Zarzuela y Moncloa negocian la vuelta de Don Juan Carlos

Los actos de recuerdo y la atención mediática alrededor del 40º aniversario del fallido golpe de Estado de febrero del 81 han hecho sentir más agudamente la ausencia de quien no dejó de ser el gran protagonista de aquella jornada, Juan Carlos I, que sigue esperando que se despejen los obstáculos que impiden su regreso.

En efecto, el fin del ciclo electoral -que supone que no vayan a celebrarse elecciones, en principio, hasta dentro de dos años- unido a que el Gobierno nunca se ha opuesto públicamente a su retorno y a la previsión de que la situación epidemiológica mejore en nuestro país, han provocado que en su entorno se hable de una valiosa «ventana de oportunidad» para que Don Juan Carlos pueda regresar a España. Un factor será el determinante en las próximas semanas: la publicación del resultado de las investigaciones perjudiciales que están teniendo lugar en estos momentos en la fiscalía del Supremo.

Todas las fuentes consultadas coinciden en asegurar que cuando se produzca el informe del ministerio público la consideración técnico-jurídica de los hechos que se le imputan a Don Juan Carlos será definitiva, toda vez que se está llegando hasta el final de la cuestión en todas las investigaciones abiertas con el mayor rigor. Si la fiscalía, finalizadas las diligencias que se están realizando, decide no formular querella o denuncia contra Don Juan Carlos, el horizonte de su regreso estará más que abiertoDel mismo modo que la salida del padre del Rey fue una operación de Estado, su vuelta también lo será.

Una cosa está clara en cualquier caso: esperar a que amainen los ataques de los sectores contrarios a la Corona para efectuar la «repratriación» es esperar en vano ya que tanto extrema izquierda como independentistas han hecho de este tema un punto fijo de su agenda propagandística que solo acabará con su victoria o con su derrota.

Prueba de ello es que mañana mismo, apenas unas horas después de que Don Felipe acuda a la Cámara a celebrar el 40 aniversario del fracaso del golpe de Estado, una iniciativa de ERC que insta al Gobierno a revocar la inviolabilidad del jefe del Estado y a retirar el aforamiento a Juan Carlos I y otros miembros de la Familia Real será debatida en el Congreso y está por ver si será causa de que los dos partidos del Gobierno de coalición voten en sentido contrario como ha sucedido ya en dos ocasiones en el último pleno de la semana pasada.

Es preciso recordar que esta proposición no de ley que los de Gabriel Rufián han decidido debatir justo mañana se presentó el pasado mes de julio. Concretamente, la proposición busca «impulsar todas aquellas modificaciones reglamentarias del ordenamiento jurídico a fin y efecto de que todas las personas sean efectivamente iguales ante la ley y, en consecuencia, deban responder ante la administración de justicia en las mismas condiciones».

Abocada al fracaso sin el apoyo del PSOE, la estrategia de los republicanos catalanes volverá a centrar el foco mediático en la Monarquía en una táctica de debilitamiento prolongado y constante que ha demostrado gran eficacia en el pasado, por ejemplo con el último Gobierno del PP de Mariano Rajoy. En concreto, apelando al «principio democrático y de igualdad», ERC aboga por la eliminación «por completo» de «las prerrogativas de inviolabilidad e irresponsabilidad que puedan amparar comportamientos delictivos o irregulares de la persona del jefe del estado, la Casa Real y cualquier miembro de la Corona». ERC también quiere derogar la reforma que se hizo en 2014, tras la abdicación de Juan Carlos I, por la que se extendía el aforamiento al Rey emérito, la Reina Sofía, la Reina Letizia y la Princesa Leonor.

Todo parece indicar que el PSOE votará en contra pero lo cierto es que Sánchez no es contrario en principio a limitar la inviolabilidad del Rey actual. Así se expresó al menos en el mes de julio pasado cuando empezaron a surgir preocupantes informaciones sobre Don Juan Carlos, las mismas que precipitaron su salida de España. Estas fueron sus palabras en aquel momento: «Este es un Gobierno que ha planteado antes y después de las elecciones, ahora con el Gobierno de coalición y previamente en solitario, una reforma de la Constitución para revisar los aforamientos de los cargos públicos para que estén circunscritos a su actividad parlamentaria y no a otra. Por tanto, creo que si eso lo defiendo para cualquier cargo público, lógicamente también para el jefe del Estado». También Calvo dijo que «se puede abordar perfectamente» este tema , si bien dejó claro que debe hacerse con consenso, en clara referencia al PP.

La ausencia de Don Juan Carlos en el aniversario del 23-F no ha impedido que algunos dirigentes políticos se hayan acordado en elogiosos términos de él. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reconoció la labor de Juan Carlos I y dijo con toda claridad: «Es poca la gratitud que a veces le hemos trasladado al Monarca emérito por su papel trascendental en una fecha tan señalada». Y añadió: «España tiene una monarquía moderna, transparente y un gran Rey, el Rey Felipe VI» y «en aquellos días críticos para nuestra historia reciente, los ciudadanos demostraron que lo que querían era un país en convivencia donde izquierda y derecha, todos en un abrazo, miráramos hacia adelante, dejáramos atrás nuestras divisiones».