Iglesias obliga a Sánchez a incluirle en la comisión de los fondos europeos

GRAF7692. MADRID, 11/11/2020.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), junto con la vicepresidenta primera Carmen Calvo (c) y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias (d) durante el pleno del Congreso este miércoles donde se debaten las enmiendas al proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2021. EFE/Ballesteros

La guerra de posiciones en el seno del Gobierno de coalición no cesa. Hasta el punto de que la sucesión de conflictos es ya una constante, siendo menores los momentos de calma que los de convulsión interna. La obsesión del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, por no quedar invisibilizado por su falta de competencias viene librándose de manera intensa desde verano, con varias carteras ocupadas por ministros socialistas que cada vez disimulan menos su incomodidad.

Pero la necesidad de aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2021 está otorgando al vicepresidente victorias parciales. Al menos desde el ámbito del relato político, Iglesias está explotando su relación directa con el presidente del Gobierno para que éste desencalle los conflictos dejando espacio a Unidas Podemos (UP).

El pulso que se venía librando desde hace días y que explotó este martes, hasta resolverse en apenas unas horas, se enmarca en el intento de Iglesias por no quedar apartado de la Comisión para ejecutar el Plan de Transformación y Resiliencia de la economía española. Es decir, el control del reparto de los fondos europeos para hacer frente a la crisis económica.

El borrador del decreto

El borrador del decreto recoge, como se esperaba porque así lo anunció el propio presidente, un control centralizado desde la Presidencia del Gobierno a través de una comisión interministerial. La composición de la misma volvió a tensar las costuras de la coalición y forzó una rectificación inmediata del jefe del Ejecutivo. Porque el texto suponía la participación de hasta once ministerios en ese órgano, incluidas las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera. Pero sin Iglesias y con solo una cartera morada, la de Trabajo de Yolanda Díaz.

Tras filtrarse el decreto, desde el entorno de Iglesias se trasladó que éste ya conocía desde hacía días su ausencia en dicho órgano y que había preferido no manifestar su malestar. Hasta ahora. Mientras los titulares de la prensa se centraban en su ausencia en la comisión, el vicepresidente segundo preparó su respuesta.

Se trasladó entonces a los medios de comunicación que existía «bastante enfado por este tema» y se reclamaba una «rectificación desde La Moncloa», ya que «lo lógico es que sí estuviera». Desde Podemos señalaban además que Sánchez e Iglesias ya lo habían discutido en su habitual reunión de los lunes. También apuntaban claramente a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, como ministerio encargado de redactar el decreto, y como la responsable de intentar apartar a Iglesias.

La rectificación

La Vicepresidencia de Derechos Sociales filtró el enfado de Iglesias una hora antes de que comenzase la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Quería una rectificación del Gobierno y sabía que la Prensa preguntaría por el nuevo choque. Fue dicho y hecho; la portavoz del Ejecutivo y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció que el Consejo de Ministros al completo se incorporaría a lo que iba a ser la interministerial.

Montero respondió que había «instrucciones expresas» de Sánchez «que no aparecen en el borrador» para que la comisión «fuera el propio Consejo de Ministros». Una decisión que en Vicepresidencia aseguraron desconocer, razón por la que Podemos reivindica que, en realidad, Sánchez rectificó después de las quejas de Iglesias. «Será el Consejo de Ministros quien se encargará», subrayó la ministra, quien afirmó que la decisión ya estaba tomada.

Pero al decir que el decreto final contará con todo el gabinete se pone de manifiesto que es una rectificación, porque Sánchez habló en septiembre de que los fondos se gestionarían mediante una comisión interministerial presidida por él y con una conferencia sectorial con la titular de Hacienda y los responsables regionales.

Por otro lado, Sánchez planteó cambiar las reglas europeas para repartir las ayudas durante su intervención en el Foro de Política Exterior de la Fundación Körber, en Berlín. Sánchez se mostró «optimista» en que se supere el bloqueo de los presupuestos europeos y se ponga en marcha el Fondo de Recuperación, cuestión estancada por el voto negativo de Hungría y Polonia. El presidente del Gobierno plantea reformar el proceso de toma de decisiones de la UE para decidir por mayoría en lugar de por unanimidad.

Decidir por mayoría

«Está bien la visión francesa a favor de ampliar el número de miembros de la UE, pero antes de eso tenemos que revisar nuestros mecanismos de toma de decisiones», dijo. «Si queremos seguir avanzando, y por supuesto estoy abierto a esa idea, tenemos que empezar a decidir por mayoría, no por unanimidad en muchos asuntos», añadió.

El presidente del Gobierno se sirvió de la «visión doméstica» para explicarle a la moderadora su punto de vista. «En España, como en Alemania tenemos gobiernos regionales. Para afrontar esta pandemia, por ejemplo, hemos tenido que formar mayorías entre los gobiernos, tenemos 17 ejecutivos autónomos más dos ciudades autónomas en el norte de África, y con unanimidad hubiese sido imposible, absolutamente imposible reaccionar de forma eficiente a esta pandemia. Por eso creo que debemos lograr o movernos hacia esa mayoría cualificada y siempre estaré de acuerdo con los pasos de integración europea».