El Ebro amenaza Aragón con una crecida extraordinaria

La última gran avenida que puso en alerta a Zaragoza y un buen número de poblaciones ribereñas se produjo en 2015. Dijo el último día de febrero de ese año Luisa Fernanda Rudi, entonces presidenta de Aragón, que el Ebro había tenido «un comportamiento extraño» y que los técnicos no se esperaban que alcanzara esos niveles que obligaron a desalojar Pradilla y Boquiñeni de forma preventiva. Extraño sonó entonces el comentario de la diputada popular, sorprendente sigue siendo hoy tras escuchar a cualquiera de los especialistas de la cuenca, siempre cautos a la hora de hablar de caudales y raudales. El Ebro es imprevisible siempre, sobre todo en momentos de crecida, pero también en otros de estío en los que esconde a desaparecidos en sus aguas.

Cada tanto tiempo se desborda. No hay manera de prever hasta dónde se va a desmandar, por lo que solo queda prevenir. Es lo que han hecho desde diferentes instituciones de Aragón, que este viernes se han arremangado para activar un plan defensivo que, al menos, impida que el río sumerja pueblos y ponga en peligro a sus habitantes. La gran avenida no se espera hasta el domingo por la noche o el lunes, en función de la ubicación geográfica de cada cual. De momento, los problemas están en La Rioja y Navarra, donde ha fallecido una mujer de 49 años que se encontraba en el interior de su coche cuando se desprendió sobre este el cobertizo de un caserío en la localidad de Sunbilla.

Son estimaciones, explican desde la Confederación Hidrográfica del Ebro, donde inciden en no tomar los datos de forma literal, «ya que los caudales pueden llegar a diferir» de forma notable de los pronósticos y recalcan que la laminación de Yesa e Itoiz –al 32% y el 61% de su capacidad– resultará también importante.

En el Alto Ebro, durante la madrugada y primeras horas de este sábado la crecida alcanzará Logroño y Mendavia (1.400-1.600 m3/s). En la confluencia del Aragón con el área de Castejón-Tudela (2.500-3.200 m3/s) se prevé también gran incertidumbre. Por ahí anda la cosa río arriba mientras el Ebro acelera camino del Mediterráneo y preocupa a Aragón, que elevó su nivel de emergencia en apenas unas horas.

CRECIDA DEL RIO EBRO A SU PASO POR ZARAGOZA.

CRECIDA DEL RIO EBRO A SU PASO POR ZARAGOZA. JAIME GALINDO

Hacía ya días que desde el Gobierno de Aragón se asistía con atención a las nevadas, las lluvias, los deshielos y la correspondiente crecida. Ayer se abrieron bien los ojos para mirar las previsiones, fundamentalmente al norte. «Lo que le preocupa a la CHE es lo que venga de la parte Navarra. Las temperaturas, aunque vuelven a bajar mañana, son altas (14 ºC)», ha señalado a mediodía Mayte Pérez, la consejera de Presidencia de la DGA, antes de activar el Centro de Coordinación Operativa (Cecop) y de reunirse con la delegada del Gobierno, miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, la Unidad Militar de Emergencias (UME), la Asociación Española de Meteorología (Aemet), la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP), donde quedó activado el plan 1 de emergencias.

María Luisa Moreno, jefa de Hidrología de la CHE, ha explicado que se están experimentando valores «similares o superiores» a las crecidas que hubo en los años 2018 y 2015. «Los afluentes de cabecera ya están todos descendentes en el_Alto Ebro, salvo en Miranda, donde tenemos valores de caudal estabilizados en el máximo».

La crecida, ha indicado Moreno, es extraordinaria «desde cualquier punto de vista y en este momento tiene gran incertidumbre», recelo que asoció a que todavía no se habían alcanzado valores máximos en la crecida en la cuenca alta del Ebro y en algunos de los principales afluentes pirenaicos.

Zaragoza activa el plan de protección y cierra el Galacho de Juslibol y el Parque del Agua

El Ayuntamiento de Zaragoza activó el Plan Municipal de Protección Civil en su fase tras reunirse con Bomberos, Policía Local, Protección Civil, Parques y Jardines, Acción Social Barrios Rurales y Prevención. De momento, se cerraron los accesos al Galacho de Juslibol y al Parque del Agua y se va a prestar atención prioritaria a zonas de urbanizaciones como Torre Urzáiz, Doña Sancha o los alrededores del Parque Deportivo Ebro. La previsión es que Zaragoza llegue mañana a los 2.000 m3/s, lo que convierte la crecida en extraordinaria al superar los 1.600 m3/s.

En todo caso, se vislumbra una crecida análoga a la de 2015, extraordinaria otra vez, que puede implicar caudales altos y en una horquilla muy amplia como la citada de Castejón. Eso explica de nuevo el impredecible comportamiento del río, una de las razones por las que «hemos activado el Cecop», en primer lugar con un operativo «de situación 1», según ha explicado Mayte Pérez, que ya avisaba por la mañana de que se activaría el nivel de emergencia 2 «si es necesario» y se echaría mano «de recursos que trascienden de la comunidad como la UME», explicó la consejera. Así ha sido.

Solo cuatro horas después, el presidente de Aragón, Javier Lambán, se ha trasladado hasta Pradilla para garantizar a los habitantes de los pueblos de la ribera que tanto el Gobierno de Aragón como el de España han desplegado todos los medios necesarios para minorar los daños que pueda producir la crecida extraordinaria del río que se prevé para este fin de semana y, sobre todo, para proteger a las personas y los cascos urbanos.

Lambán ha reconocido que la situación durante el fin de semana será «sin ningún tipo de duda, problemática» y que esta crecida llega después de unos años sin «alteraciones sustanciales del cauce», aunque el Ebro vuelve «inexorablemente por sus fueros». Eso lo saben bien en Pradilla, un municipio «considerado el epicentro de la preocupación y de la sabiduría y capacidad» para prever lo que el río puede deparar.

Por si acaso, se ha solicitado al Gobierno de España la colaboración de la UME de cara al peor momento de la crecida. Además, cuenta con la «inapreciable colaboración» de los alcaldes y de las gentes de los pueblos que «conocen como nadie el río y son capaces de anticipar lo que va a pasar».

Por su parte, el presidente del PP de Zaragoza, Ramón Celma, ha visitado Boquiñeni y ha asegurado que es «necesario» implementar todos los instrumentos de la administración autonómica y nacional para asegurar los medios de vida de los habitantes de la ribera. «No hay que olvidar que el 65% del PIB de la zona depende de la agroalimentación, que es el medio de vida de los agricultores y ganaderos».