Torra desautoriza a ERC y reclama que Sánchez permita «una votación clara sobre la independen

Ofensiva de JuntsxCat y el president de la Generalitat Quim Torra contra sus socios de ERC en la Generalitat por el acuerdo con el PSOE para facilitar la investidura de Pedro Sánchez.

Tras reunirse Torra con el vicepresidente y coordinador de los republicanos Pere Aragonès, después de que se conocieran detalles del acuerdo, el presidente ha emitido un duro comunicado en el que desautorizó cualquier acción realizada por Esquerra para iniciar un diálogo con el Gobierno y afrontar las relaciones entre Cataluña y el resto de España.

«Cualquier acuerdo con el Gobierno debe estar gestionado y validado por la presidencia del Govern. No se puede negociar nada con el Gobierno al margen de los acuerdos de Govern», señala el comunicado de Torra que recuerda la posición consensuada de los dos partidos que forman la Generalitat del pasado octubre reclamando el ejercicio del derecho de autodeterminación, el fin de la represión y la amnistía.

Sin embargo, el órdago de Torra fue más allá y presionó a ERC asegurando que las negociaciones con el Gobierno «deben permitir una votación clara sobre la independencia. Es la fuerza motivadora de la movilización popular más grande de Europa durante los últimos 10 años. Nadie se ha movilizado de manera masiva por un nuevo Estatut ni ninguna mejora de autogobierno que no sea la independencia». Además, dejó claro que el acuerdo ERC-PSOE «no tiene el visto bueno del Govern ni lo asume como tal. Es un acuerdo entre partidos».

La distancia entre JxCat y sus socios de ERC por el acuerdo de investidura de los republicanos con Sánchez, que debe refrendarse este jueves en el Consell Nacional, es tan amplia que hasta la diputada de JxCat en el Congreso Laura Borràs aseguró que podría condicionar un adelanto de las elecciones en Cataluña.

«Lo que sería extraño es que haya un socio que quiere dar estabilidad al Gobierno español y, en cambio, quiera inestabilidad en el seno del Govern», aseguró a Rac-1.

La reunión que debía limar asperezas entre Torra y Pere Aragonès ha provocado el inicio de la batalla electoral entre ERC y JxCat para conseguir atraer a los votantes independentistas. Y eso que fuentes republicanas aseguraban que Aragonès acudió con la intención de ofrecer al president una defensa «conjunta» del derecho a la autodeterminación en la mesa de negociación que debe abrir el Estado con los representantes catalanes.