Tras los últimos avances en la negociación con ERC de cara a la investidura, Pedro Sánchez ha buscado hoy tranquilizar a aquellos que piensan -como él mismo hacía hace escasas fechas- que España no puede depender de los partidos soberanistas. En primer término, el presidente en funciones ha querido aclarar que todavía “no hemos llegado a ningún acuerdo con ERC”, pero en el caso de que se llegue a alcanzar, ha querido garantizar que «el acuerdo va a estar siempre dentro del marco de la legalidad democrática, de la Constitución española y, en segundo lugar, que será público” en aras de la “transparencia”. Sánchez busca de este modo normalizar las conversaciones con los independentistas, dentro de la Constitución y el Estatut, a quienes agradeció que se sentaran en la mesa a dialogar, aunque también apeló al “conjunto de fuerzas políticas”, porque todas ellas, ha señalado, tienen la responsabilidad de ayudar a que se forme Gobierno en España cuanto antes. “No se puede desentender nadie”, ha asegurado. Desde Londres, donde participa en la cumbre de la OTAN, el presidente en funciones ha encuadrado las negociaciones con ERC en el objetivo de conseguir el desbloqueo de la investidura, y ha valorado esta posición respecto a la de fuerzas constitucionalistas (PP y Ciudadanos) que se inhibido de promover la estabilidad.
Poco se sabe de las “aproximaciones” que se están registrando entre ERC y el PSOE tras los dos encuentros que se han producido hasta ahora en el Congreso. El avance que se exhibe públicamente es la aceptación por parte de los socialistas de que existe un conflicto político. “Hay que encarar el conflicto político y no negarlo. El unilateralismo ha fracasado y no encarar el conflicto tampoco es la respuesta”, ha defendido hoy José Luis Ábalos. Es más, el negociador del PSOE ha ido más allá, con un pronunciamiento algo desafortunado, en el que aseguraba que los equipos “tratan de encontrar cauces de expresión de tal forma que no sea necesario ni nadie tenga que recurrir a situarse fuera del ordenamiento jurídico”, en alusión a los independentistas.
En el PSOE siguen presionando para ir a una investidura antes de Navidad, “porque el país necesita un gobierno ya y hay muchos problemas que no pueden aplazarse”, pero reconocen que “no está en sus manos” adelantar el calendario. Quien maneja los tiempos es ERC y no parece dispuesto a dar un desenlace rápido a esta cuestión. “Cada uno tiene los tiempos que tiene, no nos han pedido un tiempo en concreto, pero si tenemos unos tiempos que nos gustaría cumplir. Si la investidura debe producirse, no hay necesidad de demora”, ha dicho Ábalos.
