Nadal salva la primera ronda en París

Cuando uno no tiene su día, cuando el tenis no fluye, hay que sobrevivir, y nadie como Rafa Nadal para eso. Toni, su tío y mentor, ha dicho muchas veces que el actual número uno del mundo es el jugador que más capacidad tiene para sacar adelante partidos jugando «mal», y el de la primera ronda en París con Bolelli fue un ejemplo. Las comillas en «mal» significan que la raqueta del manacorense no desplegó el juego que busca, ser agresivo, dominador, pero pese a ello sigue sin perder un set en París. El último fue en 2015, contra Djokovic, cuando perdió en los cuartos de final, aunque la estadística tiene algo de truco porque en 2016 se retiró en tercera ronda por problemas en la muñeca, después de haber pasado las dos primeras con buenas sensaciones. En 2017 dio una de sus mayores exhibiciones en Roland Garros.

Bolelli tuvo cuatro pelotas de set en el «tie break» del tercero. El partido se había suspendido el lunes, con Rafa, sin chispa también, mandando 6-4, 6-3 y 0-3. El español no tardó en remontar el «break» que tenía en contra en ese parcial, parecía disparado a por la victoria, pero su rival italiano se resistió. Con su revés, Bolelli hizo de todo, bueno y malo. Arriesgó, tratando de coger la bola cuando sube para impedir que el efecto de los tiros de Nadal le hiciera daño, y ese riesgo le hizo fallar algunos golpes, pero también meter tiros paralelos imposibles que sacaban al manacorense de la pista. Tampoco sacó bien Nadal, pero con el marcador 3-4 en contra salvó un 0-40 con una «derechón» y soltó uno de sus «Vamos». Demasiado lejos de la línea de fondo, no podía mandar en el partido el número uno y el parcial se fue a un emocionante desempate que Bolelli tuvo a tiro después de una dejada de volea de fábula. Era 3-6, tres puntos de set, dos con saque de Nadal y una con el suyo. Si hablamos de una situación tensa estamos hablando de un «momento Rafa». La primera pelota comprometida la resolvió el español con un saque directo. La segunda, con una derecha buenísima después de un gran servicio. La capacidad de jugar los puntos decisivos así es una de las cosas que distingue a los mejores de los buenos. Con un resto profundo y otra de sus derechas rescató la tercera pelota de set. Todavía tendría que afrontar otra (con 6-7), que Bolelli le regaló con un resto fácil a la red. La tensión creció, el italiano se resistía, pero cuando pensaba que iba a tener otra oportunidad de llevarse la manga, con un golpe profundo, se fue a la red a rematar. Lo tenía, parecía imposible devolver esa bola, pero Nadal sacó uno de sus golpes en carrera, tomó ventaja y ya no la dejó escapar para el 11-9 definitivo en el «tie break».

No es la primera vez que el diez veces campeón sufre en su estreno en Roland Garros, donde suele ir de menos a más. El argentino Pella será su próximo rival.

Victoria de Garbiñe

No era fácil el estreno de Garbiñe Muguruza en París. Kuznetsova es una jugadora veterana (32 años), aunque sabe lo que es levantar el título en las pistas de Roland Garros (lo hizo en 2009). Pero la hispanovenezolana también (2016). La rusa ofreció resistencia en el primer set, pero después no pudo con Garbiñe (7-6 [7/0] y 6-2).