Prohibición total para los vehículos más contaminantes en Madrid Central a partir de 2020

El 2020 traerá a la capital nuevas restricciones de tráfico, especialmente en Madrid Central. A partir del 1 de enero, en menos de una semana, la limitación de circulación a los coches más contaminantes será total en el área de bajas emisiones, endureciendo la normativa existente. Los vehículos sin distintivo de la Dirección General de Tráfico (DGT) –diésel matriculados antes de 2006 y gasolina previos al 2000– no podrán estacionar en aparcamientos particulares o privados ni acceder al distrito Centro con invitaciones de residentes, dos extremos permitidos hasta la fecha. Entre las novedades destaca también que las autoescuelas tendrán vetado el uso de automóviles con pegatina B y la prohibición de aparcar en el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) en toda la ciudad.

Las nuevas limitaciones, recogidas en la Ordenanza de Movilidad Sostenible, suponen un paso más del Ayuntamiento de la capital en su objetivo de reducir las emisiones de NO2, tras la implantación de Madrid Central hace más de un año, con Manuela Carmena al frente, y la presentación de Madrid 360º el pasado mes de septiembre, ya con José Luis Martínez-Almeida como alcalde. Los principales cambios incluidos por el actual Consistorio remiten a los coches más antiguos y contaminantes del parque móvil, que superan las 42.000 unidades.

Sí hasta ahora estos vehículos tenían prohibida la circulación y el acceso a los aparcamientos públicos, desde el año que viene tampoco podrán hacer lo propio en los privados, libres de restricciones durante este periodo. Otra de las novedades sustanciales es que se elimina la excepción de que pudieran pasar a Madrid Central con la invitación de un empadronado en el distrito Centro. Fuentes del área de Medio Ambiente y Movilidad, encabezada por Borja Carabante (PP), detallan a ABC que no se permitirá la gestión de invitaciones para los vehículos sin distintivo. Pero hay más.

La restricción se extiende a los vehículos con Masa Máxima Autorizada igual o inferior a 3.500 kilos para urgencias de suministros de agua, gas, electricidad y telecomunicaciones dentro del perímetro de Madrid Central. También a los dedicados a la entrega de medicamentos a centros sanitarios y oficinas de farmacia, así como los profesionales del Servicio Madrileño de Salud de asistencia sanitaria a domicilio y de actos en la vía pública. Las únicas excepciones de circulación permitidas son que el titular del vehículo esté empadronado en el distrito o que se trate del traslado de una persona con movilidad reducida.

La segunda gran novedad, también relacionada con la actividad comercial, atañe a las autoescuelas ubicadas dentro de Madrid Central. Aunque hasta ahora no se habían visto afectadas, desde el próximo 1 de enero no podrán utilizar sus vehículos de prácticas con pegatina B. Se trata, según la clasificación de la DGT, de los turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas desde enero del año 2000 y los diésel desde el 2006. También los de más de ocho plazas y de transporte de mercancías, tanto de gasolina como diésel, posteriores a 2005.

A menos de una semana para que los cambios se hagan efectivos, el Ayuntamiento ha puesto en marcha una campaña de información para que los 42.000 afectados sepan de las prohibiciones. Un ejemplo son los mensajes en los paneles de la M-30, marquesinas y mupis advirtiendo desde hace días de que los vehículos sin pegatina no podrán estacionar en el SER en 2020.

La incorporación de estas restricciones se desarrollará en paralelo al debate de si se deben abordarse grandes cambios en Madrid Central. De momento, PP y Ciudadanos tienen que ponerse de acuerdo en el acceso de vehículos C de alta ocupación, defendido por el equipo de Martínez-Almeida pero rechazado por Begoña Villacís, su socia de Gobierno. Otro tema a tratar es si se hará alguna modificación en la superficie de la zona de bajas emisiones. De momento, la única pista dada por el alcalde es eliminar del área la calle de los Mártires de Alcalá, que concentra un gran porcentaje de multas. «La solución podría ser permitir que ese tramo de cien metros se pudiera circular y no afecta a los objetivos de Madrid Central», avanzó Martínez-Almeida en una entrevista con ABC.