Ni diálogo «de igual a igual», ni negociación para la autodeterminación ni calendario que le marque el paso al Gobierno. A 24 horas de la reunión que mantendrán este jueves en el Congreso los equipos negociadores de PSOE y ERC, la vicepresidenta del Ejecutivo, Carmen Calvo, ha fijado la posición del Gobierno ofreciendo a los republicanos diálogo pero dentro de la comisión bilateral prevista en el Estatut de Cataluña entre el Ejecutivo Central y el autonómico, esto es, entre dos gabinetes con rango diferenciado.
Una vía que, en principio, no cumple con la exigencia planteada por ERC de crear una mesa de negociación en la que ambos ejecutivos hablaran de tú a tú. Tampoco hay opción, ha subrayado Calvo, de negociar sobre la autodeterminación y, frente a eso, lo que ofrece al independentismo hablar sobre el autogobierno que ya tienen.
Según la vicepresidenta del Ejecutivo, el PSOE no cree en la secesión como proyecto y, por tanto, no la admitirá como punto a negociar. Cuestión distinta es que sea el gobierno catalán el que introduzca la autodeterminación en la conversación dándole así carta de naturaleza. Una vía que los socialistas difícilmente podrán prohibirle.
No arañarán tampoco los republicanos un calendario de negociación a los socialistas, según la número dos del Ejecutivo. Calvo ha subrayado que la negociación debe centrarse en la investidura para que pueda formarse un Gobierno que será el que tome decisiones. Y ha subrayado que una vez que el gabinete esté en marcha la prioridad será elaborar y aprobar unos nuevos Presupuestos Generales.
Habrá que esperar hasta mañana por la tarde para conocer si los socialistas terminan cediendo posiciones para asegurar la investidura de Pedro Sánchez, si son los republicanos los que terminan por rebajar su exigencias o si es el acuerdo firmado entre PSOE y Podemos lo que termina embarrancando.
