La nueva embajadora de EE.UU. despliega una intensa agenda centrada en Defensa

Dos semanas después de llegar a Madrid, Julissa Reynoso acudió ayer al Palacio Real para presentar sus cartas credenciales a Felipe VI. Hasta ayer, la actividad de la nueva embajadora de EE.UU. en España no se ha limitado a instalarse en el número 75 de la calle Serrano, donde se encuentra la emblemática sede de la jefatura de misión estadounidense.

Consciente de que su llegada se produce en un momento crítico por la crisis de Ucrania, lo primero que ha hecho la embajadora nada más llegar -y después de presentar las copias de estilo de las cartas credenciales en la nueva sede del Ministerio de Asuntos Exteriores-, ha sido abordar las relaciones bilaterales entre España y EE.UU. en el ámbito de la Seguridad y la Defensa.

Para ello, el martes Reynoso acudió al Ministerio de Defensa para reunirse con Margarita Robles. Hablaron sobre la estrecha colaboración que España y EE.UU. mantienen desde hace décadas en materia de Defensa. Robles y Reynoso coincidieron en que, como aliados de la OTAN, España y EE.UU. comparten preocupación y postura frente al despliegue de tropas rusas en la frontera con Ucrania. La ministra señaló que España «es un aliado sólido, flexible y solidario que apoya a sus aliados en la búsqueda de una solución diplomática».

Esta reunión tuvo lugar días después de que Reynoso acompañase a Robles al acto de entrega al Ejército del primer helicóptero Chinook -una versión más moderna del CH-47 F-, que se celebró en la Base Coronel Maté en Colmenar Viejo (Madrid).