Edelvives, la editorial centenaria que enseña la lección hasta con inteligencia artificial

El grupo aragonés de educación cumple 135 años en un sector en plena reconversión en el que está sabiendo crecer y reinventarse con una apuesta constante por la diversificación y la innovación

La compañía abandera un modelo que conjuga con un sano equilibrio la esencial del papel con la aplicación de nuevas tecnologías.

Alcanza los mil trabajadores y en 2023 logró una facturación récord de 142 millones

Hace 15 años había en España unos 25 sellos editoriales de libros de texto. Hoy apenas queda cinco grandes empresas tras el proceso de concentración vivido en un sector maduro y en reconversión por la irrupción de la digitalización, entre otras amenazas. En este difícil mercado se mueve el Grupo Edelvives, que ha conseguido sacar provecho de las adversidades como lo demuestra la facturación récord que alcanzó en 2023, con 142 millones de euros y un crecimiento del 14%. La editorial aragonesa, la más antigua del país, ha sabido leer los tiempos a la perfección y superar con nota los retos de este complejo negocio.

Se trata de una empresa centenaria, con 135 años a sus espaldas, pero su éxito actual no vive del pasado, sino de la constante apuesta por la innovación y la reinvención. Un equilibrio perfecto en el que combina la esencia de los libros y materiales educativos en papel con la aplicación de las nuevas tecnológicas, a cuya ola se ha subido sin remilgos y con anticipación, incluso con la introducción de inteligencia artificial (IA). «Tenemos el propósito de ser una empresa transformadora, que haga o proponga cosas diferentes para los educadores», asegura Javier Cendoya, director general del grupo, presente en 28 países y con sedes propias en México y Argentina.

La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial

La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial / JORGE HERAS PASTOR

El origen de Edelvives se remonta al año 1887, cuando cuatro hermanos maristas franceses llegaban a Gerona para aprender español, ya que deseaban marchar a Iberoamérica como enseñantes. En su periplo se dieron de bruces con otra realidad: la deficiente educación de la España de la época. Acabaron por quedarse y fundar una escuela. Como complemento a su sistema educativo, la compañía de religiosos editó sus propios textos escolares. De ahí surgió el germen de la editorial.La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial

La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial / JORGE HERAS PASTOR

Cambio de nombre

En 1932, el nombre originario, FTD, cambia por el del humanista español Luis Vives. En 1936, un incendio provocado acaba con los talleres de Barcelona. Un año después, en 1937, se crea la sede de Zaragoza con una imprenta en la calle de las Artes (ahora Bolonia) y la encuadernadora en la calle de Cervantes. En diciembre de 1938, Edelvives arranca su actividad con la publicación de dieciocho libros, varios mapas, cuadernos y hojas de dibujo.

La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial

La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial / JORGE HERAS PASTOR

Los talleres se quedaban pequeños y en 1941 se traslada a la zona de ensanche de la ciudad, en la Gran Vía de Fernando el Católico, con un edificio de 12.000 metros cuadrados, en cuyas instalaciones se realizaba la totalidad del proceso editorial. Ya en 1975, estrena un nuevo edificio, en la carretera de Madrid, obra del arquitecto aragonés Joaquín Maggioni. Allí siguen estando hoy la base de operaciones de la compañía, unas instalaciones que concentran tanto sus oficinas centrales como la planta de impresión, el almacén y el silo de libros. Cuenta con otras tres sedes editoriales en Madrid, Barcelona (Baula) y Bilbao (Ibaizabal).

La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial

La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial / JORGE HERAS PASTOR

La compañía ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años gracias en parte a la integración de procesos productivos y la diversificación de actividades. A ello ha contribuido también su propuesta educativa Fanfest, que le ha permitido ganar cuota de mercado con la implantación de la última reforma educativa (Lomloe).

La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial

La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial / JORGE HERAS PASTOR

La implantación de la nueva normativa suponía «un riesgo grande», un proceso «muy complejo» que Edelvives ha aprobado con sobresaliente al haber crecido un 27% en el mercado de libros de texto en los dos últimos años. «Somos una marca amable y simpática. Los profesores, nos escojan o no, nos ven en positivo», destaca.

La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial

La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial / JORGE HERAS PASTOR

Los libros de texto son el corazón del negocio (el 65% del total), pero con un creciente papel de la literatura infantil y juvenil (15%), donde tiene un especial tirón en la impresión de cómics para sellos como Norma. El resto de sus ingresos proceden de los servicios que ofrece a otras editoriales vinculados a la impresión y la logística. La compañía cuenta actualmente con cerca de 1.000 empleados, de los que 650 están en España, una cifra que se ha duplicado en 15 años. De ellos, 450 trabajan en Zaragoza.

La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial

La editorial centenaria de libros de texto que enseña la lección hasta con inteligencia artificial / JORGE HERAS PASTOR

Única con imprenta propia

Cuando en el sector empezaron a cerrarse las plantas de impresión para derivar la producción a países de bajos costes como China o la India, Edelvives decidió ir a contracorriente y 2007 hizo una apuesta estratégica por mantener esa actividad. Hoy es la única editorial con una imprenta propia, algo que cobró especial valor durante la pandemia. No solo eso, en los últimos años ha ampliado las instalaciones y servicios, con la integración de actividades como la encuadernación en tapa dura o el packaging (embalaje).

La planta de impresión está a la vanguardia en tecnología, dotada con equipos de última generación que requieren de elevadas inversiones. Cuenta seis máquinas de impresión de tecnología offset, 18 plegadoras, dos trenes de encuadernación rústica, una unidad de producción de tapa dura, así como otras tantas cosedoras, grapadoras o una sección de manipulado (espiral). Entre sus últimas adquisiciones, una máquina capaz de realizar 16.000 pliegos a la hora. De aquí saldrán este año unos 20 millones de libros, el 60% de ellos producidos para terceros clientes, la mayor parte del extranjero.

Con la logística le ha pasado parecido. El lugar de externalizarla, la editorial optó por hacer una apuesta a lo grande, con grandes inversiones que le han llevado a convertirse en el mayor distribuidor del sector, con 8.000 referencias propias y 300.000 de terceros. En este logro ha jugado un papel determinante la apertura de un gran almacén en Épila para la distribución de libros de otras firmas. «Nos gusta analizar los mercados en forma de oportunidades», destaca Cendoya.

Edelvives ha seguido la misma receta con el desafío de las nuevas tecnologías, que «parecía que iban a arrasar con todo en el mundo editorial». «Hemos hecho las cosas de forma muy coherente», explica. En el año 2014, cuando la compañía consideró que el mercado «estaba maduro», se convirtió en la primera editorial del mundo –y lo sigue siendo– que hizo una alianza con Google. «Teníamos una solución muy interesante y eso nos catapultó», asegura el director general del grupo, que ha logrado posicionarse en el mercado digital de la educación. «Somos la editorial más avanzada tecnológicamente del mercado», asegura. Lo hace con una propuesta que combina el soporte en papel de los libros con una plataforma digital. Para el desarrollo de esta área, cuenta para ello con dos firmas tecnológicas, Oneclick y Globaleduca.

Acertar en esa simbiosis de lo digital y el papel es uno de los grandes retos que afronta la editorial, que encara otras amenazas que acechan su negocio como la mayor reutilización de los libros, los sucesivos cambios de leyes educativas o la decreciente natalidad. «No es un sector fácil ni mucho menos», subraya Cendoya, que confía en superar los desafíos del futuro con la misma receta que tan buenos resultados les ha dado hasta ahora: «Ver las amenazas de mercado como oportunidades».

Un laboratorio de ‘startups’ de educación

La vocación innovadora de la que hace gala la editorial aragonesa queda patente en la incubadora de startups Edelvives Lab, que se puso en marcha hace ya diez años. «Este el lugar donde experimentamos», explican desde la compañía, que dota de recursos a los proyectos de jóvenes emprendedores que tengan una idea novedosa relacionada con la tecnología y la educación. «Tratamos de atraer a gente valiosa y con criterio para estar a la última en todo lo que tiene que ver con la tecnología y nuestro sector», explican. El espacio, ubicado dentro de la sede zaragozana de la compañía, cuenta actualmente con cuatro emprendedores. De aquí han salido proyectos de éxito como Academia de Inventores, una iniciativa que busca incentivar desde la infancia la pasión por dedicarse a la investigación y la invención. Se lanzó al mercado hace cinco años con el apoyo de Edelvives y ha logrado asentar su propuesta. Cuenta con numerosos reconocimientos y dos centros abiertos en la capital aragonesa y Madrid. Entre sus promotores está Luis Martín, presidenta de AJE Zaragoza.