Almeida baja por tercer año el IBI a todos los recibos de Madrid

La capital sigue marchando por la senda de la rebaja fiscal. Por tercer año consecutivo, el Ayuntamiento de Madrid reduce el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) del 0,456% al 0,428%, un paso más hacia la promesa del Gobierno de PP y Ciudadanos de bajarlo en 2023 hasta el mínimo legal, el 0,4%. Además de este gravamen diana, que en 2022 dejará de recaudar 60 millones de euros, las ordenanzas fiscales para el próximo año contemplan una bajada de impuestos por valor de 65 millones de euros.

«El coste de la vida está siendo más alto. Cuanto todo sube, el Ayuntamiento baja», ha zanjado este viernes la vicealcaldesa, Begoña Villacís, tras la Junta de Gobierno extraordinaria que ha iniciado la tramitación de las ordenanzas que regirán la fiscalidad de la ciudad en 2022. El Consistorio bicéfalo afianza así su política liberal, al tiempo que destierra las ayudas excepcionales aprobadas por la pandemia, que este 2021 han supuesto 107 millones de euros en exenciones fiscales para los sectores más castigados por la crisis sanitaria. Las tasas de terrazas y basuras tendrán que abonarse como antes del Covid-19. «No están esas bonificaciones, pero siguen las ayudas», matizó Villacís.

Esas ayudas se traducen, sobre todo, en la rebaja del IBI, que afectará a 2,2 millones de recibos madrileños, que además de incluir los 1,5 millones de inmuebles residenciales de la capital, beneficia a 92.000 comercios, 30.000 oficinas, 11.000 naves industriales y 7.200 locales de ocio. El Ayuntamiento perdonará los 1,3 millones de euros de la la ‘tasa de mercadillos’, que será gratuita para ayudar a la recuperación de más de 60 mercados itinerantes y sus 2.826 puestos. Por otro lado, la tasa de basuras se recortará al 90% a los locales vacíos y al 70% durante los dos primeros años de actividad.

5 millones en bonificaciones

El Consistorio despide las bonificaciones pandémicas, pero mantiene otras que suman otros 5 millones de euros a la rebaja fiscal del año que viene. Más de 22.500 familias numerosas se beneficiarán, como en 2020, de la exención de hasta el 90% del IBI en función del valor catastral del inmueble, una medida que eximirá de pagar un total 3 millones de euros. Las viviendas de protección oficial conservan la bonificación del 50% durante los tres primeros periodos impositivos.

En el próximo ejercicio se incrementan los porcentajes de la bonificación del impuesto de plusvalía por transmisiones ‘mortis causa’ hasta el 95%, un gravamen que, como el IBI, ya se atajó en el primer año de mandato. La medida, estiman desde el Ayuntamiento, podría beneficiar a más de 42.000 madrileños con un impacto económico de unos 4 millones de euros.

Las ayudas al emprendimiento y los tributos ‘verdes’ continuán. Los nuevos empresarios se libran de abonar el IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas) durante los dos primeros años de actividad y se prorroga la exención del 50% durante el tercer, cuarto y quinto ejercicio. Los inmuebles de uso no residencial con instalaciones de energía renovable mantienen la bonificación del 25% al 50% del IBI. La implantación de sistemas de aprovechamiento de energía solar y térmica contempla una bonificación del 50% de la cuota del IAE. Y las empresas que acomentan planes de transporte para al menos el 20% de su plantilla (mediante la adquisición de abonos anuales de transporte público o a través de la contratación del servicio de transporte) se ahorrarán entre el 10% y el 50% en el mismo impuesto.

Más dióxido de nitrógeno, más caro

Las ordenanzas fiscales han revelado los detalles de la nueva tarifa dinámica del SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) que contemplaba la nueva normativa de movilidad diseñada en los últimos meses para suplir el vacío legal de Madrid Central. Cuando los niveles de dióxido de nitrógeno se disparen -ocurrió 14 veces el año pasado-, el nuevo sistema aplicará un recargo de entre el 60% y el 100%, en función de que la contaminación supere los 60 microgramos por metro cúbico (tramo I) o los 70 microgramos por metro cúbico (tramo II).

Madrid dispondrá además de una tercera plaza de aparcamiento de alta rotación, que se unirá a las azules y verdes ya existentes. En total, habrá 1.130 espacios marcados con líneas blancas y azules donde se podrá aparcar por un tiempo máximo de 45 minutos. La tarifa base es de 20 céntimos por cinco minutos y 70 céntimos por 20 minutos, hasta alcanzar un máximo de 2,05 euros por los 45 minutos. Los vehículos eléctricos, con distintivo ECO, se ahorrarán el 75% de la tarifa, y la categoría B sufrirá un recargo del 20%. Los C se mantienen sin modificación con una reducción del 10% y los A desaparecen, ya que tienen vetado el aparcamiento.

Si este paquete de ordenanzas fiscales obtiene el visto bueno del Pleno municipal, Madrid sería la tercera capital de provincia con el tipo general de IBI más bajo del país y, tras acumular tres años de bajadas fiscales, ahorraría a los madrileños un total de 500 millones de euros (300 millones corresponden al IBI), que dejarían de ingresar las arcas municipales. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, confía en su aprobación: «Suponen la cuarta ocasión en que el Ayuntamiento plantea un marco fiscal competitivo y atractivo. No es el momento de subir impuestos, es el momento de estimular la actividad económica». Es el turno de las negociaciones con Vox.