Telefónica, Iberia, Uría, Air Europa o CEOE: el séquito empresarial de Sánchez en Cuba

Pedro Sánchez va a aterrizar en La Habana no solo acompañado de su Gabinete en La Moncloa y de dos de sus ministros, los de Exteriores, Josep Borrell, e Industria, Reyes Maroto. Su viaje histórico a Cuba —hacía 32 años que un presidente del Gobierno español no ponía un pie en la isla para un encuentro bilateral— también se asienta sobre una importante pata económica. Son 24 las compañías que han sido invitadas al Airbus presidencial para volar con el jefe del Ejecutivo, y un total de 192 son las inscritas para participar en el foro empresarial España-Cuba que tiene lugar este viernes en el hotel Iberostar Grand Packard, recién inaugurado y también en la lista negra de entidades bloqueadas por Estados Unidos.

El Airbus tiene prevista su llegada al aeropuerto José Martí de la capital caribeña a las 16:10, hora local, para comenzar la visita oficial, que arranca con una entrevista con el nuevo presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, tras la pertinente ofrenda floral en la plaza de la Revolución y los honores militares. Es, de hecho, la primera reunión de un mandatario europeo con el nuevo líder del país, elegido el pasado abril como el sucesor de Raúl Castro, quien no obstante se mantiene como guardián de las esencias al frente del Partido Comunista. La agenda más puramente económica de Sánchez comienza el viernes 23 de noviembre a primera hora, pero en realidad está dejando huella en todo el viaje.

Corte transversal

Porque así se ha buscado desde La Moncloa. El Gabinete ha querido que la visita sea de ayuda para los empresarios españoles que invierten en la isla, para traer de ella suculentos contratos aprovechando una cierta apertura económica del régimen. Según incidían fuentes del Ejecutivo en los últimos días, se ha querido que tengan su espacio no solo las grandes compañías del Ibex 35, sino también firmas de menor tamaño y que representen a distintos sectores. Ese «corte transversal», señalaban se notaría tanto en el séquito de empresarios que vuelan con el presidente como en la cumbre hispano-cubana del Iberostar.

En el Airbus viajan con Sánchez los directivos de compañías de sectores como telecomunicaciones (Telefónica), aerolíneas (Iberia, Air Europa), gestión de aeropuertos (la pública Aena) hostelería y turismo (Iberostar, Abades), despachos de abogados (Uría y Menéndez, Gómez-Acebo & Pombo), construcción, ingeniería e infraestructuras (Torrescámara, Grupo Resa, Titan Steel-Teconsa, Kodysa, Sampol), consultoras (Llorente & Cuenca), navieras (Elcano), fabricación de licores (Destilerías MG), neumáticos (Grupo Soledad), servicios financieros (Solventis), financiación del desarrollo (la mercantil estatal Cofides), industria agroalimentaria (Congelados de Navarra, la mayorista pública Mercasa) y otras firmas como los Colegios Gestores Administradores de España o la Corporación Mondragón. A todos estos nombres hay que sumar el nuevo presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.

Tercer proveedor

La patronal organiza, de hecho, junto con la Cámara de Comercio —con José Luis Bonet a la cabeza— y el Icex el foro hispano-cubano que arrancará a primera hora del viernes 23, tras un desayuno de Sánchez con unos cien empresarios españoles. En esa ‘cumbre’ la nómina ya es mucho más larga. En ella participan compañías como Alcatel, Amadeus, Bankia, Barceló, Grupo Agbar, Deloitte, Ernest & Young, Fagor Industrial, Financiera Iberoamericana, Fira Barcelona, Freixenet, Gadea Producciones, Globalia, Hispasat, Kreab Iberia, Meliá Hoteles, MSC Fábricas Agrícolas, NH Hoteles, Patentes Talgo, Roc Hotels, Sacyr, Siemens Gamesa, Tabacalera, Talgo, Vestas o Viajeros Low Cost. En el foro se analizarán las posibilidades de negocio, pues, en muy diversos sectores, desde las infraestructuras, el turismo, el comercio, la hostelería, las energías renovables o la industria agroalimentaria.

Cuba no es un país menor para España. Las relaciones comerciales y de inversión en la isla gozan de una gran tradición. España es, de hecho, el Estado con más empresas mixtas y más sucursales implantadas en Cuba, especialmente en el sector del turismo y de los servicios. Según datos del Icex, España se mantenía en 2016 como el tercer proveedor de la isla, solo por detrás de China y Venezuela. Y según datos cubanos en 2017 seguía manteniendo esa posición, si bien las cifras de otros organismos internacionales ya situaban a España en segunda posición, por el empeoramiento de la coyuntura en Caracas.

También según el Icex, las exportaciones españolas a Cuba disminuyeron levemente desde que alcanzaron el récord histórico de 964 millones euros en 2015. Así, 2017 se cerró con unas exportaciones de 899 millones de euros, y eso se traduce en una caída de un 1% respecto al año anterior. Pero «como consecuencia de la menor disponibilidad de divisas por parte de Cuba, desde finales de 2015 se están produciendo crecientes impagos a proveedores. El efecto en las exportaciones se ha retrasado en la medida en que muchos contratos se firmaron con cartas de crédito a 360 días que están sufriendo importantes retrasos en su cobro e impactando negativamente en el tejido exportador español, casi totalmente compuesto por pymes». Este asunto de los impagos es una materia que el Gobierno español quiere abordar con las autoridades caribeñas.

El Grand Packard, vetado por Trump

España presume de su posición estratégica en un sector capital como el turístico: de las 10 primeras cadenas hoteleras, nueve son españolas. ¿Qué ocurre? Que las cifras de inversión de España en Cuba, subraya el Icex, son pequeñas, pues las cadenas hoteleras no son propietarias de los hoteles que solo gestionan. «Cuba es el país número 53 en el ranking de posición inversora de España en el exterior. Por su parte, la inversión de Cuba en España es casi irrelevante».

El hotel Iberostar Grand Packard, el establecimiento de lujo y moderno que acoge este viernes tanto el desayuno de Sánchez con empresarios españoles como el foro hispano-cubano, fue incluido el pasado 15 de noviembre por el Departamento de Estado de EEUU en su lista negra de entidades restringidas para los ciudadanos norteamericanos. Es decir, la Administración de Donald Trump impide hacer transacciones comerciales. El Grand Packard está participado por el grupo Gaviota, el conglomerado empresarial del Ejército cubano. En esa nómina figuran unas 200 entidades que están bajo el control o que actúan a favor de los servicios militares, de seguridad o inteligencia del régimen.