Jornada en Zaragoza: los sesgos de género están «enraizados» en la práctica clínica

El evento ‘Salud Pública y Mujer’ ha evidenciado las «desigualdades» y las «brechas» que existen en el acceso equitativo al sistema sanitario

El acceso al sistema sanitario no es equitativo entre hombres y mujeres y esas «desigualdades» se evidencian tanto en el diagnóstico como en el tratamiento. «Los sesgos de género están enraizados en la práctica clínica, en la investigación y en los ensayos clínicos y lo que tenemos que hacer es visibilizar esa realidad», ha señalado este jueves en Zaragoza la ministra de Sanidad, Mónica García, con motivo de la celebración de la jornada Salud Pública y Mujer.

El evento, organizado por la Dirección General de Salud Pública del Departamento de Sanidad del Ejecutivo autonómico, el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y la compañía farmacéutica Organon, ha servido para poner sobre la mesa varios ejemplos de esas «desigualdades». El consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, ha reconocido que en el ámbito del diagnóstico de las enfermedades, la profesión médica ha utilizado «históricamente» los signos y síntomas masculinos, teniendo «muy poco en cuenta» las diferencias entre hombres y mujeres.

«Cuando venía un hombre a consulta con un dolor torácico se abordaba como un infarto de miocardio. Sin embargo, si venía una mujer con los mismos síntomas se trataba como ansiedad. Con el tiempo se ha comprobado que esto no es así y tenemos que seguir avanzando hacia la equidad», ha dicho.

La propia ministra ha contado una experiencia personal: «Sabiendo que esto no debe ser así, una mujer cercana a mi tuvo síntomas de infarto de miocardio y no fui capaz de verlo», ha confesado.

En el ámbito de la investigación, los datos muestran también que las mujeres están poco representadas en los ensayos clínicos. Así, en la fase inicial el porcentaje de mujeres que participan es tan sólo entre un 21% y un 32%, y debería aproximarse al 50%. Por otro lado, «solo un 1% de la investigación» en el ámbito de la salud se destina a las patologías específicas de la mujer, ha apuntado Bancalero.

«Quizás la mayor desigualdad está en el riesgo de enfermar y la evolución de la enfermedad, que son desiguales en el hombre y en la mujer, debido principalmente a los determinantes sociales de la salud. Un ejemplo evidente son las mujeres mayores que viven en soledad y con menores ingresos», ha matizado el consejero.

Peor salud

Con el fin de poner remedio a esta situación, durante la jornada de este jueves se ha impulsado la Carta de Zaragoza, que fija como objetivo para la próxima década, de 2024 a 2034, contar con un sistema de salud que garantice la equidad e incorpore los determinantes sociales de la salud y los ejes de desigualdad, específicamente, entre hombres y mujeres.

Por su parte, el director general de Organon, Juan Vera, ha expuesto que «el 50% de la población son mujeres, pero su salud está infraestudiada e infrarepresentada en cualquier investigación». «Es importante acabar con esa brecha de conocimientos sobre su salud. El resumen es que las mujeres viven más años, pero con peor estado de salud y eso hay que cambiarlo», ha recalcado..

Organon ha presentado esta misma semana sus datos en el Congreso de los Diputados, junto con la Fundación Gaspar Casal, donde ponen de relieve que «las mujeres muestran una mayor probabilidad de tener problemas de salud que los hombres», ha insistido.