El vuelo nocturno de Fernando Alonso en las 24 Horas de Le Mans

«¡Alonso, Alonso!», se oye en una grada medio vacía, algo decadente, con personas tiradas en el suelo, dormidas, y otras luchando contra el sueño mientras un ruido ensordecedor por el tráfico lo invade todo cerca de la recta de meta. En ese momento Fernando Alonso deja el coche en el box de Toyota Gazoo Racing se baja y sin quitarse el casco recibe las felicitaciones del personal de la marca japonesa. Son las cuatro de la madrugada y acaba de ofrecer una eléctrica exhibición de película en la noche de Le Mans: 44 vueltas en las que le ha recortado, encendido, un minuto y medio al otro prototipo de su equipo, el TS050 número siete, que en ese momento lidera la carrera y es el único que, sin problemas de fiabilildad puede pelearle la victoria. Pero ni Conway, primero, ni luego Pechito López pueden evitar la fuga masiva de segundos que provoca un Alonso enfurecido.

«Hay que tirar, tuvimos mala suerte con el safety y el stop and go de Buemi y nos quedamos a dos minutos medio por detrás, ahora estamos a unos 40 segundos, queda mucha carrera», analizó el español antes de ponerse a descansar. «Sería una pena no ganar por penalizaciones y mala suerte, pero bueno, la carrera es larga y será la carrera la que decida quién gana», añadió. El éxtasis de Fernando llegó tras una serie de circunstancias que pusieron a su coche en una situación comprometida. Sin otro rival para Toyota que Toyota, los dos prototipos iniciaron el primer cuarto de carrera con un baile en cabeza, estrategia y control, con alguna licencia que hizo saltar chispas entre Pechito y el español.

Pero en la vuelta 150, durante el relevo de Buemi, el coche 8 sufrió un duro golpe. Se saltó una slow zone, zona lenta con un límite de 80 kilómetros por hora por algún incidente en pista. El suizo aseguró a su entorno que no sabía cómo había podido suceder, que él siempre se acuerda de poner el limitador, por lo que podría haber fallado. Uno de los GPS de la pista lo delató.

El desafío agitó a Fernando Alonso, que primero le quitó 33 segundos a Conway y más tarde inició su persecución a Pechito López, al que le birló un minuto. 44 vueltas memorables con una media que rondaba los 3m 19 segundos, mejorando considerablemente a Buemi. «Igual que de día o igual que en cualquier otro sitio, es todo o nada, aunque sean 24 horas es una carrera al sprint y a veces hay que tirar y aprovechar el momento, tirar al máximo, encontrar ese ritmo y esa suerte con el tráfico que suele marcar los tiempos y salió bien», explicó Alonso. El lo encontró y dejó a Nakajima en la pelea contra su compatriota Kobayashi. El compañero del ovetense no falló y acabó cazando la primera plaza antes de que empezara el último tercio de la carrera.