Oriol Junqueras renuncia a rebatir los hechos y organiza un mitin: «Se me juzga por mis ideas»

«Se me acusa por mis ideas y no por mis hechos». Así arrancó el ex vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Oriol Junqueras, su declaración como acusado en el juicio al procés en la mañana de este jueves. Dicho esto, anunció que no respondería a las preguntas del Ministerio Fiscal, la Abogacía del Estado y el partido Vox, respondiendo sólo a las cuestiones de su abogado Andreu Van den Eynde.

«Esto es un juicio político y no contestaré a las preguntas de las acusaciones», advirtió, renunciando a rebatir los hechos por los que se le acusa.

Junqueras, acusado de delitos de rebelión, sedición, malversación y organización criminal, lució corbata negra para la ocasión y se dispuso a pronunciar un discurso en defensa de su partido –Esquerra Republicana de Cataluña (ERC)-, del derecho a la autodeterminación y de la independencia de Cataluña.

«Me considero un preso político», dejó claro nada más empezar a responder a su abogado, defendiendo que el modelo de república es el que podrá «conseguir una sociedad justa, igualitaria». En este sentido, no dudó en tirar de la ironía para decir que su partido es «un partido con 88 años de historia y ningún caso de corrupción».

Apenas llevaba cinco minutos hablando cuando ya advirtió al tribunal de que su partido seguirá intentando conseguir la independencia de Cataluña. «El derecho de autodeterminación es la aplicación del principio democrático», declaró, señalando después que «eso es algo que hemos intentado y lo seguiremos intentando, sea cual sea el resultado de este proceso».

«¿Violencia? Nunca, nunca, nunca»

Junqueras citó a DanteNel mezzo del cammin di nostra vita-, al ex presidente estadounidense Woodrow Wilson -para hablar del derecho de autodeterminación- y tiró del latín para referirse a la dignitas homini. Eso sí, dejó claro antes que era «un placer hablar en castellano» para dirigirse «a toda la ciudadanía española, después de un año de silencio forzado», declaró.

«Nada de lo que hemos hecho es delito», aseguró para justificar que «la argumentación de las acusaciones no se sustenta». «Nunca, nunca, nunca», responde cuando su abogado le pregunta sobre el uso de la violencia para conseguir sus fines. «Hemos rechazado la violencia y lo seguiremos haciendo», respondió, aprovechando para decir al tribunal que su «objetivo político» era «noble».

«Que quede claro que desde mi punto de vista nada de lo que hemos hecho es delito. Nada, absolutamente nada. Votar en un referéndum no es delito. Trabajar por la independencia de Cataluña de forma pacífica no es delito. Nada de lo que hemos hecho es delito, nada. Y de los delitos que se nos quiere atribuir no hemos hecho ni uno». Así defendió Junqueras la convocatoria del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y el intento de independencia, para recriminar después al Gobierno de Mariano Rajoy el haberles negado el diálogo. «Ante una propuesta mayoritaria y pacífica, siempre se niega el diálogo y siempre está vacía la silla de enfrente», declaró.

«Esto no se resuelve poniendo a la gente en la cárcel», se atrevió a declarar al tribunal que preside el magistrado Manuel Marchena, ponente (redactor) de la sentencia de este juicio. Junqueras y otros ocho acusados se encuentran en prisión preventiva. En el caso del ex vicepresidente de la Generalitat, ingresó en la cárcel el 2 de noviembre de 2017.

El dirigente de ERC no dudó en aprovechar las preguntas de su letrado para criticar la actuación del Tribunal Constitucional en relación a la prohibición del referéndum del 1-O. «El Tribunal Constitucional lo que debería hacer es actuar ex post, pero no limitando el debate previamente, porque el debate está protegido por la inviolabilidad», declaró.

En esta línea, intentó tumbar los argumentos esgrimidos por la Fiscalía un día antes, cuando los fiscales Javier Zaragoza y Fidel Cadena compararon casos de autodeterminación en Véneto (Italia) y Baviera (Alemania), advirtiendo de que los tribunales constitucionales respectivos prohibieron consultas de autodeterminación y se acató. «Veo incomparables los casos, porque no estaban respondiendo al principio democrático interpretado en el sentido de una propuesta mayoritaria significativa en la sociedad y reiterada en el tiempo», argumentó Junqueras.

«Amo a España»

Prosiguiendo con su discurso, el líder de ERC cambió de tercio para asegurar que ama a España. «Yo en muchas ocasiones he dicho que amo a España y que amo a las gentes de España y la lengua y la cultura españolas. Porque es verdad», afirmó. Dicho esto, intentó explicar que ese sentimiento «es compatible» con el hecho de ser «un republicano catalán» y justificó la «pasión» que, según él, puso en sus intervenciones porque lleva «un año y medio sin poder hablar».

«¿Cómo surgió la idea de celebrar un referéndum?», le preguntó su abogado. «Hubo un debate presupuestario que acabó como el de ayer, con los presupuesto tumbados», respondió Junqueras, en referencia al debate parlamentario celebrado este miércoles en el Congreso de los Diputados. «Fruto de aquella pérdida de la votación había una posibilidad que era la de convocar una moción de confianza, que fue acompañada por la propuesta de referéndum. La propuesta tuvo amplio apoyo», prosiguió su relato.

Junqueras, el primero de los 12 acusados en declarar en este juicio, se desvinculó del llamado documento ‘Enfocats’, considerado como la hoja de ruta para lograr la independencia de Cataluña, y aseguró que no tuvo constancia de la existencia de este documento hasta el 2 de noviembre de 2017, cuando fue citado a declarar por la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela. «No lo conozco de nada, ni había oído hablar de él», aseguró.

Dirigentes de ERC ante el Tribunal Supremo, para respaldar a Junqueras. / EFE

Niega el uso de dinero público en e1-O

En relación al delito de malversación de caudales públicos que se le atribuye, el ex vicepresidente catalán y máximo responsable de la Consejería de Economía cuando se produjeron los hechos enjuiciados aseguró también que la Generalitat «nunca destinó al referéndum» ninguna partida contemplada en la ley de presupuestos para las campañas electorales. Según el acusado, los recursos económicos de la Generalitat estaban «totalmente controlados, semanalmente controlados» por el Ministerio de Hacienda.

En cuanto al uso de la violencia en la jornada del 1-O, Junqueras también echó balones fuera y se limitó a responsabilizar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Para el ex vicepresidente catalán, la población mantuvo «un comportamiento absolutamente cívico y pacífico» en las movilizaciones, acusando a los cuerpos policiales «generar un ambiente de crispación».

Oriol Junqueras concluyó su declaración dirigiéndose sobre todo al Gobierno, antes que a los siete magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. «Necesitamos una solución, todos la necesitamos, toda la ciudadanía, la catalana y la de todas partes», declaró. La Fiscalía pide 25 años de prisión para el ex vicepresidente de la Generalitat.