AUGC, la asociación que aglutina a 25.000 guardias civiles y que hasta las últimas elecciones al Consejo era la mayoritaria en el Cuerpo, ha anunciado que rompe relaciones con el Gobierno. El motivo, dicen, es que el Ejecutivo lleva incumpliendo desde que se formó sus «propias promesas electorales en relación a los guardias civiles». No han hecho, según la asociación más que agravar las diferencia con las policías autonómicas, e incluso con la Policía Nacional pese a que ambos Cuerpos tienen cometidos similares y la misma dependencia orgánica. Antes, habían pedido la dimisión del ministro Grande-Marlaska.
Los agentes se sienten agraviados y engañados y citan una larga lista de esos agravios de Interior.
-Turnos de trabajo. El compromiso es que en marzo del año que viene mejorarán los actuales turnos con cadencias fijas como tiene la Policía, pero según AUGC hay una orden general que les obliga a ello desde 2015.
Tampoco perciben el plus de turnicidad (120 euros al mes), por trabajar en periodos de mañana, tarde y noche.
-Territorialidad. El Gobierno rechazó una enmieda de CC en la que se instaba a abonar una cantidad que la Policía percibe desde 1995. Este complemento que retribuye la especial penosidad de ciertas zonas geográficas, por su situación, carga de trabajo o alto coste de la vida, y que establece una cuantía mensual variable según el territorio, que se percibe linealmente (sin distinción entre los diferentes empleos).
-Zona de especial singularidad. Coinciden en esta reividicación con la Policía para compensar penosidad y peligrosidad de algunas demarcaciones como la provincia de Cádiz en la que combaten el narcotráfico y la inmigración irregular.
-España vaciada. No se ha actuado, dicen, para compensar económicamente a los guardias civiles que prestan servicio en la «España vaciada», concepto de uso recurrente por el Gobierno pero que no se traduce en medida alguna en el ámbito de nuestro Cuerpo.
«AUGC anuncia la ruptura de relaciones institucionales con el actual Gobierno hasta que el mismo no ponga fin a los agravios que padecen los guardias civiles, requiriendo al ejecutivo la aprobación y aplicación urgente en el cuerpo de la Guardia Civil de las mismas medidas que ya disponen los miembros de la Policía Nacional».
Esta ruptura expresa se traduce en un nuevo problema para Interior, dado que el ministro Grande-Marlaska tiene previsto reunirse con las organizaciones de Guardia Civil durante el mes de diciembre, como ya lo ha hecho con algunos sindicatos policiales para «explicar» el alcance de la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana y recomponer las relaciones. La protesta inédita y multitudinaria del pasado sábado en las calles de Madrid amenaza con repetirse, si no se llega a compromisos concretos. Jusapol ya ha anunciado que volverá a manifestarse el 14 de diciembre aunque el resto de las organizaciones no se han pronunciado aún.
