El PP propone a Ciudadanos «mesas a tres» con Vox en toda España

«Vamos a hacer todo lo posible para que se sienten juntos». En la dirección nacional del PP tienen claro que el éxito de los pactos postelectorales pasa por un acercamiento entre Ciudadanos y Vox. Casi todos los escenarios incluyen a ambas formaciones y, además, Santiago Abascal ha puesto como única petición «indispensable» que los partidos que quieran el apoyo de sus concejales y diputados autonómicos «deberán sentarse a negociar» con su comité de pactos.

De ahí que el Partido Popular vaya a proponer esta semana a Ciudadanos la creación de «mesas a tres» para las negociaciones del bloque de centroderecha que permitan gobernar en 23 ayuntamientos y cuatro autonomías –Comunidad de Madrid, Castilla y León, Aragón y Murcia-, según ha podido saber EL MUNDO.

La idea de los populares es que las conversaciones «formales» para cerrar esos gobiernos empiecen mañana mismo. De todas las mesas de negociación debería salir un modelo idéntico para todos los territorios en liza: el PP lideraría gobiernos de coalición con Ciudadanos y Vox los apoyaría a cambio de influir en las medidas que se pacten y lleven a cabo. «A Vox y a Ciudadanos sólo les podemos ofrecer lo mismo que en Andalucía, que es el único modelo», añaden en el equipo de Pablo Casado.

El plazo para negociar alcaldías expira el 15 de junio, pero Génova quiere tener encarrilado el mapa de pactos a finales de esta semana. «Debe ser una semana muy intensa en negociaciones», opina uno de los dirigentes consultados, «porque ahora mismo el acuerdo lo vemos lejos» ante la posibilidad de que Ciudadanos prefiera pactar con el PSOE en algunas autonomías como Castilla y León o, incluso, Madrid, a cambio de la Alcaldía de la capital.

«La pelota está en el tejado de Ciudadanos. Su decisión es: o cogobiernan con nosotros, o siguen en la equidistancia y abren la puerta a gobiernos de Podemos y el PSOE. Un PSOE que va a pactar con Bildu en Navarra», explican fuentes de la comisión negociadora del PP, que está capitaneada por el secretario general del partido, Teodoro García Egea -que ya ha tenido contactos informales con sus interlocutores de Vox y Cs-; por el vicesecretario general de Organización, Javier Maroto; por la vicesecretaria general de Política Social, Cuca Gamarra; y por la diputada nacional y presidenta del PP de Navarra, Ana Beltrán.

Opciones de pactos

El secretario general de la formación naranja, José Manuel Villegas, que lidera el equipo de negociadores de Cs, aseguró el viernes que sólo se sentará con el partido de Abascal para informarle de los acuerdos a los que llegue Cs con los populares. «Como pasó en Andalucía», informarán «a los partidos», en referencia a Vox, «enviándoles los acuerdos por email» o sentándose con ellos «a explicárselo». Esta última frase abrió una espita de optimismo en Génova, donde creen que todos deben ceder para poder llegar a pactos.

«Vox también tiene que entender que no puede pedir entrar en los gobiernos, porque los ciudadanos no le han dado ese papel», aseguran en la dirección de Génova. «Por su escasa representación, no puede pedir más» que influir en las medidas que se pacten en los acuerdos de gobernabilidad.

«Como ha ocurrido en la izquierda, el partido pequeño puede intentar ir modelando a los gobiernos desde el Parlamento, pero no desde dentro», añade un alto cargo del PP. Otro dirigente cercano a Casado subraya que, además, a Vox se le pondrá una línea roja: «Todo lo que pida tiene que entrar en la Constitución». O sea, nada de suprimir las autonomías o de establecer ciudadanos de primera y de segunda según su origen.

Por contra, Vox considera que ocupar consejerías autonómicas o entrar en gobiernos municipales es una petición «razonable», y por eso piensa reclamarla allá donde haya «una representación significativa» de miembros de su partido que sea decisiva, según explicó el portavoz del partido en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. Este también será el máximo responsable del comité negociador de la formación, en el que lo acompañarán Macarena Olona, Pedro Fernández, Enrique Cabanas y Víctor González.

Exigencia de contrapartidas

Todos ellos advierten a Ciudadanos de que, allí donde vayan a entrar en el Gobierno regional o local, deben sentarse con Vox para que este partido les dé el apoyo. Sus interlocutores naranjas serán el ya mencionado Villegas y los secretarios de Acción Institucional, José María Espejo, de Organización, Fran Hervías, y de Comunicación, Fernando de Páramo.

Otro de los grandes obstáculos de la negociación será la exigencia de contrapartidas por parte de Ciudadanos a cambio de su apoyo a la investidura de candidatos del PP. Génova pone pie en pared ante esa eventualidad y rechaza con contundencia todo tipo de «cambalaches», como podría ser que Isabel Díaz Ayuso (PP) presida la Comunidad de Madrid a cambio de que Begoña Villacís (Cs) sea nombrada alcaldesa.

«Eso no va a ocurrir», apuntan las fuentes populares. Su única opción sobre la mesa es que presidan las autonomías y dirijan los ayuntamientos los candidatos más votados del bloque. «A Ciudadanos no le podemos ofrecer que no gobernemos nosotros. El votante ha determinado quién queda por delante y no se entendería que se hicieran cambios de cromos», agregan en Génova.

El PP tenía una estrategia clara: pactar con Cs antes que con Vox. Pero los movimientos de la formación de Albert Rivera y las exigencias de Abascal han precipitado un cambio revestido de cierta urgencia: Génova necesita que se vislumbre la importancia de un acuerdo a tres bandas.

En el entorno del presidente popular están «convencidos» de que Cs debe ceder, porque el desgaste de no hacerlo sería excesivo, sobre todo tras haber basado su campaña en el cordón sanitario al PSOE de Pedro Sánchez.

«Sería ilógico que, por ejemplo, haya partidos que estén a favor de bajar impuestos o que reclamen pronunciamientos contra indultos a presos por rebelión y apoyen presidentes o alcaldes que quieren subir impuestos y se muestren permisivos con políticos golpistas. Hay que andar el camino de la coherencia, que es lo que con su voto han demandado los españoles en estas elecciones», asegura un argumentario del PP sobre las negociaciones.