El PP llevará en su lista europea a Adrián Vázquez, Susana Solís y Eva Poptcheva. Los dos primeros irán en puestos de salida junto a Dolors Montserrat.
Hubo un día en que Ciudadanos se creyó las encuestas que lo situaban como fuerza más votada -que alguien te quiera como Metroscopia quería en 2018 a Albert Rivera– y se creyó la letanía machacona del sorpasso. Hubo un día, es verdad, en que la herencia de Mariano Rajoy, los errores no forzados de Pablo Casado, el aliento impetuoso de las élites empresariales y las efervescencias de la demoscopia sentaron a la formación naranja en la mesa de los grandes partidos. Igual que Podemos, pero por un camino muy distinto: su seducción era bastante más cosmética -qué otra cosa es ya esa «regeneración» sino chapa y pintura- que ideológica. Cuando a Rivera se le acabó el periodo de garantía, el electorado lo abandonó dramáticamente, en uno de los descalabros más estruendosos y formidables de la historia política reciente.
Seis años después, Ciudadanos es un muerto en vida. En la M-30 del Congreso ya hay quien lo llama «el partido sin alcohol», porque sus expectativas son «cero-cero». Ni en las catalanas ni en las europeas tiene la más mínima opción de sobrevivir. Y lo saben. Como David Carradine en la de Tarantino, Cs da sus últimos cinco pasos antes de caer definitivamente fulminado.
El penúltimo clavo de su ataúd se lo va a poner la próxima semana Alberto Núñez Feijóo, cuando presente la lista del PP a las elecciones europeas. Según ha confirmado EL MUNDO, los populares han cerrado la incorporación de los tres principales alfiles que le quedaban al espacio naranja en el Parlamento Europeo: Adrián Vázquez, Susana Solís y Eva Poptcheva. Vázquez -presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara- y Solís irán en puestos de salida, acompañando a Dolors Montserrat dentro de los 20 primeros lugares de la lista. Poptcheva, en el siguiente tramo.
El PP tiene unas expectativas demoscópicas muy halagüeñas para los comicios del próximo 9 de junio. La última encuesta de Sigma Dos para este diario le augura el 38% de los votos y 25 escaños en la Eurocámara. Es decir, 13 más de los que tiene actualmente, y muy por encima de los 19 que obtendría en esta ocasión el PSOE (uno menos que hace cinco años, a pesar de que España suma esta vez siete asientos más: de 54 a 61 eurodiputados).
Alberto Núñez Feijóo, anunció también este miércoles que el escritor Fernando Savater ocupará el último puesto de la candidatura de su formación a las elecciones europeas . «Fernando Savater cerrará la lista del PP en los comicios europeos. Es una voz autorizada y con una biografía comprometida en la defensa de los valores democráticos. Es la hora de unirnos, fuera y dentro de la política. En la calle y en las urnas. Por la igualdad y las libertades», avanzó Feijóo.
A sus 76 años, el filósofo ocupará este puesto simbólico después de haber sido una de las voces más críticas con la amnistía.
El lunes, Esteban González Pons y Feijóo estuvieron comiendo juntos en un conocido restaurante de la calle de Almagro de Madrid, para rematar la lista comunitaria. Pons es el jefe de campaña del PP en las europeas y tiene muy buena relación con Vázquez. Hay que destacar por encima del resto este fichaje. Hasta marzo, Vázquez era el secretario general de Cs, pero abandonó la formación naranja tras no poder llegar a un acuerdo para concurrir junto al PP a las elecciones catalanas y comunitarias.
Las presiones de Cs en Cataluña, lideradas por su portavoz, Carlos Carrizosa, le impidieron consumar la absorción en la lista popular. Entonces, el PP le había prometido tres puestos de salida en Cataluña y dos en Europa. Esto último lo ha cumplido ahora Cuca Gamarra, que ha sido quien ha consumado este fichaje. De hecho, la número dos del principal partido de la oposición comenzó a reunirse con él en 2023.
El día en que dimitió, el 22 de marzo, Vázquez concedió una entrevista a este diario en la que ya justificaba que el único «frente» común del constitucionalismo en defensa del Estado de Derecho era ya el PP. «Los que han querido evitar este gran acuerdo para un frente amplio claramente no vivían en la realidad. Ése es el problema. Y la obcecación», dijo. Fuentes conocedoras de las negociaciones añaden que Vázquez les habría transmitido que «el único proyecto viable para echar a Sánchez y defender el Estado de Derecho en España es el PP».
La «asturiana y madrileña» Susana Solís es el segundo fichaje naranja de Feijóo. Solís, ingeniera de formación, ha jugado un papel versátil en la Eurocámara, con especial hincapié en la economía, la industria, el desarrollo regional, la igualdad de género y la inteligencia artificial. Fue diputada autonómica en la Comunidad de Madrid. También estuvo en la ejecutiva de Cs desde 2017 hasta 2019.
Algo más conocida para el público español es Eva María Poptcheva. Nació en Bulgaria pero es española. Doctora en Derecho Constitucional y vicepresidenta de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara, también ha batallado junto a Adrián Vázquez contra la Ley de Amnistía que actualmente se tramita en el Senado.
PROHENS RECIBIÓ AMENAZAS DE MUERTE: «NO ME VICTIMIZARÉ»
El Ayuntamiento de Alpedrete (Madrid), en manos de PP y Vox, les ha arrebatado a Paco Rabal y a Asunción Balaguer sus honores en el callejero. A Rabal, genio incontestable del cine español, lo han descabalgado de su plaza para llamarla Plaza de España. Su esposa, actriz de relumbrón, daba nombre a un centro cultural que ahora se llamará La Cantera. Pues bien, esta «censura» debería ser la última que aceptase el PP, porque Génova se ha conjurado para secarle ese camino a Vox: «Ni una más». ¿Y por qué no empiezan por revocar semejante atropello en Alpedrete?
MARCHA ATRÁS SOBRE LA DISOLUCIÓN DE PARTIDOS
El pasado 3 de enero, cuando toda España miraba hacia el PSOE por la tramitación exprés de la Ley de Amnistía, el PP se descolgó con una enmienda a la totalidad en la que proponía la disolución de los partidos no ya que consumasen una intentona secesionista, sino que la impulsaran. El plan del PP era recuperar esa reforma legal, pero en forma de enmienda parcial, en la tramitación del Senado, porque allí sí saldría adelante. Pero finalmente ha cambiado de opinión y no lo hará. En plena campaña, como para fabricar semejante charco… y encima pisarlo.