poco en algunos sectores del PP, seguirá así en el discurso habitual de Feijóo y su equipo.