Un autónomo pagará el triple que en Reino Unido y el doble que en Francia y Alemania

Nadie dijo que ser autónomo fuera una tarea fácil, más bien todo lo contrario. Levantar la persiana cada día se está convirtiendo en un heroicidad en un país estrangulado todavía por un virus que llegó de Wuhan y puso al mundo patas arriba. Ahora, el Gobierno les plantea un nuevo sistema de cotizaciones por ingresos reales que puede ser el golpe definitivo para un colectivo que genera un tercio del empleo en España, un país que ya despunta por tener las cuotas más elevadas en en Europa. De prosperar la reforma de Escrivá un autónomo pagará en España el triple que en Reino Unido y el doble que en Francia y Alemania.

La propuesta que está encima de la mesa acaba con la voluntariedad en la elección de la base de cotización de los tres millones de autónomos y sustituye el modelo por 13 tramos de ingresos (que sería el equivalente a las actuales bases), cada uno de ellos con una cuota mensual asignada.

Los cambios no serán inmediatos, se desplegaran en un periodo de nueve años, entre 2023 y 2031, y el argumento para hacerlo es que el régimen en el que cotizan estos trabajadores provoca un agujero en el sistema de 10.000 millones.

El esquema diseñado por el ministro Escrivá persiguen que aquellos autónomos que ganen por debajo del tramo entre 900 y 1.125,90 euros paguen una aportación inferior a la actual y el resto paguen más. Según los cálculos de la Seguridad Social esto se traducirá en que dos tercios de los actuales autónomos verán rebajada su cuota y el tercio restante notablemente incrementada. Un cálculo muy distinto al realizado por ATA, que asegura que la cuota subirá para la mitad de los trabajadores, «una ruina», dijo su presidente, Lorenzo Amor, en una entrevista con ABC. Explicó que 1,8 millones sufrirán en dos años un alza del 40% y 1,4 millones una rebaja de apenas el 10% y alertó de que con esta reforma muchos autónomos tendrán que dedicar casi el 70% de lo que facturen a pagar IRPF y cotizaciones. De media, más de la mitad van a tener que destinar el 50%, alertó. Si solo se habla de cuotas, con la propuesta del Gobierno un autónomo tendrá que dedicar entre un 30% y un 40% de sus rendimiento a hacer frente a este impuesto, dice Amor.

Por ejemplo, un autónomo que gane 400 euros al mes tendrá que pagar en 2031 183,60 euros al mes, un 45% de lo que gana. Y un autónomo que gane 1.700 euros tendrá que pagar a la Seguridad Social 535 euros al mes en el mismo periodo, un 31% más.

Facturas astronómicas de luz y carburantes

El nuevo modelo que seguirán negociando mañana el Gobierno y los autónomos llega en un momento en el que uno de cada tres trabajadores por cuenta propia afirma estar aún lejos de la recuperación de su actividad pre-covid y después de dos años en los que han estado sometidos a las pruebas de resistencia más duras que existen, en una travesía por el desierto cargada de obstáculos. Menos ventas en muchos casos, pero fritos a impuestos y tasas y haciendo frente a facturas astronómicas de la luz y los carburantes y a más costes laborales. Y las ayudas públicas recibidas han sido muy inferiores a las aprobadas en otros países como Francia o Alemania, que desde el comienzo de la crisis sanitaria atendieron la llamada de sus negocios y aprobaron ayudas directas a fondo perdido, que Sánchez les negó en España. Cuando la presión le obligó a hacerlo puso en circulación, más de un año después, un paquete de 7.000 millones que, al final, no ha llegado a su destino. Condiciones leoninas de acceso han impedido disfrutarlas al 90% de los autónomos.

Durante la pandemia también reclamaron una bajada de impuestos que nunca llegó, a diferencia de países como Alemania, que reforzó el escudo de protección a su tejido empresarial con una reducción del IVA al 7% para bares y restaurantes hasta 2023. El respaldo en España a pymes y autónomos se concretó en créditos ICO, que a partir de abril o mayo tendrán que ir devolviendo, aunque muchos están con el agua al cuello, y en la prestación por cese de actividad, que aún están cobrando unos 100.000 autónomos. La incógnita es qué ocurrira cuando este año se retire este escudo extraordinario.

¿Pero qué diferencia hay entre lo que paga un autónomos en España y en el resto de Europa? La gran diferencia está en que un trabajador por cuenta propia en nuestro país debe aportar una cuota mensual, la que en comparación con nuestros vecinos no resulta precisamente económica (294 euros al mes, casi 60 euros anuales más que en 2021). En Alemania, por ejemplo, esa cuota es de 140 euros a partir de 1.700 euros de los ingresos mensuales y por debajo de esa cantidad no se paga.

Se aporta más a la Seguridad Social, pero los autónomos en España también disfrutan de más protección. Las reformas adoptadas en las últimas dos décadas han creado un marco que se está entre los más avanzados de la UE en la equiparación de derechos sociales nominales con respecto a los asalariados. Tienen acceso a las prestaciones por jubilación, baja por maternidad o paternidad y accidente laboral o cobertura por desempleo, de denomina cese de actividad.

Casado apoya a ATA

Las intenciones del ministro han sido ya muy criticadas por el grueso de los partidos presentes en el Pacto de Toledo y ha puesto en pie de guerra al colectivo . El último fue Pablo Casado. El líder del PP se posicionó con ATA y avanzó, tras un encuentro con la organización, que su partido no aceptará una subida de cuotas a los trabajadores por cuenta propia ni que sean «los paganos del despilfarro de Pedro Sánchez». Cree que sería «la puntilla para tres millones de españoles ya al límite» y propuso ampliar la tarifa plana, bajar impuestos y cotizaciones sociales, así como aplazar la devolución de los créditos ICO.