El Servet entrena a sus matronas para afrontar partos difíciles

En muchas áreas sanitarias, como Obstetricia, las situaciones críticas e infrecuentes aparecen de forma imprevista y exigen respuestas rápidas y coordinadas. Solo una sólida preparación y un entrenamiento continuo otorgan a los profesionales la solvencia necesaria para hacer frente a estos procesos. Por este motivo, dentro de la apuesta del Servicio de Obstetricia del Hospital Universitario Miguel Servet por la simulación clínica, matronas del centro zaragozano asisten al curso titulado Situaciones críticas en Obstetricia.

Manejo basado en la simulación, mediante el que reproducen en cinco escenarios diversas situaciones difíciles que se pueden producir en un parto como la hemorragia postparto, que es una de las complicaciones obstétricas más temidas y una de las tres primeras causas de mortalidad materna en el mundo. El Servicio de Obstetricia del HUMS lideró un protocolo autonómico de hemorragia postparto que es referente a nivel nacional. Para un entrenamiento adecuado, los profesionales realizan una clase con teatralización de un caso clínico.

Otro de los problemas que pueden ocasionarse es la distocia de hombro, cuando la cabeza del bebé pasa por la vagina durante el nacimiento, pero se atascan los hombros. Con un maniquí de simulación, se practican las destrezas precisas. Otra de las dificultades que se plantean es la reparación de desgarros perineales. Para ello, los facultativos han realizado un modelo propio en gomaespuma que utilizan para el adiestramiento.

Y en esta línea se ha formado en la protección perineal en el parto y las matronas tienen a su disposición un maniquí obstétrico para aprender a evitar desgarros. Finalmente, se ha abordado la asistencia manual a parto en podálica, cuando el bebé está situado con su nalga en la pelvis de la madre, y también se hacen simulaciones con un maniquí obstétrico.

La doctora Belén Rodríguez Solanilla, jefa de sección de Urgencias y Paritorio del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, ha destacado que estos cursos “consisten en un entrenamiento en modelos de simulación de situaciones obstétricas poco frecuentes que requieren resolución rápida y actuación ordenada”. Aunque esta vez el curso ha sido dirigido a matronas, en otras ocasiones se destinan a ginecólogos, ya que es necesario para todas las personas implicadas en el parto.

Para Rodríguez, estas sesiones ayudan a “sistematizar y protocolizar actuaciones para disminuir variabilidad de práctica clínica y mejorar calidad asistencial”. La especialista destaca además que no se requieren de grandes recursos materiales para trabajar en simulación y es preciso reiterar las sesiones de forma regular para mantener las habilidades obstétricas siempre en el nivel óptimo.