Los españoles creen que la crisis climática es más grave que la del coronavirus

La concienciación sobre el reto del cambio climático y sobre los problemas a los que se enfrenta el medio ambiente ha arraigado entre los españoles. El 80% de la población ve la crisis ecológica de extrema gravedad, el mismo porcentaje que atribuye el cambio climático a la actividad humana. Tanto es así que, pese al duro golpe que ha asestado la pandemia en todo el mundo, hoy la mayoría de los españoles considera que el reto del cambio climático es más grave que el coronavirus.

Son datos que se desprenden del estudio «Valores, actitudes y conducta medioambiental de los españoles» de la Fundación BBVA publicado este domingo en el Día Mundial del Medio Ambiente. La encuesta, realizada a 4.500 personas, fue realizada entre julio y diciembre del año pasado, en pleno auge de las variantes del coronavirus Delta y Ómicron y antes de que estallara la guerra de Ucrania y de la subida de precios de los carburantes y la electricidad.

El medio ambiente ocupa cada vez más los temas de conversación entre los españoles, un reflejo de cómo ha ido ganando protagonismo y relevancia. Si en 2005 solo un 25% de los españoles aseguraba que hablaba con familiares y amigos sobre el tema, hoy es la mitad de la población la que lo hace. También ha crecido la población que cree que es un problema al que se le da menos importancia de la que realmente tiene: en 2008 lo pensaba tan solo el 44% de los españoles, mientras que hoy ese porcentaje llega al 71%.

Ayuda que la percepción mayoritaria es que el cambio climático ya está teniendo impactos en España. Así lo cree el 78%, la misma cifra de personas que apuntan a que este afectará «mucho» o «bastante» a su familia y a él personalmente. El aumento de la temperatura en España, los períodos de sequía prolongados y aumento de incendios forestales están entre las consecuencias que ven más probables, así como el aumento de enfermedades o un incremento tanto de pandemias como de migraciones hacia el norte.

Causas y aportaciones

En general, los españoles (un 88%) consideran que el nivel de consumo actual contribuye mucho o bastante a acelerar el cambio climático, y una amplia mayoría opina lo mismo sobre el uso de medios de transporte como el automóvil (86%) y el avión (80%). Muchos son los que han modificado sus hábitos para paliar la problemática, siendo mayoritario el reciclaje (el 87% asegura que «siempre» o «frecuentemente» separa el cristal, las latas, el plástico o el papel) o el consumo de productos locales o de temporada (83%). También se evita el uso de bolsas de plástico nuevas al hacer la compra (81%), se limita el consumo de agua y de electricidad (79%), se compran electrodomésticos de bajo consumo energético (78%), reduce el uso de la calefacción (74%) y del aire acondicionado (69%).

Sin embargo, en el campo energético y del transporte, el cambio de hábitos está menos extendido. Solo un 44% afirma haber instalado equipos para controlar el consumo de energía en el hogar y es aún más minoritaria la contratación de electricidad verde (24%) o la instalación de paneles solares (12%). Además, todavía genera cierta resistencia la idea de restringir o evitar el uso de vehículos particulares para los desplazamientos, sobre todo en el periodo vacacional. Apenas un 30% asegura evitar o no utilizar el coche o la moto por motivos de ocio. La bici tampoco termina de arraigar: solo un 12% afirma utilizarla para desplazarse en su ciudad.

Sin embargo, destaca que, en la búsqueda de soluciones, la mitad de los españoles se declaran dispuestos a pagar un 5% más por el agua, el gas y la gasolina. Aunque la medida genera cierta controversia. El 54% se declara dispuesto a pagar más en pro del medio ambiente, alrededor de un 20% adopta posiciones intermedias y aproximadamente un 30% las rechaza. El perfil de quienes están dispuestos a pagar más por el gas, por ejemplo, se caracteriza por ser hombre, joven, que sigue estudiando en la actualidad, se declara de izquierdas y tiene un conocimiento medioambiental alto.