Memoria Histórica: Almeida restituirá por orden judicial siete calles de Madrid que quitó Carmena

La purga de los vestigios franquistas del callejero de Madrid impulsada por el Gobierno de Manuela Carmena contuvo, al menos, siete errores garrafales. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha ratificado esta semana varias sentencias que anulaban la eliminación de los homenajes a los Caídos de la División Azul (Chamartín), El Algabeño (Hortaleza), Cirilo Martín (Moncloa-Aravaca), Asensio Cabanillas (Chamberí), Millán Astray (Latina), Crucero Baleares (Puente de Vallecas) y Hermanos García Noblejas (Ciudad Lineal). Además, está pendiente el fallo sobre Capitán Haya (Tetuán), que parte de una resolución desfavorable en primera instancia.

La falta de justificación es la razón principal por la que el TSJM ha desestima los recursos interpuestos por el Consistorio contra las sentencias estimatorias de los

Juzgados de lo Contencioso-Administrativo. Ante esta situación, según ha podido saber ABC, los servicios jurídicos municipales han recomendado que «no procede» acudir en casación ante el Tribunal Supremo, por tanto en cuestión de días todas estas decisiones serán firmes. Por lo que, según confirmaron a este diario desde el Consistorio, el gobierno de José Luis Martínez-Almeida restituirá las placas a medida que se ratifiquen.

«Vamos a seguir el criterio de los servicios jurídicos. Ha habido sentencias en las que han emitido un informe en las que no ven viable que se interponga un recurso de casación», indicaron fuentes municipales, que aseguraron que acatarán «la firmeza de las sentencias» y las ejecutarán «en sus propios términos». «Devolveremos el nombre de las calles que tenían antes de que fuesen cambiadas por el equipo de Gobierno de Manuela Carmena», sostienen las mismas fuentes.

Para el TSJM, las tres líneas que el Comisionado de la Memoria Histórica dedicó a justificar la eliminación de la calle dedicada a los Caídos de la División Azul, por ejemplo, «adolece de falta de motivación suficiente». Para el comité asesor encabezado por Paca Sauquillo la División Azul se resume en «una Unidad de voluntarios constituida para luchar contra la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, integrada en Wehrmacht nazi como la 256 División de Infantería, entre 1941 y 1943».

En la sentencia a la que tuvo acceso ABC, los magistrados recuerdan que la División Azul se formó en junio de 1941, «por lo que, obvio es decirlo, no existía ni en el momento de la sublevación militar de 1936, ni tampoco en la posterior guerra civil (1936-1939)». «Habiendo surgido en la etapa de la Dictadura, sin embargo, fue una unidad de voluntarios que se constituyó para luchar contra el Bolchevismo durante la Segunda Guerra Mundial, pero no se advierte, con datos objetivos y no juicios de valor, que ello suponga una exaltación del aparato represor propio de la Dictadura», arguyen.

Familiares de García Noblejas: «Es un triunfo moral frente a una injusticia por cuestiones ideológicas»

Haber participado en la División Azul también fue la causa por la que el Comisionado señaló a los Hermanos García Noblejas. Sin embargo, ayer el TSJM ratificó la anulación del cambio. Para sus familiares, que el callejero de Madrid vuelva a contar con el nombre de sus antepasados «es un triunfo moral frente a una injusticia fruto de una ley sectaria, la Ley de Memoria histórica, y de la irresponsabilidad de un ayuntamiento que por cuestiones ideológicas cambió el nombre de una calle por capricho». «Fueron jóvenes que tenían unas ideas y las defendieron y las mataron por sus convicciones. Por otra parte, no hay que olvidar que, además de reabirir heridas, el cambio del nombre de la calle ha perjudicado a cientos de vecinos y a numerosos comerciantes y pequeños empresarios que han tenido que rotular y modificar su dirección», recuerdan fuentes de la familia a ABC.

Más grave fue el error en el caso del torero El Algabeño. El Comisionado defendió que «José García Carranza (1902-1936), apodado Pepe El Algabeño, en julio de 1931 estuvo involucrado en la muerte de cuatro obreros en el Parque de María Luisa de Sevilla y prestó voluntaria colaboración en la sangrienta limpieza política de los barrios populares de Sevilla por Queipo de Llano al inicio de la Guerra Civil». Sin embargo, la calle no estaba dedicada a él, sino a su padre, José García Rodríguez (1875-1947). Ahora, tras tres años custodiadas en un almacén sus homenajes volverán a ser restituidos.