Casado vincula su política europea a la del centro-derecha alemán

Pablo Casado formó parte ayer de un momento de cierto carácter fundacional para el centro-derecha alemán, en el que el sucesor de Merkel, Friedrich Merz, recién nombrado presidente de la Unión Cristianodemócrata (CDU), restablecía la alianza con el partido hermano bávaro CSU y daba paso a una nueva era en la formación política. El líder del PP expuso en el Kausurtag, la reunión en la que los conservadores alemanes fijan su estrategia política para todo un año, su deseo de que «sea la OTAN la que guíe las posición de nuestros dos países en la crisis de Ucrania» y que «la UE debe tener una posición clara y común sobre la manera de resolver este conflicto».

Tras un almuerzo con Merz, en su intervención ante los 40 participantes presenciales, Casado fue muy aplaudido por propuestas como «la posibilidad de expansión de la OTAN a otras potencias, como Australia, Japón o India, para que lo que se ha configurado en torno a Australia, Reino Unido y EE.UU. no quede al margen» y que «los fondos europeos, que son un mecanismo eficaz, sean utilizados con transparencia, objetividad y acompañados por reformas estructurales que permitan crear empleo y crecer». «Ha habido una gran sintonía entre los dos líderes», informaban después fuentes de la CDU, que destacaban la sugerencia de Casado de «una institución independiente para gestionar los fondos europeos».

Casado es el primer líder internacional que Merz recibe en la Casa Konrad Adenauer de Berlín como presidente de la CDU, antes incluso que a la francesa Valérie Pécresse, que ha sido invitada la semana próxima. «El señor Merz ha deseado mucha suerte al líder del PP en las próximas citas electorales», subrayaban fuentes populares que incidían en la cordialidad del encuentro, y añadían que la mayor parte de la conversación entre ambos versó sobre Ucrania, punto sobre el que tanto Merz como el presidente de Baviera Markus Söder y el presidente del grupo parlamentario de la CSU Alexander Dobrindt, con los que también se reunió Casado, estuvieron de acuerdo en la conveniencia de que el Gobierno alemán se sume con mayor claridad a la posición común europea, bastante más crítica con Rusia que la que mantiene el Ministerio de Exteriores alemán. «Se le ve en un buen momento», juzgaban después de estas reuniones fuentes cristianodemócratas alemanas, según las cuales los líderes de centro-derecha de España y Alemania «mantienen una relación cordial y fluida», más «familiar» que la foto que la derecha soberanista europea se ha hecho recientemente en Madrid y «de más confianza».