La UE rebaja sus previsiones por la guerra y deja a España a la cola de la recuperación

La guerra está exacerbando los factores adversos preexistentes para el crecimiento de la economía europea que en anteriores previsiones se esperaba que disminuyeran por lo que la Comisión Europea ha decidido revisar a la baja las perspectivas de crecimiento y de la inflación en la UE debido a las presiones alcistas sobre los precios de las materias primas, nuevas interrupciones en el suministro y un aumento de la incertidumbre.

En el caso de España, la Comisión considera que seguirá a la cola de todos los indicadores sobre recuperación y ha disminuido hasta el 4% su previsión de crecimiento 2022, 1,6 puntos menos de lo que había calculado. El año que viene se prevé que la economía española también crecerá un punto menos de lo previsto hasta ahora y alcanzará el 3,4% lo que podría permitirnos recuperar el nivel previo a la pandemia en el tercer trimestre, muy por detrás de los demás países.

En general se prevé que el PIB de la UE se mantenga en territorio positivo a corto plazo, gracias al efecto combinado de las reaperturas posteriores al confinamiento y a las firmes medidas políticas adoptadas en algunos países para apoyar el crecimiento durante la pandemia. Bruselas también es espera que la inversión se beneficie del pleno despliegue del Fondo de Recuperación y Resiliencia y la implementación de la agenda de reformas que lo debería acompañar.

En cifras, las previsiones de primavera de la Comisión que se acaban de publicar prevén un crecimiento tanto en la UE como en la zona euro del 2,7 % en 2022 y del 2,3 % en 2023, respecto a las cifras (4,0 % y el 2,8) del invierno. Además, la inflación se ha revelado más persistente de lo esperado.

Para España, Bruselas estima una inflación del 6,3% para el presente ejercicio, frente al 2,8% estimado a principios de año, en las que son las primeras previsiones económicas del ejecutivo comunitario desde el estallido de la guerra. La previsión, con todo, se queda por debajo de la media comunitaria, del 6,8%.

«Se prevé que la inflación alcance su punto máximo a mediados de 2022 y una media del 6,3% en 2022», ha señalado el Ejecutivo comunitario en su análisis, en el que ha apuntado a un deterioro del poder adquisitivo de los españoles por el alza de precios lo que propiciará que el consumo se mantenga en niveles inferiores, todavía, a los de la pandemia. Bruselas señala que el alza de los precios de la energía en España ha sido más rápida que en otros países de la zona euro, lo que puede tener consecuencias en sectores como el transporte, la construcción o la industria electrointensiva y, en paralelo, podría afectar al consumo privado