El PP llama a las urnas en Castilla y León para marcar el paso electoral a Pedro Sánchez

El calendario electoral puede ser el aliado perfecto del PP y de Pablo Casado para afianzarse como primera fuerza política, según reflejan todas las encuestas excepto la del CIS, a la espera de que se agote la legislatura o bien Pedro Sánchez decida adelantar las generales. De entrada, el año 2022 se estrenará con un adelanto de las elecciones autonómicas en Castilla y León, donde los sondeos reflejan una amplia mayoría para el PP. El siguiente paso, que ayer nadie descartaba, podría ser la convocatoria en Andalucía. Si ambos comicios se traducen en éxitos para los populares, el proyecto nacional de Casado recibiría un fuerte espaldarazo justo antes del congreso nacional del PP, previsto para el verano.

A las nueve de la mañana de ayer, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, anunció así en las redes sociales su decisión de disolver las Cortes regionales y convocar elecciones autonómicas

: «Hoy, 20 de diciembre, acabo de remodelar mi Gobierno, con posterioridad he firmado el Decreto de disolución de las Cortes de Castilla y León y la convocatoria anticipada de Elecciones Autonómicas en Castilla y León para el día 13 de febrero de 2022».

Mañueco llevaba meses dando vueltas a la idea de adelantar las elecciones o no. Tenía el apoyo total de Génova para que tomara la decisión que considerase oportuna, aunque a nadie se le escapaba que unos comicios en Castilla y León, feudo tradicional del PP, con las encuestas a favor, podría servir de bálsamo para el partido, en plena guerra interna en Madrid, y también para reforzar el liderazgo del presidente nacional.

Desconfianza

La desconfianza de Mañueco hacia su socio de Gobierno, Ciudadanos, había ido creciendo en estos últimos meses, alimentada por reuniones y pactos secretos de sus aliados con otras formaciones políticas, como ‘Por Ávila‘, una escisión del PP, en la negociación de enmiendas de los Presupuestos, según denuncian fuentes populares. En los últimos días, Mañueco tenía la certeza de que Ciudadanos se la jugaría en unos meses con una moción de censura. Y este fin de semana tomó por fin la decisión que llevaba elaborando en su cabeza desde hacía tiempo.

El presidente regional de Castilla y León informó a Pablo Casado antes de hacer pública la disolución de las Cortes. Pero no mucho antes. El domingo por la mañana, en Zaragoza, durante el congreso del PP de Aragón en el que intervinieron Pablo Casado y Teodoro García Egea, el presidente nacional y el secretario general aún no sabían nada. Fue en ese foro donde el número dos del PP lanzó un vaticinio: a partir de ese momento, dijo, el PP ganaría todas las elecciones que se convocasen, con independencia de su ámbito territorial.

Ayer, a primera hora, Mañueco destituyó a los cuatro consejeros de Ciudadanos de su Gobierno autonómico. Acto seguido, después de remodelar su Ejecutivo, presidió una reunión de la Junta para informar de la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones, como marca el Estatuto de la Comunidad. La nueva legislatura será de cuatro años. La firma del decreto de convocatoria abre un proceso electoral en el que el PP nacional se volcará «al cien por cien», según subrayaron fuentes de Génova: «Ahora, todas las energías en Castilla y León, son unas elecciones muy importantes».

Esa será la prioridad absoluta del partido hasta el 13 de febrero, lo que deja de golpe en un segundo plano las peleas internas y la polémica por el congreso de Madrid. Apenas un mes antes de las elecciones, el PP celebrará el congreso regional en Castilla y León, donde Mañueco será reelegido presidente del partido en esa comunidad. El 22 y 23 de enero, se celebrará el congreso del PP de Canarias, también como estaba previsto. De momento son los dos únicos congresos que están convocados, según recuerdan en Génova. Mientras, en la campaña electoral de Castilla y León, Mañueco contará con Isabel Díaz Ayuso, pero también con Alberto Núñez Feijóo, Juanma Moreno y Fernando López Miras.

En Génova no ocultaron su satisfacción por la decisión que había tomado Mañueco, mientras que desde Ciudadanos se cargó contra el presidente regional, por su «deslealtad» al ‘ocultar’ a su vicepresidente, Francisco Igea, sus intenciones, y también contra Pablo Casado, por pretender buscar un éxito electoral y tapar así el ‘efecto Ayuso’.

En un comunicado, el PP subrayó que el el presidente de la Junta de Castilla y León «tiene todo el apoyo del presidente del Partido Popular, Pablo Casado, en su decisión de convocar elecciones, de la que fue puntualmente informado». Un mensaje de confianza y pleno respaldo que el líder del PP reiteró después en declaraciones a los medios, visiblemente satisfecho. Es una decisión «acertada», sentenció. «Mañueco recibirá un gran respaldo en las urnas por su gestión eficaz y cercana, bajando impuestos y reforzando los servicios públicos», auguró el PP, que rechazó las críticas por la coincidencia con la sexta ola de la pandemia, ante la «prudencia» que, a su juicio, ha demostrado siempre Mañueco.

«En 2022 pasarán más cosas, paso a paso», aseguraron ayer a ABC desde la dirección nacional del PP. El optimismo ha vuelto a Génova, justo el día en que la última encuesta de GAD3 para ABC reflejó una mayoría absoluta holgada del centro-derecha si las generales se convocasen ahora.