Guerra abierta entre PSOE y Podemos tras llamar Iglesias «machista frustrado» al ministro de Justicia

Las palabras del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, con las que tildó ayer en un mensaje velado al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, de «machista frustrado» por las filtraciones contra la ley de libertades sexuales del Ministerio de Igualdad, han hecho estallar este miércoles una guerra de declaraciones entre PSOE y Unidas Podemos (UP).

A pesar de que intentó manifestar una actitud de entendimiento, Iglesias estalló ayer en los pasillos del Senado por los ataques contra el texto de su compañera Irene Montero: «En las excusas técnicas hay mucho machista frustrado», sentenció. Un ataque al titular de Justicia, pero también a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, a quienes fuentes de UP acusaron de intentar «bloquear el texto» alegando «defectos técnicos» e injerencias en otros ministerios.

El ministro de Justicia ha asegurado que «no hay ningún bloqueo», y ha enmarcado esas fricciones con UP en un «proceso ordinario de mejora» del anteproyecto de ley de libertades sexuales. «Cuando un ministerio toma una iniciativa legislativa abre un proceso hasta ir conformando un texto, eso es lo que ha ocurrido», ha expresado Campo, este miércoles, que se muestra «orgulloso» del anteproyecto del Ministerio de Igualdad y de formar parte de un «gobierno feminista».

Preguntado por los reproches de Iglesias, el titular de Justicia se ha mostrado pacificador: «los políticos hablamos demasiado», pero «tengo total garantía de la colaboración de todos los ministerios, que saben que hay ministerios un poco más antipáticos que nos vamos poniendo ‘tiquis-miquis’, así lo entiendo, pero no hay ningún tipo de reproche», ha expresado.

La portavoz en el Congreso del PSOE, Adriana Lastra, ha respondido por su parte a las críticas del vicepresidente segundo: «No hay ministros machistas, aquí hay un Gobierno feminista del primero al último», ha sentenciado Lastra, en un desayuno informativo. En actitud conciliadora, Lastra ha insistido que la aprobación del anteproyecto de ley de Igualdad es «una victoria del Gobierno de coalición».

También la Ministra de Educación, Isabel Celaá, ha dicho hoy que en el «gabinete no hay machistas». Además, ha recordado a Iglesias que «las leyes hay que mejorarlas» y que «el debate consigue que haya mejores resultados».

Choque entre PSOE y Podemos

La elaboración de esta norma y sobre todo la fecha de su aprobación por el Consejo de Ministros ha sido motivo de discordia entre los dos socios de la coalición, con Podemos presionando para que el Gobierno aprobara el anteproyecto antes de la fecha simbólica del 8 de marzo, Día de la Mujer. Los morados llegaron a acusar al ministro de Justicia de bloquear la aprobación del anteproyecto, mientras que Campo se defendía señalando que su departamento sólo estaba aportando mejoras técnicas.

La polémica saltó hace dos semanas, cuando trascendió el malestar del Ministerio de Igualdad por el «bloqueo» que, según denunciaban fuentes de la negociación, estaba sufriendo la Ley de Libertad Sexual por parte del Ministerio de Justicia. Fuentes gubernamentales aseguraban entonces que el Ministerio de Campo se negaba a dar su «ok» para que este anteproyecto siguiera su tramitación y pudiera llegar al Consejo de Ministros antes del 8 de marzo, como marcaba el compromiso que sellaron Unidas Podemos y PSOE antes de conformar el Gobierno de coalición.

Ley en revisión

Estas críticas llevaron a Moncloa a confirmar horas después que efectivamente se iba a cumplir el compromiso de presentar esa normal antes del 8-M, asegurando que «la ley de Libertad Sexual tiene un consenso total en el gobierno de coalición».

Eso sí, el Ministerio de Justicia quiso dejar claro por su parte que no había habido ningún tipo de bloqueo al Ministerio de Igualdad para sacar adelante la Ley de Libertad Sexual, sino que sólo se había centrado en aportar su criterio para conseguir «la mejor ley para todos».

Ahora, dos semanas después, la ley ha visto la luz en el Consejo de Ministros, pero después de que el Ministerio dirigido por la «número dos» de Montero volviera a mostrar su malestar por el proceder de Justicia y Calvo ante esta norma.