El Gobierno hunde su previsión de crecimiento al 4,3%, casi tres puntos menos

GRAF6170. LA PUEBLA DE ALFINDÉN (ZARAGOZA), 26/01/2022.- La ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, visita el IES de La Puebla de Alfindén (Zaragoza) para mantener un encuentro con el equipo directivo del centro y con los representantes de las empresas que colaboran con las prácticas de los alumnos de FP dual. EFE/Javier Cebollada

La guerra de Ucrania y la inflación marcan este desplome. Se mantiene la previsión de déficit en el 5% del PIB para este año y que la deuda baje al 115,2%

Un “recorte prudente”. Esa era la base sobre la que la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, iba a recortar el crecimiento económico para España este año. Pero en un contexto marcado por la incertidumbre por los efectos de la guerra en Ucrania y la escalada de precios ha decidido dejar el crecimiento del PIB para 2022 en el 4,3%, 2,7 puntos menos que su previsión inicial del 7%. Algo más que prudencia.

El cuadro macroeconómico actualizado por el Ejecutivo este viernes para remitirlo a la Comisión Europea, junto con el Plan de Estabilidad, prevé un decrecimiento constante del PIB de casi un punto anual. Así, la economía se impulsará un 3,5% en 2023, un 2,4% en 2024 y 1,8% para 2025. Esto significaría que el avance global durante los próximos tres años sería del 2% de media. Esta rebaja de la previsión de 2022 supondrá una desaceleración de 0,8 puntos respecto al avance del PIB del 5,1% registrado en 2021, debido fundamentalmente al menor consumo de los hogares, cuyo crecimiento se desacelerará al 3,5%.

Esta nueva previsión del Gobierno se alinea con el recorte realizado por otros organismos nacionales e internacionales, que ya habían revisado a la baja sus estimaciones recientemente. En concreto, la ministra ha seguido la misma senda marcada por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), que realizó el mismo cálculo, un avance del 4,3%. Por tanto, mucho más prudente que la realizada por el Banco de España (5,1%) o el FMI (4,8%).

El Gobierno ha preferido dejar de lado su optimismo y ha querido esperar a tener sobre la mesa los datos de inflación publicados ayer por el INE, del 8,4% en abril, la Encuesta de Población Activa (EPA) y el dato de crecimiento del PIB en el primer trimestre que se ha conocido hoy, de solo tres décimas, para presentar la actualización del cuadro macro.

Pese a este varapalo, Calviño mostró una absoluta tranquilidad por este frenazo y destacó que el Gobierno “se ha alineado” con las estimaciones de todos los organismos internacionales, que siguen estimando que “España mantendrá un fuerte ritmo de crecimiento económico, por encima de la media europea y de las economías más avanzadas del mundo”. Eso sí, tuvo que reconocer que la economía sufrirá durante este año un “estancamiento” de la mayoría de sus índices, aunque espera que el buen ritmo de creación de empleo sea un pilar “sólido” para sostener la previsión gracias a la afiliación a la Seguridad Social -la “mayor de la historia, con 20 millones de afiliados”, destacó-, y el aumento del porcentaje de contratos indefinidos, que “dan muestra de la mejora de la calidad del empleo”.

u anterior previsión, realizada en octubre de 2021 para elaborar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, el Gobierno hizo una sobreestimación de casi tres puntos más, del 7%, que la ministra económica justificó que se hizo antes del “actual contexto de intensa incertidumbre” generada por la guerra de Ucrania y por el aumento de la inflación, a lo que sumó “problemas importantes” en las cadenas de suministro globales. Sin embargo, el Ejecutivo prevé que la aceleración significativa del crecimiento de la inversión, que llegará al 9,3% -fundamentalmente por una importante recuperación de la inversión en construcción (5,2%), frente a la contracción de 2021- ayude a impulsar el crecimiento. “La inversión y el empleo serán en buena medida los motores de la recuperación, lo que supone un cambio del patrón de crecimiento, en el que el sector de la construcción tiene un menor peso relativo en el conjunto de la economía”, aseguró la ministra.

De acuerdo con el nuevo escenario macroeconómico, el empleo crecerá un 3% en 2022, menos de la mitad de lo avanzado en 2021, en tanto que la tasa de desempleo se reducirá en dos puntos, hasta el 12,8% este año y descendería por debajo del 10% por primera vez en casi dos décadas en 2025, hasta el 9,6%.

Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció que el Gobierno mantendrá la responsabilidad fiscal, con una senda de déficit y deuda que espera “dé confianza a la Comisión Europea” para no acelerar la puesta en marcha de las reglas fiscales, suspendidas desde 2020. Por ello, mantendrá intacta la previsión de déficit público para este año, en el 5% del PIB, gracias a la “holgura” proporcionada por la buena marcha de la recaudación en 2021. Según anunció, este déficit bajará al 3,9% del PIB en 2023 (antes 4%), el 3,3% en 2024 (antes 3,2%) y el 2,9% en 2025, por debajo del umbral del 3% del PIB que marca la entrada en el procedimiento de déficit excesivo.

Según marca el cuadro, la Administración central cerrará este año con un déficit del 3,8% del PIB, para ir corrigiendo anualmente -3,4 % del PIB en 2023; 3,6 % en 2024, y el 3,2 % en 2025-. Por su parte, la Seguridad Social cerrará 2022 con un déficit del 0,5%, igual que en 2023, y bajará al 0,3% del PIB en 2024 y el 0,2% en 2025. Las comunidades autónomas registrarán un déficit del 0,8% este año, que se corregirá al 0,1% del PIB en 2023, para después lograr un superávit del 0,2% en 2024 y 2025. Por lo que respecta a las corporaciones locales, lograrán un superávit del 0,1% del PIB en 2022; del 0,2% en 2023; un 0,3% en 2024 y 0,2% en 2025.

En cuanto a la deuda, el Gobierno espera que baje al 115,2% del PIB en 2022; del 112,4% en 2023; 110,9% en 2024, y el 109,7% en 2025. Montero también destacó que el déficit del Estado se ha reducido en más de un 60% y que los recursos para el sistema de financiación autonómica aumentarán un 20%.