El 60 aniversario del colegio Montessori ha empezado por todo lo alto con la conferencia ‘Valores de la Adolescencia’, impartida por el psicólogo forense Javier Urra.
En 1963, comenzó lo que es ahora este centro educativo con el primer colegio San Juan y San Luis Gonzaga. Fue en 1978 cuando se fundó el Colegio Infantil Montessori, uno de los primeros colegios en incorporar la metodología Montessori en España, de la mano de sus fundadores, doña Amparo Dueñas Esteban y don Luis Manuel García Urrea, pioneros de su metodología pedagógica en España.
A cargo de la segunda generación, 60 años más tarde, la familia García-Dueñas continúa con este centro educativo bilingüe que se ha consolidado como un referente en Aragón y que cuenta con más de 1.300 alumnos repartidos en etapas educativas que cubren desde infantil hasta bachillerato, así como ciclos formativos de grados medios y grados superiores.
60 años educando talento
Un acontecimiento como es el 60 aniversario merece una celebración a la altura. Por eso, están planificados cuatro actos que tendrán lugar a lo largo de 2024 para conmemorar la importancia de la educación y la trayectoria del colegio. El encargado de abrir tal homenaje ha sido el psicólogo forense en excedencia voluntaria de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y Juzgados de Menores de Madrid, Javier Urra, quien habló sobre los valores de los adolescentes ante un gran público el pasado 24 de enero en el Patio de la Infanta de Ibercaja.
El también presidente de la Comisión Deontológica del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid reunió los 30 problemas que llevan a tener «una visión muy negativa de la adolescencia». El gran problema, que tiene que ver con el resto de los discutidos, es el acoso escolar y el consecuente suicidio adolescente. Urra incidió en que uno de los mayores errores es sacar a la víctima del colegio y no al acosador. «A la gente no le gusta lo distinto, le gusta que le den la razón» y, según el psicólogo navarro, eso nos convierte en «odiadores». «Nacemos como seres humanos, pero nos hacemos personas con el otro, es decir, el yo solo existe con el tú», aseguró. Por ello, hizo especial hincapié en que, para entender al otro, es fundamental utilizar el lenguaje y la palabra. El problema viene porque «se está perdiendo la capacidad de comunicarse».
El ex defensor del Menor de la Comunidad de Madrid incidió entonces en que, aunque sin memoria no hay futuro, «hay que motivar a los jóvenes a pensar, a tener conciencia propia y a saber qué está bien y qué está mal», porque la mayoría de los problemas de la sociedad son educacionales.
Por eso, afirmó que hay que dar a los jóvenes «un buen baño de humildad», además de herramientas para que sean capaces de actuar según los principios de sensibilidad, fraternidad, responsabilidad, humor y, entre otros, amor, porque «los jóvenes no son el futuro, son el presente» y hay que pararse a escucharlos.
Por otra parte, también habló de la dependencia al teléfono, de que los niños tienen acceso a la tecnología desde muy pequeños y de cómo es necesario disponer de capadores para evitar el acceso a la pornografía desde tan jóvenes, siempre respetando el derecho de intimidad, dignidad y honor de los menores.
Por eso, es esencial que los profesores sean consientes de su posición de liderazgo, como también deben hacerlo los padres y alumnos. Porque «la sanción es parte de la educación, deben sentir culpabilidad si hacen algo mal», aseguró Urra, apoyado por el director Luis Jorge García: «Sin los profesores, no sería posible».
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