Esta vez los goles los puso Casemiro

Los problemas de gol le venían costando empates al Madrid. Contra el Getafe lo pudo evitar Varane y contra el Sevilla fue Casemiro el que acudió al rescate con dos goles además de un gran partido con el que sujeto una media sin Valverde.

El Madrid ofreció al público la su undécima supercopa española y recibió el señorial pasillo del Sevilla.

Lopetegui volvía a la que fue su casa fugaz y añadía un pivote a su Sevilla.

Zidane sorprendía, volvía al 4-3-3 mondo y lirondo de centrocampistas, con banquillo para Benzema y el retorno de Lucas Vázquez, algo más que un jugador, un estilo de vida, un héroe estajanovista, un espíritu casi.

El partido se desarrolló por las avenidas del toque especulativo, conducentes casi siempre a la gran plaza del tedio.

Rodrygo y Jovic parecían dos extraños que se acaban de conocer en un aeropuerto. En el minuto 4 hubo una primera jugada del primero que el segundo remató con poco veneno.

Madrid y Sevilla luchaban por la zona media. Banega aparecía con su clase diferencial y en el Madrid se echaba de menos Valverde, el que da auténtica profundidad, relieve, perspectiva al mediocampo. Sin él, todo parece de nuevo un decorado inerte. Las posesiones largas no tenían éxito. Ante la ausencia de ideas, Casemiro chutó de lejos en el 26.

El Sevilla también sabía responder con jugadas meditadas, y una de esas posesiones acabó en córner en el 29. Lo sacó Banega y De Jong lo remató solo. El gol lo revisó el VAR y se detectó un previo bloqueo de Gudelj a Militao.

Airadas protestas en Lopetegui y minutos espabilados del Sevilla, espoleado por la circunstancia, sin fruto tampoco ante la nueva solidez del Madrid, que es, junto al Atlético, la mejor defensa del campeonato.

Era llamativa, dentro de la esterilidad general, la batalla entre Lucas Vázquez y Reguilón, era como una pelea de generaciones, como un conflicto entre lo que pudo haber sido y lo que ha sido.

El Madrid y el Sevilla no sufrían. Había una diferencia quizás: la conexión de la delantera del Sevilla con el resto del equipo era más evidente que la del Madrid, lejana y ausente como un continente desgajado. En el 45, el juego del Madrid alcanzó cierto clímax. Los jugadores, al borde del área, empezaron a pasársela unos a otros como si la pelota fuera un expediente incandescente.

La segunda parte comenzó absolutamente igual. Se esperaba la entrada de Benzema, pero mandaba la paciencia de Zidane. El Sevilla estaba bien puesto y el Madrid había perdido la brillantez el pentacampismo a cambio del honrado ir y venir de Lucas. El partido se jugaba a una frecuencia solo audible para los entrenadores. Nada pasaba y los cambios no llegaban, como si estuviesen fijados para el minuto 60. Esta flema zidanesca volvió a triunfar porque justo ahí, cuando todo rondaba el sinsentido, llegó el gol. Una llegada de Casemiro, en el 57. La jugada contenía dos sutilezas: el taconazo de Jovic y la elevación final de Casemiro.

Era un gol de importancia liguera; de nuevo un medio dándole puntos al Madrid.

Y ya en el 60, cómo no, llegaron los cambios con Vinicius y Benzema para alegrar la delantera.

Pero por formulario o aparentemente burocrático que fuera todo, aun habría sorpresa. El Sevilla respondió de nuevo con De Jong. Un balón luchado por Munir lo clavó junto a un palo zon un zurdazo de gran colocación. Será un delantero colocado, pero estuvo brillante en el Bernabéu.

Y ahí, cuando el partido volvía a parecer un problema algebraico para el Madrid, apareció de nuevo Casemiro, rematador en el área de un centro de Lucas. El 2-1 era otra aparición del medio en la zona del 9.

Aquí ya sí murió el partido. Zidane sacó a Mendy de secante y Lopetegui se colocó en un 3-5-2 que solo alcancó peligro en una gran jugada de Navas yéndose de Mendy, precisamente.

Los espacios le aparecieron a la espalda y si brilló alguien fue Vinicius en sucesivas contragolpes en los que regateó a Koundé en largo y en corto, por explosividad y por tobillos. Como siempre, el resultado neto fue mucho menor, una buena ocasión con chut de Kroos, pero se estaba ganando el sitio, volviendo a reclamar el extremo del Bernabéu. No era poca cosa. El día en que regresaba Lucas (una ética al servicio del míster), Vinicius decía aquí estoy yo. Y con Lopetegui mirando.

También había algo de reafirmación estelar de Casemiro. La primera época de Zidane empezó dando entrada a Casemiro (y Lucas); la segunda quiere empezar añadiendo a Valverde. En estos jugadores se ha ido sujetando el proyecto de Zidane, y por eso no extraña que consista en una inesperada mejor defensa y en solidarios goles que llegan por turno.

Ficha de partido

Estadio: Santiago BernabéuReal Madrid

  • 13Courtois
  • 12Marcelo
  • 5Varane
  • 2Carvajal
  • 3Éder Gabriel Militão
  • 8Kroos
  • 14Casemiro
  • 10Modric
  • 27Rodrygo Silva de Goes
  • 18Luka Jovic
  • 17Lucas Vázquez

Sevilla

  • 1Tomás Vaclik
  • 12Jules Koundé
  • 16Jesús Navas
  • 20Diego Carlos Santos Silva
  • 23Reguilón
  • 10Éver Banega
  • 25Fernando
  • 17Nemanja Gudelj
  • 11Munir
  • 19Luuk de Jong
  • 22Franco Vázquez
  • Banquillo
  • 21Brahim Díaz
  • 9Benzema
  • 1Alphonse Areola
  • 6Nacho
  • 22Isco
  • 23Ferland Mendy
  • 25Vinicius Júnior
  • Banquillo
  • 6Carriço
  • 15En-Nesyri
  • 13Bono
  • 21Óliver Torres
  • 8Nolito
  • 7Marcos Lopes
  • 18Escudero
  • Goles
  • Casemiro 56′
  • Casemiro 68′
  • Goles
  • Luuk de Jong 63′

Árbitro: Juan Martínez Munuera