Un irreductible Nadal supera el dolor y se cita por enésima vez con Federer

Rafa Nadal logró sostenerse en esos momentos críticos donde cualquier otro hubiese desistido. Fue el enésimo ejercicio de coraje del español, capaz de tolerar sus dolores en la rodilla derecha hasta doblegar la resistencia de Karen Khachanov. Tras 136 minutos de intenso pulso, el ganador de 17 ‘majors’ abrió la puerta a otro duelo con Roger Federer. La semifinal soñada en Indian Wells, aún pendiente de un hilo por la precaria salud de Rafa. [Narración estadísticas (7-6 [2], 7-6 [2])]

«No todos los días puedes disputar unos cuartos de Indian Wells. Simplemente intenté seguir centrado y sacar mi mejor tenis», adelantó el ganador, «feliz» por su juego «durante todo el torneo» y más feliz aún por alcanzar la penúltima ronda, donde se medirá por trigesimonovena vez, 17 meses después, al genio de Basilea. Un clásico que no cesa.

Desde el primer punto dejó claro el ruso que no sería una contienda fácil para el español. Ya la última vez que se vieron las caras, Khachanov dio muestras de su talento, haciendo sudar a Nadal en tercera ronda del US Open durante casi cuatro horas y media. El encuentro se fue hasta las cuatro mangas.

Cuatro bolas de set

Se presentaba propicia, pues, la ocasión para el número 13 de la ATP de derrotar por fin al rey de los Masters 1.000 tras cinco encuentros. Y comenzó bien, con 2-0 a favor y un tenis sólido de pegada y alternativas constantes de lado a lado de la pista.

Además, Nadal puso de su parte. Salió titubeante con su servicio y cometió dos dobles faltas de inicio, todo lo contrario que Kachanov, refugiado en la contundencia de su saque y la profundidad de sus golpes. En confianza, ampliamente superior el ruso hasta el sexto juego, cuando el bicampeón de Wimbledon tiró de furia. Convirtió el primero de los dos puntos de break de que dispuso para poner tablas en el marcador.

No solo recuperó el saque roto sino las sensaciones. Las tornas se voltearon. Khachanov empezó a dudar y Rafa a dominar: lo inicialmente previsto. Hasta cuatro bolas tuvo para anotarse el primer set con 5-4, pero tuvo que esperar al ‘tie-break’ para resolverlo con la maestría habitual (7-2).

Gel y venda

Con el viento a favor, Nadal apretó en el segundo parcial para ahogar cualquier intento de remontada de Khachanov, pero su rodilla derecha hizo temer lo peor tras un mal gesto en el tercer juego. El obligado parón del fisioterapeuta se saldó con un gel calmante y una venda en la articulación. Durante varios minutos planeó sobre la pista la sombra de la retirada.

Sin embargo, el ganador del Masters de París no fue capaz de aprovechar la coyuntura y se fue de nuevo al ‘tie-break’, sometido por Nadal por el mismo resultado que en el primero, un amplio 7-2. Ahora queda el reto de volver a imponerse a Federer -siempre y cuando la lesión se lo permita- tras cinco derrotas consecutivas. Hace cinco años que no le gana, en una racha inusual para un cara a cara que aún domina el mallorquín con claridad (23-15). La última vez, en semifinales de Australia de 2014. Una pequeña eternidad.