Sánchez baja de los cien escaños tras su pulso con Yolanda Díaz

En el sondeo de octubre el PSOE retrocedía a 101-103 escaños, mientras que Podemos se quedaba en 22-24. Ahora, los socialistas bajan hasta los 98-100 diputados, y su caída en votos con respecto a las últimas generales asciende a los 993.177. En representación en el Congreso, entre 20-22 bancos menos. Al tiempo, la formación que lideró Pablo Iglesias sube a 24-26. Pierde menos votos que los socialistas con respecto a las últimas generales, 864.189, que en diputados elevan la caída a la horquilla de 9-11.

Esto coincide con el pulso que ha planteado la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por la reforma laboral y los primeros movimientos de ésta para articular una plataforma a la izquierda del PSOE que trascienda la marca morada. Ya está anunciada una primera cumbre de Yolanda Díaz con Ada Colau (Barcelona) y Mónica Oltra (Valencia), y de la que dejan fuera a la ministra Irene Montero, principal referente de la etapa de Iglesias y de Podemos.

Miedo a Díaz

La encuesta confirma, por tanto, los temores del PSOE al daño que puede hacerles Yolanda Díaz como alternativa a Pedro Sánchez y sentada como oposición en el Consejo de Ministros, en un momento en el que la parte socialista del Gobierno asume, además, que no tiene margen para incumplir los compromisos adquiridos con Bruselas a cambio de los fondos europeos.

En la derecha, el PP sigue consolidándose como el partido que más crece con respecto a las últimas elecciones generales, hasta 1.695.473 votos, y casi 40 escaños. Si bien en este último sondeo muestra un retroceso con respecto al de octubre. El PP oscila entre los 125-127 escaños, y en la anterior encuesta llegaba a los 127-129. Hoy, de haber elecciones, conseguiría el 29,3 por ciento de los votos. El partido de Santiago Abascal se queda con los diputados que pierde el PP. En octubre Vox estaba en los 47-49, y ahora sube a 49-51.

Los datos dan la razón a la alarma que hay en una parte del PP ante la posibilidad de que el pulso de Génova con Ayuso acabe beneficiando a Abascal, ya que el voto del PP más a la derecha puede sentirse molesto con lo que interpretan como un ataque de su partido a la presidenta madrileña.

En las últimas elecciones autonómicas Ayuso aglutinó voto a derecha y a izquierda por su gestión de la pandemia y, en concreto, por la limitación de las restricciones a la hostelería. Pero su perfil la aproxima a un votante que se mueve en la línea que separa al PP de Vox.

Vox mantiene sus apoyos

Los de Abascal siguen salvando la mayoría de sus apoyos de las últimas generales. Solo perderían 159.156 votos y de 1 a 3 diputados. Esta posición, de confirmarse en las urnas, les colocaría en condiciones de poder exigir la entrada en un gobierno de Casado para garantizar su investidura. Será una decisión estratégica, pero el músculo que mantienen les abre esa puerta, aunque el Partido Popular insista en que quiere un gobierno en solitario y con apoyos desde fuera.

Como ya ocurría en la encuesta de octubre, Ciudadanos confirma la pérdida de un diputado con respecto a la tendencia que mantenía hasta septiembre, y que le daba dos escaños de los 10 que ocupan en la actualidad. Para los expertos demoscópicos, la caída naranja es irreversible y se verá acentuada con las elecciones autonómicas y municipales, donde perderá toda su influencia en los gobiernos de Andalucía y Castilla y León.

El independentismo catalán mantiene estable el equilibrio de fuerzas entre ERC y el partido de Carles Puigdemont, con 13 y 8 escaños, respectivamente. El PNV sube un diputado en este sondeo, y Bildu mantiene su actual representación.

Fugas a la abstención

Los socialistas siguen sufriendo por el voto que se les marcha a la abstención, hasta un 10,6 por ciento. Es curioso que hay un 5,6 por ciento de su votante de 2019 que dice que hay apoyaría al PP. El voto de Podemos huye a la abstención (12 por ciento), a Más País (10,8 por ciento) y al PSOE (7,9 por ciento). El PP es el partido con más fidelidad de voto, un 94,4 por ciento. Y Ciudadanos se deja hasta un 59,3 por ciento en la cuenta de resultados del PP.

En la relación entre PP y Vox, los de Casado tienen casi un 3 por ciento de votantes que aseguran que hoy meterían en la urna la papeleta de Abascal. Y este último perdería un 9 por ciento de apoyos, ciudadanos que hoy dicen que apuestan por el voto útil a la siglas populares.

Esta radiografía se sostiene en una participación 3,67 puntos más baja que la que hubo en los comicios del 10-N.

El PP se impone en el votante de más de 45 años

Pablo Casado barre de calle a todos los demás partidos en el electorado mayor de 45 años. El PSOE, sin embargo, es la formación más votada entre los 30 y los 44 años. Podemos se impone en los menores de 29. Mientras que Vox también tiene más adhesiones entre los votantes mayores de 45 años, pero en un porcentaje menor de la mitad del que reciben los populares. Ciudadanos se queda por debajo del 20 por ciento en todos los segmentos de edad, con un mayor rechazo en los mayores de 65.