El Casademont se estrena con victoria europea en casa y confirma su gran estado de forma (70-69)

Venció con sufrimiento –más del que se esperaba- el Casademont Zaragoza al Falko en la Basketball Champions League por 70-69. Los aragoneses no cuajaron un buen partido, especialmente en ataque, pero ganaron, que era lo único importante y su única tarea. Cumplieron, por lo tanto. La afición zaragozana vivió un partido de infarto con final alegre para confirmar un espectacular inicio de liga.

No contaba el Casademont Zaragoza con tres piezas importantes en sus filas. Se trataba de Fran Vázquez y Jonathan Barreiro, que salieron tocados del encuentro ante el Barcelona. San Miguel, prácticamente recuperado, tampoco lo hizo por precaución. Se llevaba anunciando un tiempo que las rotaciones llegarían al Príncipe Felipe de la mano de la Champions. Sin embargo, Alocén, Seeley, Radovic, Justiz y Brussino, claves toda la temporada, componían el once inicial.

Llamaba la atención la escasez de kilos y centímetros en las filas del Falko, un equipo menudo que de igual manera comenzaba el encuentro por delante de los locales. No salieron atinados los zaragozanos que se ponían ocho por debajo con menos de cuatro minutos de juego. Pesaba el cansancio del fin de semana, pero a este Casademont le van los retos. Empezaba a verse el equipo de siempre, el de verdad, o al menos el más efectivo. Dos puntos les separaban al final del primer cuarto (14-16). Se notó el acierto de Javi García al entrar, y también los fallos poco habituales de Seeley y Justiz.

El segundo cuarto ya fue otra historia diferente. Vit Krejci y Javi García tiraban del carro como si estuviesen habituados a hacerlo siempre. Se ponían siete arriba los zaragozanos, 30-23 a falta de poco más de tres minutos y medio para el descanso. Sin embargo, Justiz estaba fallón y costaba puntos. La ventaja se redujo a tres. Debutaba Aitor Etxeguren y lo hacía con un triplazo que le permitía a los zaragozanos elevarla a cinco. La joven promesa apunta muy buenas maneras. Y así se llegaba al descanso, con el marcador 33-28.

Volvían los aficionados al asiento y los jugadores a tratar de sacar el partido adelante. El partido seguía una tónica similar al segundo cuarto. A veces aumentaba considerablemente su ventaja y, de repente, el Falko se acercaba hasta colocarse uno por debajo. El resultado del encuentro, ante un rival teóricamente inferior, peligraba. Justiz no entraba en el partido, y tampoco era el día de Alocén. Las imprecisiones reinaban en el Felipe. Al final del tercer cuarto, seguían cinco arriba los zaragozanos

Se acercaba el final y los nervios cundían en el Felipe. Tras un 2+1 de los húngaros se ponían dos por debajo. 53-51 y casi nueve minutos de juego. Una personal de Krejci otorgaba la posibilidad de ponerse por delante a los visitantes y no la desaprovecharon. El Casademont aun tenía muchas cosas que decir en un partido de lo más emocionante. Había numerosos fallos, especialmente a la hora de atacar. Y cuando los dejaron a un lado, pudieron ponerse uno por encima. Quedaba 1:11.

El Felipe sabía que era un minuto de infarto. Puso todo de su parte, subió los decibelios, animó como siempre, pero a falta de 23 segundos se encontraban uno por debajo. Y a falta de cuatro, uno por encima. La locura era máxima en el Príncipe Felipe. Únicamente cuatro segundos de todo o nada, de vida o muerte. Dos segundos y balón para los visitantes. Y, tras no lanzar a canasta, final. Casademont Zaragoza 70-69 Falko. Estalló de felicidad otra vez el pabellón tras ganar un partido en el que se sufrió más de lo que se debía. Los zaragozanos vuelven a triunfar en Europa y ya suman dos victorias y un empate. El equipo vuela a la parte alta de la tabla y confirma su espectacular inicio de campaña.