Genova no quiere que Ayuso presida el PP de Madrid

La ruptura que se ha «cocido» entre la estructura orgánica del PP, la nacional y la que hoy controla al partido en Madrid, y la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayusoes tan irreversible que por primera vez desde esa estructura pronostican con contundencia que no llegará a liderar al PP madrileño. La pregunta inmediata es «cómo» se puede impedir no ya sólo que ella presente su candidatura, si no que consiga la victoria en ese cónclave. Y el poder orgánico apunta que «está inhabilitada para ese puesto». «No puede ser presidenta del partido quien no respeta la autoridad, ni los procedimientos internos, quien está enfrentada con el partido de Madrid, con la presidenta de Nuevas Generaciones y con el secretario general». Ayer tarde hubo una reunión de urgencia de la dirección que hoy controla al PP de Madrid, con Pío García Escudero y Ana Camins al frente, y la dirección nacional para evaluar el estado de la situación, después de la convulsa reunión de la Junta Directiva regional de la pasada semana y las informaciones aparecidas en los últimos días.

Ayuso tiene en su contra que no tiene ningún poder orgánico, más allá de ser la presidenta de la Comunidad de Madrid. Tiene apoyos en sus consejeros y en el partido regional, pero el mando lo controla por completo la nacional, ya que sale de una decisión tomada en Génova a falta del Congreso que, en principio, se celebrará en junio.

Hay movimientos desde el poder madrileño y nacional con algunos de los consejeros para buscar información que pueda colocar en una situación delicada a la presidenta madrileña a la hora de librar su pulso por el liderazgo del partido, y están convencidos de que el tiempo juega en contra de ella y que, según pasen los meses, ellos tendrán más armas para debilitarla y ella estará más desgastada.

Si desde fuera de Madrid aspiran a que pueda haber algún tipo de acuerdo entre las dos partes tendrán que actualizar sus impresiones porque el estado actual de la «guerra» no deja espacio para ningún acuerdo, y en el poder del partido sostienen por primera vez que Ayuso no llegará a ser la presidenta del PP madrileño, incluso aunque presente su candidatura, como ya tiene anunciado. En público se cuidan mucho más los términos, pero en privado, sin embargo, ya no hablan ni siquiera de lista de consenso. La dirección regional está jugando sus cartas para desacreditarla ante el resto del partido y también de los otros barones, donde hasta ahora han entendido que su victoria electoral y su liderazgo le abrían la puerta para asumir el control de la organización regional.

El secretario general, Teodoro García Egea, cuenta con el apoyo de la dirección oficial del PP de Madrid para sostenerle el pulso a Ayuso. Y aunque desde fuera pueda parecer que al PP no le interesa meterse en estos momentos en este tipo de líos, la crisis ha llegado a tal punto que importa más dejar el mensaje de que no hay discusión de la autoridad que el coste externo de la división. En la parte nacional creen que no afectará a Casado en su carrera hacia La Moncloa.

Como ayer informó este periódico Ayuso también tiene sus bazas, y entre ellas está la denuncia de la situación irregular en la que se encuentra la actual dirección del PP madrileño. De la que se deriva un mapa de otras 55 gestoras repartidas por distritos y pueblos de la comunidad, y que también señalan como «irregulares porque deberían haber durado sólo seis meses».