El PP confía en dejar sin fuerza negociadora a Vox tras las elecciones de Madrid del 4-M

Con las encuestas en la mano el Partido Popular necesitará a Vox para poder gobernar en la Comunidad de Madrid después de las elecciones del 4 de mayo. El objetivo, sin embargo, es que no se note demasiado. Es decir, que una victoria arrolladora de Isabel Díaz Ayuso deje al partido de Santiago Abascal y Rocío Monasterio como invitado secundario en la fiesta de los populares, sin otra salida que apoyar a la ganadora, y sin fuerza suficiente para otras pretensiones mayores. El Gobierno de coalición es una opción de la que prefieren ni hablar en Génova y Sol.

A falta de 32 días para las elecciones madrileñas, el escenario postelectoral que se prevé en la sede del PP es el de un triunfo claro de Ayuso en las urnas, pero sin llegar a los 69 diputados que marcan la mayoría absoluta en la Asamblea regional. En este momento podría estar en torno a los 58 o 59 diputados, según las encuestas. Por tanto, confían en que el resultado de Vox pueda complementar los votos necesarios para lograr la investidura, sin necesidad de buscar otro tipo de apoyos, como el de Ciudadanos. La confianza con el partido de Inés Arrimadas está hecha pedazos en Génova.

La última encuesta de GAD3 publicada en ABC dejaba fuera de la Asamblea a Ciudadanos al no llegar al cinco por ciento de los votos, requisito mínimo para entrar en el reparto de escaños. En ese escenario, el único apoyo posible sería Vox. Pero existe un riesgo para el PP. En el acto de la presentación de la candidatura de Ayuso, en los corrillos se habló de la posibilidad de que Vox tampoco lo alcanzara si Ayuso mantiene su tendencia al alza y atrae a más votantes del partido de Abascal. Ahora mismo parece complicado, pero no es descartable. Dentro del PP, sin embargo, no creen que la caída de Vox llegue a esos extremos, por muchos votantes que se pasen a sus filas.

En todo caso, si Vox cae es porque Ayuso sube y se queda con buena parte de sus votantes. ¿Qué ocurrirá si el PP no crece los suficiente para llegar a la mayoría absoluta y no puede apoyarse en Vox? Aunque gane en número de votos, si Ayuso no logra una mayoría para gobernar el fracaso será rotundo. Su caída, además, arrastraría a Pablo Casado, quien esta misma semana admitió que Madrid debe ser su trampolín hacia La Moncloa.

Por eso, ante lo complicado de llegar a la mayoría absoluta en este tablero político tan fragmentado, el PP sabe que tendrá que contar con Vox después de las elecciones para seguir en la Puerta del Sol y una caída de este partido también tendría su riesgo.

A estas alturas, en el PP no quieren ni oír hablar ahora mismo de un posible Gobierno de coalición con Monasterio. Su objetivo, como dejaron claro Ayuso y Casado el miércoles en el Parque Lineal del Manzanares, es un Gobierno en solitario para poder aplicar el programa del Partido Popular, y sin tener los obstáculos que, según denuncian, han tenido en los dos últimos años por la coalición con Ignacio Aguado y Ciudadanos.

Ayer, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, defendió una mayoría suficiente en torno a Ayuso, sin dependencias que pongan «palos en la rueda», para poder garantizar el cumplimiento de su programa sobre la bajada de impuestos, la reactivación económica y la libertad en educación y sanidad.

Preocupaciones de Ayuso

Ayuso ya dejó claro que su adversario en estas elecciones no es Vox y remarcó que este partido no le preocupa en absoluto. Le inquietan Sánchez, Iglesias y las políticas de ambos. Por eso no se verán ataques desde el PP a Vox en esta campaña. Simplemente, confían en ganarse el apoyo de sus votantes con el discurso de la candidata.

En el PP saben que si Ayuso logra una victoria en torno a los 60 diputados, Vox no podrá de hecho decir que ‘no’ a su investidura: sus votantes no lo entenderían. Negociarían el acuerdo de investidura, como se hizo en Andalucía, en la Región de Murcia y en la Comunidad de Madrid en las elecciones de 2019, pero sin la entrada de Vox en el Gobierno.

El rechazo a una coalición con Vox es estratégico para el PP de Pablo Casado. Un Gobierno compartido con los de Abascal sería revertir la estrategia que el PP oficializó en octubre de 2020, en la moción de censura contra Sánchez, cuando rompió de forma tajante con ese partido para volcarse en un mensaje de centro y moderado.