El Real Zaragoza, salvado matemáticamente gracias al Majadahonda

Siendo las 17.55 del sábado 25 de mayo de 2019, el Real Zaragoza ha salvado la categoría y elude todo riesgo de descenso a Segunda B. En el transcurso de la 40ª jornada, la antepenúltima del torneo liguero de Segunda División, ha sido el Rayo Majadahonda el que le ha hecho el favor indirectamente al equipo zaragocista, que en la noche del viernes cayó por 3-1 en La Rosaleda ante el Málaga.

El cuadro madrileño no ha pasado del empate ante el ya descendido Córdoba en campo majariego, con un 0-0 definitivo que es pasaporte de vida para los zaragocistas y evita ya los nervios en las dos jornadas que restan de torneo.

El Rayo Majadahonda suma, con este punto en el Cerro del Espino, 42 puntos. Son 8 menos que los 50 que tiene el Real Zaragoza. Y solo restan por jugarse 6. Así que la entidad zaragozana ya sabe con rotundidad que su calvario en la liga 2018-19 ha concluido, con buenas noticias, en la tarde primaveral del 25 de mayo.

Si se hubiese dado la victoria madrileña, el Zaragoza hubiera tenido que esperar al domingo para seguir aguardando alguna carambola de procedencia ajena, vía Tenerife-Oviedo o vía Extremadura-Lugo (hubiera necesitado que los canarios no ganasen o que los lucenses perdieran en Almendralejo). Ahora, todo esto es ya papel arrugado, mojado y arrojado a la papelera para alivio y respiro del zaragocismo.

Hasta esta resta final de mayo ha durado el suplicio de campaña. Los dos últimos partidos, en La Romareda frente al Numancia, y el último día en Tenerife, son ya un aderezo insustancial en lo mayor para los zaragocistas.

En el duelo jugado en Majadahonda, es loable la actitud mostrada en todo momento por un equipo desahuciado como es el Córdoba, plena de profesionalidad y alejada de cualquier dejadez. Los madrileños se complican notablemente la vida (pese a que en la última jornada sumarán con seguridad los 3 puntos, pues juegan su turno ante el expulsado Reus) y el Córdoba ofrece una alegría a los demás implicados en el lío del descenso: el Lugo, el Tenerife, el Extremadura y, por supuesto, por encima de todos, el Real Zaragoza, que en el mismo instante que el partido del Cerro del Espino acabó con el 0-0 inicial, quedaba en tierra firme de manera consolidada.

Llega, pues, el tiempo de reflexión, de modificaciones, de remodelaciones, de planificaciones futuras, de decisiones del presente y demás asuntos de hondo calado que se esperan dentro y en los alrededores del Real Zaragoza. Sin la incertidumbre del posible descenso tras la esquina, la vía queda expedita para comenzar la restauración de un equipo que va a dejar para la historia una temporada deficiente y llena de máculas.