El PSOE elige a Miquel Iceta como presidente del Senado

El PSOE ha elegido a Miquel Iceta para presidir el Senado, cámara en la que ha logrado la mayoría absoluta tras las elecciones generales del pasado 28 de abril. Iceta no es senador, por lo que tiene que ser designado por el Parlamento de Cataluña y en sustitución de quien ahora ocupa este cargo por el PSC, el expresidente de la Generalitat José Montilla, han informado a Europa Press fuentes socialistas.

Gesto de Pedro Sánchez a Cataluña tras su victoria en las elecciones del 28 de abril. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha propuesto al primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, ocupar la Presidencia del Senado, según confirman fuentes del partido. El PSOE ha conseguido en esta Cámara mayoría absoluta, lo que garantiza su elección. Antes es necesario que sea elegido por el Parlamento catalán como senador de designación autonómica, ya que no iba en las listas a la Cámara Alta. Este nombramiento se producirá en las próximas horas e Iceta ocupará el escaño que en estos momentos tiene el ex president de la Generalitat José Montilla.

Iceta ha convocado esta tarde una reunión de la Ejecutiva del PSC para abordar su marcha a Madrid, pero en una primera valoración fuentes del PSC consideran un «honor» la oferta de presidir el Senado planteada por Sánchez. Que una persona como Iceta vaya a ser el próximo presidente de la Cámara Alta es «muy importante». «Un simbolismo muy elocuente», añaden.

El primer secretario de los socialistas catalanes es un firme partidario de una salida negociada a la crisis política e institucional en Cataluña. Un diálogo que Sánchez ha intentado llevar a cabo pero que fracasó tras varias reuniones con la Generalitat. El voto de los independentistas de ERC y el PDeCAT era necesario para que el Gobierno pudiera aprobar sus Presupuestos y alargar la legislatura hasta junio de 2020.

Por ello, tras normalizar la relación institucional con Cataluña en los primeros meses de mandato, el presidente en funciones formalizó en Barcelona, en una reunión con Quim Torra en el Palacio de Pedralbes en diciembre, el comienzo de una negociación que terminó de manera abrupta el pasado mes de febrero por la exigencia de la Generalitat de que abordara la convocatoria de un referéndum para la independencia. Las dos formaciones separatistas votaron en contra de las cuentas del Gobierno y Sánchez convocó elecciones. Hasta llegar a ese momento aceptó la creación de una mesa de partidos ajena a las instituciones y la figura de un relator/mediador.

Aval al proceso

El PSOE interpreta su triunfo el 28-A como un aval a este proceso que ha catapultado electoralmente al PSC en las generales y que no ha penalizado fuera de Cataluña a Sánchez. En esta lectura de los hechos se enmarca la promoción de Iceta a la política nacional. Fuentes del PSC opinan que es un mensaje claro a los catalanes, a las opciones para su encaje en España y también la señal inequívoca de que se volverá a abrir ese diálogo. El propio Iceta dijo recientemente que después de que haya una sentencia del Tribunal Supremo sobre el 1-O y la declaración unilateral de independencia, y de que se celebren nuevas elecciones, que se prevén para después del fallo, se reabrirían las conversaciones.

En varias ocasiones se ha planteado la opción de trasladar el Senado a Barcelona y Sánchez ha optado por situar a un catalán para presidir la cámara con mayor vocación territorial. Sánchez no ha ocultado que tratará de nuevo de solucionar la crisis catalana, ahora que la estabilidad de su Gobierno ya no depende de los independentistas, pero se ha comprometido a hacerlo en los márgenes de la Constitución. En las reuniones que ha mantenido estos días con Pablo Casado y Albert Rivera, el Gobierno ha situado a Cataluña como un asunto «clave» y ha apostado por la apertura de un canal de «comunicación permanente» entre Sánchez y los líderes de PP y Ciudadanos. El Senado es además el parlamento que debe aprobar el artículo 155, cuya aplicación tanto Rivera como Casado reclaman al Ejecutivo.

La marcha de Iceta de Barcelona, al menos formalmente, tiene una importante derivada no sólo en lo que se refiere al liderazgo del PSC sino a la candidatura a la Generalitat. Parece difícil, por no decir imposible, que sea elegido presidente del Senado y que renuncie a su cargo meses después para presentarse a unas elecciones autonómicas que podrían convocarse en otoño.

En el PSC se muestran muy cautos y apuntan que «ya veremos». La previsión es que continúe al frente de sus cargos orgánicos y ante unos eventuales comicios se realicen primarias para designar el candidato. Pero en el PSOE reconocen que el aterrizaje del dirigente catalán en el Senado abre la puerta a que la actual ministra de Política Territorial y Función Pública en funciones, Meritxell Batet, sea la próxima aspirante a la Generalitat. Batet ha sido la número uno al Congreso por Barcelona el 28-A.