Abascal triunfa en su tierra

«Algo muy importante y muy grande va a pasar en España este 28 de abril». Este es el mensaje que Santiago Abascal, presidente de Vox, ha lanzado por toda la geografía española en las pasadas semanas con un espectacular éxito de convocatoria a sus mítines. En muchas ciudades no se recuerdan multitudes parecidas en un acto político. El viernes había tres mil personas en el Palacio de Congresos de Oviedo y dos mil se tuvieron que quedar fuera. Ayer las citas eran mucho más complicadas. Y sin embargo, cuando concluyó el mitin en el Euskalduna y los comandos de jóvenes filoetarras de las camadas del odio corrían las últimas cargas ante la policía en las inmediaciones del Puente de Deusto, Abascal estaba muy satisfecho de haber llenado también estas dos plazas tan difíciles en las que la asistencia de todos y cada uno de los asistentes habían hecho un acto de coraje y entusiasmo.

Tanto en San Sebastián como en Bilbao hubo agresiones a participantes en los mítines y en ambos casos fue escandalosa la falta de eficacia, querida o no, de las fuerzas policiales de gobierno vasco. Si en el Kursaal donostierra permitieron que las hordas violentas mantuvieran bloqueados a los asistentes durante media hora, en Bilbao fue la comitiva de Abascal la que tuvo que pasar por inauditas vicisitudes, bloqueos policiales y hasta el intento de detención entre miembros de diversos cuerpos. ¿Cuántos habrían venido sin esa violencia que hay ahí fuera? preguntó a la audiencia en Bilbao. En todo caso había muchos vizcaínos que le habían recibido como antes los guipuzcoanos en San Sebastián, como en Oviedo o la plaza de Toros de Guadalajara al grito de «Presidente, presidente».

Ayer Abascal dejó claro que nadie en Vox cree nada «de las encuestas que son la voz de sus amos y de los Tezanos de derechas e izquierdas» y que no pone techo a las aspiraciones de este partido que moviliza en esta primavera de 2019 como ningún otro ahora y como casi nadie nunca. Para Abascal la prioridad máxima es derrotar a Pedro Sánchez y a su PSOE que considera el máximo peligro para España, su unidad y la libertad. Pero también advierte que tienen un proyecto político para la recuperación de las defensas de la nación que habrá de aplicarse si cuenta con la fuerza necesaria en el próximo gobierno. «El PP y otros deberían dejar de hablar del voto útil. Porque es muy posible que hoy ya estemos nosotros por delante del Partido Popular y si piden el voto útil quizás debieran echarse a un lado y dárnoslo a nosotros».

En el viaje en furgoneta de Amurrio a Bilbao, Abascal le comentaba a ABC que no puede haber ya un auténtico gobierno de cambio sin Vox dentro «porque el PP y Ciudadanos solos no se atreverían y lo están demostrando en Andalucía». Dice el presidente de Vox que las medidas inmediatas a tomar por un gobierno con Vox deberían ser la suspensión inmediata de la autonomía de Cataluña, la detención de los líderes del golpe de Estado aun libres entre ellos Torra y comenzar el proceso de legalización de todos los grupos separatistas, golpistas y violentos. Después una aplicación de suspensión por el 155 de la autonomía en materia de educación en todas las regiones que pinten problemas para una centralización efectiva y urgente en esta materia. Y como tercer paso, utilizar las mayorías para la derogación inmediata de toda una serie de leyes ideológicas del zapaterismo que el gobierno de Rajoy mantuvo intactas.

A todos repitió el lema aplaudido con entusiasmo por todas las audiencias de Vox «por España sin miedo a nada ni nadie» y a todos había dicho que «no acudís a este acto por Abascal, ni por Vox ni siquiera por Nerea Alzola», su cabeza de lista en Vizcaya al Congreso. «No estáis aquí por una alternativa política. Ni por la derecha, ni por el centro derecha». «Estáis aquí por España, porque habéis acudido a quienes alzan la voz en defensa de vuestra patria». Abascal siempre dice en sus mitines que el partido es solo un instrumento para la defensa de España en momentos en los que ningún otro partido la ha defendido. Cuando el partido socialista de Pedro Sánchez, al que considera el peor peligro para España, se ha vuelto a lanzar como con Zapatero a lo que toda la oposición considera un proyecto de cambio de régimen. En una alianza con los separatistas catalanes y vascos y todas las fuerzas comunistas de Podemos y extremistas de diversas regiones cuyo principal denominador común es la voluntad de destruir España, su unidad, su constitución y su monarquía.

Abascal, que entre el mitin de San Sebastián y Bilbao volvió ayer sábado a su Amurrio a comer con toda la familia y enseñar a unos visitantes la tienda de ropa de la familia con los cristales de los escaparates blindados, está muy lejos de esa posición que desde su antiguo partido se le atribuye una y otra vez de liderar un partido Vox que quieren rebajar a poco menos que una facción de desagradecidos del PP. Ayer Abascal que dijo saber que el partido ya recibe votos de todo el espectro político, llamaba especialmente a los socialistas a abandonar un PSOE aliado con todos los enemigos de España.