El precio de la tierra agraria se dispara en Aragón en mitad de la crisis del sector

El campo aragonés ha sufrido en los últimos años una de sus mayores crisis de precios. A problemas como el veto ruso se han sumado en las últimas dos campañas la sequía, dando como resultado valores cada vez más bajos para sus productos en origen, a excepción de algunos cultivos notables como el aceite y los frutos secos.

En este contexto, y de forma “antinatural” según señalan las organizaciones que representan al sector, el precio de la tierra agrícola en Aragón se ha disparado. El precio medio de la hectárea según las estadísticas del Ministerio de Agricultura ha pasado en los últimos cinco años en Aragón de costar 4.429 euros a 6.190 en el último ejercicio. Una subida de casi el 40%.

El incremento va a más cuanto más se retrocede. En 2008, antes del comienzo de la crisis el precio de algunos terrenos -especialmente los dedicados a frutales y el regadío- ya habían experimentado una subida importante, pero aún con todo su valor se contenía en los 4.429 euros por hectárea. Es decir, durante estos últimos 10 años, y a pesar de los vaivenes de la crisis general y la propia del mundo agrario, el precio del campo ha crecido más de un 60%.

Lógicamente las cantidades varían mucho en función del cultivo, pero llama la atención cómo los menos productivos son los que más han crecido. Sin ir más lejos el año pasado la venta de hectáreas de prados de secano subieron de 1.365 euros a 3.606, el incremento porcentual más llamativo que se recoge en toda España, donde Aragón pese a ser una comunidad donde la tierra es de las más baratas, marca la subida más importante desde el año 2011.

Otros terrenos más productivos como el regadío también han tenido la misma tendencia, en concreto encareciéndose en 5.000 euros en la última década hasta los 15.000 que se pagan en la actualidadpor hectárea. Los frutales en secano ahora se pagan a 4.400 euros cuando hace cuatro años se podían encontrar por unos 1.000 euros menos, y el viñedo, aunque más controlado, también ha subido en 1.300 euros hasta los 7.360 por hectárea. A nivel nacional, Aragón sigue manteniendo el tercer suelo agrícola más barato de España por detrás de Extremadura y Castilla y León, pero esto es debido a la gran extensión de cereales que hay en la Comunidad y su amplio territorio. Como ejemplo, los precios más caros se encuentran en Canarias (66.000 euros la hectárea) donde la escasez de campos en las islas y la rentabilidad del plátano explican estos valores.

Fondos inversores y el cambio de la PAC explican la subida

¿Pero qué se esconde detrás de este drástico incremento? Los sindicatos agrarios no hablan de burbuja porque, según señalan, de esto no se están beneficiando los agricultores. “Hay un factor natural y es la reconversión de cultivos que se ha dado en los últimos años, y la implantación del regadío, pero te puedo asegurar que una hectárea de secano en Los Monegros sigue valiendo lo mismo que hace 15 años”, señala Fernando Luna, responsable de Asaja Huesca.

Según explica, el auge del precio de la tierra comenzó con el estallido de la crisis económica. “Se ha convertido en un valor refugio para muchos inversores, especialmente desde que estallara la burbuja del ladrillo. Hay algunos que después han explotado estos campos, pero también hay fondos de inversión que han distorsionado el mercado”, comenta Luna, quien hace hincapié en que el incremento complica el día a día de los agricultores, que ahora se encuentran con competidores externos si quieren ampliar su explotación.

El otro factor al que las organizaciones agrarias achacan esta situación es a la última reforma de la PAC. El cambio de requisitos hizo que unos 10.000 agricultores que no cumplían con ellos salieran del sistema, vendiendo y cediendo sus tierras. De hecho, en 2014, campaña anterior a la entrada de la reforma, en Aragón se dispararon las ventas y el precio medio de la tierra subió un 24% en solo unos meses, principalmente porque con ellas se transfería también el derecho de cobro de las ayudas.

Una traba más para el relevo generacional en el campo

En Aragón, donde casi un 40% de los agricultores superan los 60 años de edad, la amplia subida de los precios hace que quien quiera ahora iniciarse en el sector tenga una barrera más. “Ahora mismo si eres joven y quieres entrar al campo tienes que tener un familiar que se dedique a él y te ceda los terrenos o te los venda a buen precio. Si no, comenzar una explotación de cero es inviable económicamente para una persona con recursos normales, a pesar de las ayudas”, explicaba a Heraldo.es Marcos Garcés, representante del Área de Jóvenes de Uaga.