Los grupos de WhatsApp de padres explotan: «No puedo con el teletrabajo, casa, deberes, niños… Me estoy viniendo abajo y acabamos de empezar»

«Si consigues teletrabajar y acceder al material online de la ‘app’ del cole mientras tienes que dar de comer, conseguir que estudien y mantener vivos a varios menores te convalidan Teleco y te llaman para el Circo del Sol». Este es el tuit que se ha hecho viral estos días porque refleja la dura realidad a la que se enfrentan los padres y madres en la actualidad. Eso sí, Beatriz Salvador, su autora, lo publicó en Twitter con un toque de humor que muchos ya empiezan a perder.

«Esto es imposible. No podemos hacer nosotros lo que hacen en clase. Yo no puedo estar pendiente del teletrabajo, casa, deberes, niños… Me estoy viniendo abajo y acabamos de empezar», cuenta una madre en el grupo de WhatsApp de padres del colegio.

«No me da la vida con el teletrabajo y arrimar el hombro para que mi empresa salga adelante, como para hacer de profesora en casa. Podían habilitar conferencias online y que el profesor explicara contenido…», opina otra en el mismo chat. Todos son alumnos de 4º de Primaria.

«Los profesores dicen entender la situación pero no dejan de encargar tareas escolares y avanzan en temario nuevo. Tengo que alargar mi jornada laboral hasta tres horas para echar una mano a mi hija de nueve años con los ejercicios que no entiende. Muchos son online pero no cargan las aplicaciones así que tenemos que compartir un ordenador para teletrabajar y hacer deberes», se queja otra madre.

La suspensión temporal de las clases debido al coronavirus está poniendo más a prueba que nunca la paciencia de padres, madres, hijos e, incluso, profesores y demás personal docente, a los que también les ha cogido de imprevisto. Sin embargo, insisten: « no son vacaciones escolares».

Durante estos días, los profesores envían de forma telemática materia para los alumnos, quienes todos los días deben hacer los ejercicios correspondientes para que, después, el profesor los corrija. Mientras que unos optan por ejercicios para repasar el temario ya dado en clase, otros van avanzando. Y es que a medida que pasan los días, y en vistas a que esta situación se alargue, todos ya están asumiendo que deben ir dando pasos. Les toca, por tanto, adaptar al modo online el nuevo temario incluido en el calendario escolar del curso.

Niños de Primaria: el peor escenario

Ante este panorama, los progenitores, estallan. Los que teletrabajan se quejan de no poder compaginar sus tareas profesionales con la de ayudar a sus hijos en sus deberes, y aseguran que no pueden pretender que los pequeños lleven en casa, ante esta situación excepcional, el mismo ritmo como si todo sucediera dentro de la normalidad habitual.

En líneas generales, quienes están en peor situación son los padres con hijos en Primaria. «Los alumnos de ESO son más autónomos», explica a este diario una profesora y madre de tres niños en ESO, Primaria e Infantil. «Al mayor le mandan los deberes, los hace solo y consulta con su tutora las dudas», asegura. No pasa lo mismo con el mediano: «Cuando el pasado lunes los profesores colgaron todas las tareas, los padres mostraron su agobio y estrés en el grupo de WhatsApp», reconoce. «En el caso de la pequeña, que cursa Infantil, es más locura. No son deberes en sí pero muchas actividades, experimentos, circuitos…».

De esta situación caótica, no se escapa nadie. «El colegio envía un montón de deberes e indicaciones por su aplicación. La intención es muy buena, pero es imposible llevarlo todo a cabo si estás teletrabajando», cuenta una mamá a este diario. Su hija tiene 4 años. «No puedo teletrabajar y ser la profesora de mi hija al mismo tiempo. Así que hacemos todos los días un rato de tareas, lo que permite su atención, y hasta donde lleguemos», asegura.

En el grupo de WhatsApp de esta madre «están bastante angustiados con el teletrabajo y las tareas del cole. Cada vez que llega un nuevo aviso de la ‘app’ es una angustia», relata. «Nos han sugerido mantener las rutinas diarias de los niños -continúa-, pero es algo imposible si se trabaja al mismo tiempo».

El coronavirus también ha obligado a los padres a reorganizarse. Todos coinciden en que se ponen a trabajar lo antes posible para aprovechar el tiempo antes de que los pequeños se despierten. A lo largo del día, intentan mantenerlos entretenidos cómo pueden. Así, muchos trabajan con las canciones de Peppa Pig de fondo o de la Patrulla Canina.

«Estos días están siendo una lucha constante», cuenta la madre de otra menor de 6 años. Su hija estudia 1º de Primaria. En su colegio, los deberes se los mandan por semanas y no de todas las asignaturas. El nuevo temario es explicado por vídeos protagonizados por muñecos. «Después de verlos, tiene que hacer los ejercicios correspondientes», explica. «Pero a ti no te tratan igual que al profesor ni tampoco su comportamiento es el mismo -continúa-. Por mucho que les digas que deben hacerlo, te dicen ‘no’, ‘luego’. Y como para estar discutiendo con ellos mientras que tienes que trabajar. Además, los más pequeños no llegan a entender bien qué pasa y, en el fondo, se creen que están de vacaciones porque su rutina se ha roto de la noche a la mañana y están en casa todo el día. Avanzar con las tareas escolares es muy complicado».

«Pretenden que nos saquemos el título de Magisterio durante el confinamiento y en paralelo seguir con el curro por teletrabajo más el de casa», comenta otra madre en los grupos de WhatsApp del colegio de sus hijos que estudian Primaria. En el mismo chat, otra comenta: «Estoy por tirar la toalla. Los profesores debería organizarse mejor. Cada docente te manda los deberes del día pero cada asignatura tiene sus adjuntos, vídeos, explicaciones… ¡que hay que imprimir o visualizar!». Los deberes de los alumnos de Primaria traen de cabeza a los progenitores, que recuerdan que todo se complica a mayor número de hijos, en función de tu conexión y de ordenadores o impresoras disponibles en el hogar.

«Me parece muy complicado seguir el ritmo», «Nosotros no estamos de vacaciones en casa ni para ser profesores. Estamos trabajando», «La situación es un desquicie», comentan otros.

Los padres con hijos en ESO, aunque son más independientes, también están perdiendo la paciencia. «A ver si paran un poco ya con las tareas, que los niños están hasta arriba y no paran de preguntarme cosas», dice uno. «Esto parece un maratón de deberes, no han calculado bien», opina otro. «La Red de EducaMadrid está saturada a determinadas horas, estamos intentando mandar las cosas y no hay manera», «Menos mal que en casa tenemos dos ordenadores, y aun así no hay manera de organizarnos», aseguran otros.

Los profesores hablan

Cada colegio funciona cómo puede. Ni públicos entre sí llevan el mismo plan de acción. «Entendemos la situación de los padres y madres pero ellos también tienen que entender la nuestra: tenemos que seguir adelante con nuestro trabajo. Y lo previsible es que estos se alargue y el currículo hay que darlo», advierte. Por tanto, los que sigan mandando deberes de repaso tienen los días contados. Los nuevos temarios hay que darlos. «No podemos esperar a volver a las clases casi en mayo, por ejemplo, y dar todo lo que nos queda», comentan.

Ellos también sufren en casa el tener que encargarse de sus hijos, atender la casa y su cometido profesional. «Yo también me saturo y me agobio», asegura otra docente.

De momento, en estos primeros días, los profesores están mandando menos temario del que darían en clase. «Entendemos que los padres en casa no pueden abarcar a todo. No pasa nada. Lo mejor es que prioricen», comenta una docente de Primaria a este diario. «También -puntualiza- hay padres que nos dan las gracias por lo que hacemos, por el esfuerzo de esta extraordinaria situación. Otros, sin embargo, ante el más mínimo fallo, explotan».

«Es un caos para todos», subrayan. «Está claro que estando en casa los niños están más relajados, se lo toman de otra manera porque es otro ambiente», reconocen. Aun así, los profesores recuerdan que toca tirar de paciencia, tanto unos como otros, y advierten que «no pueden seguir retrasando más el plan de estudios». Ellos también tiene ahora, por si no fuera poco, formaciones extras con las que abordar esta situación, mientras que no saben qué pasará con las jornadas de puertas abiertas, previstas para estos días, o las matriculaciones del curso que viene. «Paciencia para todos», insisten, porque esto no ha hecho más que empezar.