La OTAN: «No queremos una guerra fría pero defenderemos a los aliados ante cualquier amenaza»

La OTAN sube el tono. Tras una reacción inicial tibia, el secretario general de la Organización. Jens Stoltenberg, ha dado hoy un paso más en la condena a las acciones rusas «incluyendo las últimas semanas» y ha lanzado un aviso muy claro. «No queremos una guerra fría y no queremos vernos arrastrados a una carrera armamentística. No tienen ganadores, son caras, arriesgadas y no van en el interés de nadie. Pero que no haya duda, la OTAN defenderá a todos sus aliados ante cualquier amenaza», ha afirmado el noruego. «Reino Unido no está sola«.

Este jueves estaba previsto que fuera un día de buenas noticias en Bruselas. La OTAN ha presentado sus resultados de 2017 y está muy satisfecha porque el gasto en Defensa ha subido un 5%, en la dirección exigida por Estados Unidos. Pero el ataque al ex espía ruso, su hija y un agente de policía ha cambiado el escenario completamente. «Uno de los desafíos más grandes que tenemos es el temerario comportamiento ruso, incluyendo las últimas semanas. La sustancia usada es una de las más tóxicas jamás desarrolladas. Es la primera vez que un agente nervioso se usa de forma así desde la fundación de la OTAN en territorio europeo. Es inaceptable. No tiene cabida en un mundo civilizado», ha dicho el noruego.

El lunes, el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, visitará los cuarteles generales de la Alianza en Bruselas. Pero no hay por el momento prevista ninguna reacción concreta a nivel militar o político, más allá de la condena. «Reino Unido no ha solicitado la activación del Artículo V», ha confirmado el noruego, por lo que la Alianza ha ofrecido por el momento «apoyo político y práctico»

«Rusia ha decidido estos años no cooperar sino enfrentarse. Usar la fuerza contra sus vecinos. Hay un patrón temerario durante años. La anexión ilegal de Crimea y el apoyo a los separatistas. La presencia militar en Georgia y Moldavia contra la voluntad de esos países. Interferencias en Montenegro. El intento de revertir elecciones e instituciones democráticas. Rusia ha modernizado sus fuerzas la última década e invertido mucho, desarrollando nuevas armas, incluyendo capacidades nucleares. Esto baja el umbral para el uso de armas nucleares por parte de Rusia. Y la indefinición de la línea entre guerra y paz es desestabilizadora y peligrosa».

La Alianza, en todo caso, se muestra confiada en su respuesta y sus recursos. La presencia y la presión de Donald Trump se nota en cada rueda de prensa y cada acto. Su debut en junio del año pasado en la nueva flamante sede de Bruselas fue un jarro de agua fría. Su pulla de la semana pasada, vinculando la imposición o no de aranceles comerciales a la UE en función del gasto militar, escoció.

Pero la idea que subyace, la queja histórica de Washington de que los aliados no gastan lo suficiente y lo prometido, es correcta. O lo ha sido hasta ahora.

«2017 fue un año ocupado. 2018 seguiremos haciendo lo que hace falta para preservar la paz. Un entorno más incierto quiere decir que hay que invertir más en Defensa. En 2014 los aliados se comprometieron a frenar los cortes en los presupuestos de Defensa, a aumentar el gasto y llegar al 2% del PB en una década. Desde entonces hemos visto un aumento constante en Europa y Canadá, añadiendo 46.000 millones de euros al gasto en defensa. En 2017 los europeos y Canadá aumentaron el gasto casi un 5% en términos reales», se ha felicitado el secretario general. «Hay que seguir haciéndolo. La mayoría tiene planes para llegar al 2% en 2024 y esperamos que otros les sigan. Esperamos que este año ocho países cumplan ya con el 2%«, ha anunciado.